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By Miguel Ángel Beltrán EL FARO DE LYCON
99 - EL ÚLTIMO VIAJE: Huida de una amenaza desconocida (III)

99 - EL ÚLTIMO VIAJE: Huida de una amenaza desconocida (III)

4/27/2025 · 24:46
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EL FARO DE LYCON Episode of EL FARO DE LYCON

Description of 99 - EL ÚLTIMO VIAJE: Huida de una amenaza desconocida (III)

Tercer capítulo del relato "El último viaje".
Continuamos esta inquietante historia sobre la lucha de un hombre por regresar a su hogar para salvar a su familia de un peligro desconocido.
Una misteriosa amenaza acecha al mundo y la fata de información ha sumido a la población en el caos y el pánico. La sensación de peligro es constante y se intuye por todas partes sin saber el origen de ello. En medio del colapso general, nuestro personaje deberá tomar decisiones cruciales para poder sobrevivir y llegar hasta su familia atravesando un mundo que se desmorona.

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Bienvenidos nuevamente a el faro del icon y a este tercer episodio del último viaje un relato sobre una inquietante situación de colapso de la sociedad provocada por fuerzas hostiles desconocidas y en el que un padre de familia se vea atrapado lejos de casa incomunicado y obligado a iniciar un peligroso y desesperado viaje de retorno a su hogar para proteger a su familia ponte cómodo que comenzamos.

Max había decidido avanzar todo lo posible por la A2 hasta estar cerca de la zona de Medinaceli para seguir desde allí por carreteras secundarias hasta llegar a Sigüenza que según le habían dicho aún era zona segura pero ante el anuncio que había escuchado por la radio sobre el inicio de una supuesta siguiente fase había un serio riesgo de un incremento de controles en las carreteras principales y en los accesos a las grandes ciudades por lo que decidió ser más precavido para evitar peligros inesperados y no esperar más tiempo para salir de aquella autovía. Paró de inmediato el coche en el arcen y comprobó el mapa de carreteras que tenía en la guantera. A falta de internet ese viejo libro en desuso se había transformado en un recurso de enorme valor.

Hay una ruta que sale de Valdenoches una pequeña pedanía de escasos 250 habitantes que está a unos 25 kilómetros de aquí en esta misma dirección. Tomaré esa salida y trataré de alcanzar el camino sin asfaltar que bordea la línea del tren hasta Torija. Desde allí avanzaré por la comarcal GU 107 hasta Sigüenza. Por esta ruta no parece que haya prácticamente ninguna población ni cruces donde pueda haber controles inesperados o riesgos de que me ataque alguien murmuró Max mientras comía nerviosamente unas galletas que guardaba en el maletín para reponer algo de fuerzas.

Al llegar a la salida 64 de la autovía Max abandonó la A2 por fin y atravesó inmediatamente después dos pequeñas rotondas antes de encarar la entrada a Valdenoches. La calle que atravesaba el pueblo apenas tenía unos 600 metros de recorrido no se veía a nadie ni se apreciaba actividad alguna aunque sí le pareció percibir que había personas que le observaban por las ventanas. El ambiente parecía el de un pueblo fantasma y era evidente que sus habitantes preferían permanecer dentro de sus casas dada la situación.

Poco antes de acabar la calle giró a su izquierda para adentrarse en un pequeño polígono industrial que debía llevarle hasta el camino rural que había visto en el mapa. Después de un corto tramo cementado comenzó el de tierra atravesando un pequeño bosque de pinos para continuar seguidamente por un recorrido bastante sinuoso de unos tres kilómetros rodeado de olmos fresnos y algunos almendros. A partir de ahí el trayecto enfrentaba la subida de unas pequeñas colinas cubiertas de arboledas.

Al llegar a la cima el paisaje se transformó mostrando unos extensos campos abiertos con ondulaciones suaves que se extendían hacia el este casi hasta donde alcanzaba la vista en las que el camino serpenteaba ocultándose entre interminables cultivos de trigo y cebada. No se escuchaba más ruido que el del movimiento de los árboles y el del mar de espigas agitadas por un viento que no era demasiado intenso pero sí constante. Por un momento los pensamientos de Max dejaron de lado la tensión que había soportado desde que salió del hotel y se imaginó disfrutar de la tranquilidad y de la naturaleza de aquella zona con su familia.

Si toda esta pesadilla termina pronto tal vez convenza a Connie de venir a

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