
“La tiranía” del pensamiento positivo. ¿Nos podemos permitir sentirnos mal?

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Vivimos en una era donde la felicidad se ha convertido en una obligación más que en un estado natural. Nos bombardean con la idea de que debemos mantener una actitud positiva todo el tiempo, sin importar las circunstancias. Esta presión constante por estar bien ha dado lugar a lo que muchos llaman la tiranía del pensamiento positivo. ¿en qué consiste? ¿nos podemos permitir sentirnos mal? sobre todo esto y mucho más hablaremos en nuestro episodio de hoy. Esperamos que lo encontréis interesante.
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Buenos días, hoy estamos a 10 de febrero, lunes, y vamos a hablar, nos va a venir bien hablar de esto porque existe, y es una cosa muy habitual, la tiranía del pensamiento positivo. Como debate nos podemos permitir sentirnos mal. De todas formas, de antemano ya voy presentando a los comandantes del equipo, que son Luismi, Isabel, Miguel, Yolanda, Susana, y yo, Chelo. Empezamos ahora mismo con la introducción de Luismi y a ver si nos podemos permitir sentarnos mal, sentirnos mal.
Hola, buenos días chicos y chicas. Sobre el tema de hoy, la tiranía del pensamiento positivo, he puesto una pequeña introducción en la que digo que el pensar siempre lo mismo en un mundo utópico se transforma en hostilismo, pero solo te das cuenta cuando vienen malas noticias o ideas negativas a tu pensamiento, lo que genera un debate de lo bueno y lo malo.
En concreto, la vida se convierte en un todo de la parte negativa, y la positiva transcurre en el tiempo, alcanzando la idea de la acción de la acción según suceda los días. Esa es la introducción que quería hablar. ¿Qué significa? Hablar de lo positivo y hablar de lo negativo, y según transcurran los días, saben intentar los problemas negativos transformarlos en positivos, o bien expresándolos verbalmente o de alguna forma que te hagan sentirte mejor, con algún punto de apoyo en el cual tú veas que te encuentras resguardado y encontrando personalmente o desarrollando o explicando personalmente tus problemas para desahogarte y ayudar a somatizarlos de tal forma que te encuentres relajado y puedas hablar de forma positiva de lo que te rodea.
O sea, que por el tiempo y la acción que tú tengas sobre el problema, puede llegar a la positividad o a que los problemas se desarrollen y los problemas se convierten en positivos, o sea, se soluciona el problema en concreto. Bien, lo que quiero decir con esto es que la pregunta sería, ¿nos podemos sentir mal, Miguel? ¿Nos podemos permitir sentir mal? O sea, a lo mejor no me lo puedo permitir, pero me lo voy a seguir permitiendo. Pues tendré que estar bien y tendré que estar mal.
Claro, son cosas de la vida. En cuanto a permitirmelo... ¿Sabes lo que pasa? Que yo creo que muchas veces la propia sociedad te invita a mostrar una cara de todo está bien, ¿no? Es más, no sé si alguno de vosotros tiene redes sociales o sabe lo que son las redes sociales, la imagen, las imágenes que se proyectan en redes sociales.
Yo es rara vez, pero muy rara vez, alguna que veo de algún conocido mío de, ¡jo! Estoy bastante fastidiado. Mostrando, estoy fastidiado, ¿no? Es mírame aquí que estoy probando un restaurante súper guay, comiendo cosas súper guays o me estoy haciendo el viaje de mi vida o, ¿no? Estamos transmitiendo una imagen de estoy bien, ¿no? Todo está bien.
Hay gente que no, hay gente que realmente, no sé yo, por ejemplo, ahora no la sigo, ya pasó de la edad, pero hay gente que no, si está triste y pone una foto de alguien llorando, eso es porque todo el mundo que le aprecia o que le quiere y tal, ¿no? Le pregunta a lo mejor, espero que estés bien o yo que sé, cualquier cosa.
No, pero es la sociedad, porque tú ves hasta las fotos de publicidad, todos son publicidad.
Bueno, pero son anuncios, eso no es la vida.
Sí, son anuncios, pero lo generan para el ciudadano.
Sí, eso es verdad.
¿Entiendes? Mira, las familias felices, guapos, con el coche.
Llegan a Navidad, la madre que te abre la puerta, el padre que te abre la puerta. Otras veces a mí en Navidad me han cerrado la puerta en las narices por haber llegado tarde.
Por eso es que hay gente que vive en un mundo utópico y no se dan cuenta que tienen todo a su favor, todo de forma positiva, hasta que no sufren un problema real en la vida, como la pérdida de algún amigo, algún familiar, no ponen los pies en la tierra.
Sí, pero tiene ese problema.
Mira, todos hemos caído. El que no diga que no se ha caído es mentira.
Todos caemos mucho más abajo y llegamos al fondo. Otros caemos a medias o tal. Pero todos caemos. El que diga lo contrario está mintiendo.
La pregunta en sentirnos permitidos, sentirnos mal, parece como un balneario de seducción.