9x39 La Cabaña presenta: Cadena Perpetua

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Bienvenidos a la cabaña del podcast.

Bienvenidos, oyentes. Bienvenidos a esta tu cabaña.

Bienvenidos una semana más, claro que sí. Hoy con cadena perpetua.

No te vayas, empezamos enseguida. Oyentes, ¿qué tal estáis? Bienvenidos a la cabaña. Bienvenidos al penitencial de Son Sound o como se diga. Y la banda sonora ha decidido acabar, pero ahora empieza enseguida.

¿Cómo estáis, oyentes? ¿Qué tal estáis? Bienvenidos a la cabaña.

Bienvenidos a un programa más. Bienvenidos una semana más.

Bienvenidos a nuestra cita rutinaria para comentar una película, una serie, cualquier evento que nos haya hecho pensarnos que valía la pena traerlo para comentarlo.

Bueno, mi nombre es Carlos Solo, ya me conocéis. Soy el creador, ideólogo, director, productor, mente pensante, inteligencia artificial del podcast.

Pero aunque mi nombre es Solo y soy todas estas cosas, no valdría para nada este podcast si no contase con esas personas, personitas, personajes, podcasters que tienen a bien conectarse conmigo para hacer de este podcast, de este programa, de esta cita, algo relevante, algo bonito, algo que podría estar media hora hablando, escuchándome mi propia voz. Pero no, para eso están ellos. ¿Qué tal, Chimo? ¿Cómo estás? Muy buenos días, tardes, noches, almuerzos y meriendas. Estoy muy bien, pero me gustaría antes que nada pedir un minuto de silencio.

Un minuto no puede ser, porque esto es tiempo radiofónico, pero igual podemos hacer tres segundos de silencio recordando a nuestro muy querido Danny Stones, porque esta es de sus películas favoritas, porque es de sus novelas favoritas. Le habría encantado y desde aquí querría enviarle un beso muy fuerte. Vamos con esos tres segundos. Allá donde esté. Bueno, oye, pues muy bien, y ahora que vamos a ver lo de Danny, pues nada, súper contento. No me explico cómo llevamos casi diez años aquí. Muy bien, exacto, y no habíamos hablado de esta peli.

¿Verdad? Sí, sí, es increíble porque sé que a todos nos gusta mucho Stephen King. Stephen King ha hecho la mitad de las películas que existen en el planeta, con lo cual no entiendo cómo no ha venido. Si me llegas a preguntar, ¿hacemos esta peli? Te juro que habría dicho, no, no, se ya está hecha. Se ya está hecha, seguro.

Pero mira, ¿no? Pues no, no la habíamos hecho y aquí estamos y la verdad es que, como tú dices, parecía raro que no lo hubiésemos hecho. Tenemos por ahí también a Raúl. ¿Qué tal, Raúl? ¿Cómo estamos? Hola, hermosos. Hola, queridos. Bien hallados todos. Has entrado roto otra vez ahí. ¿Otra vez? Está roto. Es la energía, ya sabéis.

La energía me desborda. ¿Cómo estás? Estoy muy bien, estoy muy contento. Estoy súper, súper contento. Aparte, lo que decía Chimo, no entiendo cómo no hemos hecho esta película antes.

Y es una película que, como a vosotros también, es una película que me apasiona y cómo es posible eso que no la hayamos hecho antes. De verdad que estoy muy contento. ¿Sabéis que hay algunas pelis que, cuando las vemos en el listado y decidimos hacerla, joder, te llenan? Y dices… Hostia, cómo me apetece hacer esta peli.

Creo que hoy es uno de esos momentos y nos lo vamos a pasar muy bien hablando de ella. Es flipante, es flipante esta peli. Yo la he vuelto a ver por, no sé, por vigésima vez o vigésima quinta vez. Y la he terminado hoy, por ejemplo, porque la he visto un poquito a cachos, como he podido. Joder, tío. Y he dicho, madre mía, pero qué película es esta.

¿Cómo se puede hacer algo tan redondo? Es espectacular. Es increíble, es increíble.

Bueno, le sacaremos punta, hablaremos de todo ello, nos lo pasaremos bien y, que es lo importante, y también los oyentes se pasarán un buen rato escuchándonos y también, segundo, participando en los comentarios. Así que estupendo. Aquí estamos con ese sonsoundredemption. ¿Cómo se dice esto, Dios mío? Es difícil.

Slender, Slender.

Sonsoundredemption, chivo. Slender, como digo yo.

Slitherine.

Oye, pues mira,