
97 - El último viaje: Huida de una amenaza desconocida (I)

Description of 97 - El último viaje: Huida de una amenaza desconocida (I)
En este primer episodio del relato 'El Último Viaje', nos adentramos en una inquietante 'historia' en la que cuento la lucha de un hombre por regresar a su hogar para salvar a su familia de un peligro desconocido. Una misteriosa amenaza acecha a la humanidad, la falta de información ha sumido a la población en el caos y el pánico. La sensación de peligro es constante y la catástrofe se intuye por todas partes y nadie sabe el origen de ello. En medio del 'colapso de la sociedad', nuestro personaje debe tomar decisiones cruciales para sobrevivir y poder llegar hasta su familia atravesando un mundo que se desmorona. 🌟
#ElÚltimoViaje #Supervivencia #MisteriosDelFuturo
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Bienvenidos nuevamente a el faro del icon, hoy quiero compartir con nuestros seguidores el primer episodio de El último viaje, un relato que nos lleva a una situación de aparente colapso de la sociedad en el que Max, un padre de familia que se encuentra lejos de casa, se enfrenta a un escenario inquietante. Atrapado en una ciudad sitiada por una amenaza desconocida, nuestro personaje debe encontrar desesperadamente la manera de regresar a su hogar para proteger a su familia de un mundo que parece desmoronarse por motivos desconocidos. Ponte cómodo que comenzamos.
El despertador sonó a las seis en punto en la habitación del hotel, interrumpiendo un profundo sueño después del largo viaje en coche del día anterior. Max abrió los ojos con desgana, sintiendo el familiar peso de la rutina diaria. Se incorporó lentamente y apagó el molesto sonido del teléfono. Nunca había dormido bien en los hoteles, pero esa noche el cansancio le había mantenido prácticamente inmóvil toda la noche, con la cabeza sobre la almohada que era insuficiente y muy blanda.
Una ducha caliente fue llenando todo de vapor y la presión del agua fue relajando su espalda y despejando su cabeza aturdida. Se vistió con el traje que había dejado cuidadosamente colgado la noche anterior. Ajustó la corbata frente al espejo, asegurándose de que el nudo fuese perfecto. Siempre le asaltaba la duda de si utilizarla o no en las visitas y eventos. En estos tiempos, muy pocos en su entorno profesional mantienen la corbata, pero su sentido del gusto en el vestir no entendía un traje sin ella.
Una mirada final en el espejo y un pensamiento. Otra jornada y un día menos de reuniones antes de poder regresar a casa con mi familia. El desayuno en el comedor del hotel era como cualquier otro. Café negro, tostadas y un poco de fruta. Mientras daba vueltas al café con la cucharilla, revisó los correos de su teléfono, haciendo una lista mental de las tareas que debía abordar. El bullicio suave de otros huéspedes retumbaba en su cabeza todavía algo aturdida, con conversaciones sobre negocios, planes turísticos y alguna que otra queja sobre el tiempo.
Max guardó sus cosas en el maletín y salió del hotel, saludando con un buenos días a la recepcionista. El aire era fresco esa mañana de abril y aún se disfrutaba de algo de silencio en la ciudad. Caminó con paso decidido hacia el parking, pensando en la primera reunión del día y repasando mentalmente su presentación. Fue entonces, a mitad de camino hacia el coche, cuando algo le detuvo en seco. Un ruido distante, un rugido bajo pero creciente, algo que comenzó a llenar el entorno.
Miró hacia el cielo, entrecerrando los ojos ante el resplandor del amanecer. Al principio no vio nada, pero el sonido seguía aumentando de forma cada vez más perceptible. Inicialmente Max creyó que era un trueno, un presagio de tormenta, pero el sonido no se extinguía, sino que crecía con cada segundo que pasaba. Desde las ventanas y las azoteas comenzaron a asomarse miradas desconcertadas, que trataban de entender qué estaba pasando en el cielo.
Entre la neblina que comenzaba a desvanecerse sobre la ciudad, se empezó a entrever el origen de aquel ruido. Primero apareció una formación de aviones militares, con fuselajes oscuros que contrastaban con la luz aún tenue del amanecer. Volaban en un orden casi perfecto, rompiendo el horizonte de forma amenazante.
Inicialmente daba la impresión de que se trataba de alguna formación de camino al aeropuerto militar que había llegado.