#81 Byron Haddow: el misterio de la noche más turbia de Bali

Bali, playas infinitas, templos sagrados, fiestas eternas en villas privadas con piscina.

El lugar donde muchos australianos van a desconectar, surfear y de paso vivir su particular postal de paraíso, pero a veces, detrás del decorado de postal, se esconde otra cara mucho más oscura.

Hoy, en Pasaporte Criminal, la historia de Byron Haddow, un joven australiano de 23 años que viajó a Bali de vacaciones y acabó envuelto en un misterio que todavía sigue abierto.

Pasaporte Criminal, un podcast de crímenes a viajeros y viajeros criminales que te dejará en paz.

Hola, soy Ara, periodista, blogger de viajes en EstoNoEsLoQueParece con Z.com y también podcaster y ya que estoy aquí te doy la bienvenida a un nuevo episodio de Pasaporte Criminal.

Si acabas de llegar por aquí, que sepas que en el blog tienes un montón de guías gratuitas de las buenas, ojo, con trucos para viajar barato por España y también por el extranjero, y hasta ideas para escaparte en Navidad que no incluyen ni multitudes ni cenas de compromiso, luego pásate que seguro que encuentras algo de inspiración.

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También os he dicho que estoy intentando subir cositas en Pasaporte.Criminal pero perdonadme que no me da la vida para todo.

Como os decía, hoy nos vamos a Bali, que suena a arroz con coco, atardeceres en la playa y a cócteles con sombrilla.

Pero quédate porque lo que te voy a contar no tiene nada de idílico.

Es la historia de Byron Haddow, un chico de 23 años que fue a pasar unas vacaciones en una villa privada con piscina y terminó protagonizando un caso lleno de silencios incómodos, sospechas y un detalle final que te va a poner los pelos de punta.

Y hablando de vacaciones, amigas, si tú también estás pensando en escaparte, ya sea Bali o a cualquier sitio con más humedad que cobertura médica, llévate un seguro de viaje.

De verdad, no seas esa persona que dice, si total voy solo 5 días, yo ya lo sabes, viajo con Yati y tengo un descuentillo para ti.

Te lo dejo como siempre en la descripción del episodio o también si entras en mi blog y lo tienes ahí, por todas partes, bien visible.

Y ahora sí que sí, abróchate el cinturón, escucha atentamente a la azafata porque nos vamos.

Byron James Haddow nació en Queensland, creció en Noosa, en la Sunshine Coast australiana, y era de esos chavales que parecen hechos para vivir al aire libre, sol, mar y pesca y una energía que les salía por las orejas.

Era el mayor de 3 hermanos, con un hermano de 19 y una hermana de 14, y según cuentan sus padres, Chantal y Robert, siempre tenía una sonrisa en la cara, ganas de marcha y un corazón de los que ya no se fabrican.

Fíjate en este dato que me llamó la atención, porque es algo que hoy por hoy resulta extraño, por lo menos a mí, me lo parece en un chaval joven.

Y es que cuando acabó el instituto, no se fue de mochilero ni se apuntó a la universidad, no.

Byron se metió, ¿dónde? En la minería.

Trabajaba como operador de maquinaria en una planta de trituración en Darwin, en pleno territorio del norte de Australia.

Tenía uno de esos curros, pues, extremos, digamos, dos semanas de trabajo sin parar, pero luego eso sí, una libre que le permitía ganar bien de pasta, pero sobre todo algo mejor que el dinero.

Porque en esa semana libre, lejos de quedarse tirado en casa viendo series, Byron se movía, viajaba, exploraba, vivía, sentía.

Era su forma de equilibrar el polvo del norte.