A NO TENGO GANAS DE HACER NADA… pero esto fue lo que entendí - Conocimiento Experto

Hay una duda que aquí la audiencia comenta y te la voy a compartir. Dice, ¿qué hago si ya no me dan ganas de hacer algo? O hacer nada, no menciona aquí, ni siquiera lo que antes me encantaba.

Es decir, esta persona dice que ya no tiene ánimos, no tiene energía de hacer lo que en teoría tendría que hacer.

E incluso las cosas que antes disfrutaba, ya tampoco quiere hacerlas.

¿Qué hago? Dice.

Lo primero, si las cosas no fluyen, si no te dan energía, si no te hacen sentir de una manera digamos más fuerte o más propositiva o con, digamos, por lo menos que estás contribuyendo a algo, hay una situación ahí que no está bien.

Y esto a lo que voy es que es más común de lo que creen.

Solo que estamos acostumbrados a que si nosotros no estamos haciendo constantemente cosas, no valemos.

O dicho de otra manera, nuestra valía va en función de los resultados. Si no generamos resultados, entonces no valemos.

Esa es la idea central o el concepto. La gente se cansa, tú y yo, todos nos cansamos, nos hartamos.

De pronto, cuando nosotros fingimos en relación a algo, tarde que temprano, eso nos pasa a facturar.

Y entonces lo que antes fluía ya no fluye.

Y aquí quiero que lo entiendas porque te lo voy a decir desde mi propia experiencia.

A mí me pasó. Es decir, te creas tanto un personaje que de pronto piensas que eso eres tú.

Pero es cuestión de tiempo para que la energía se vaya. ¿Por qué? Porque ese viejo tú ya está muerto, pero tú sigues manteniéndolo, sigues de alguna manera tratando de traerlo de vuelta.

Pero ya no hay energía ahí, ya no existe.

Uno de los problemas que sucede, por ejemplo, cuando tú tenías una pasión o disfrutabas algo, y de pronto ese algo ya no te satisface o incluso te desgasta, te drena.

Aquí lo que sucede muchas veces es que nosotros atamos lo que sería lo que nos gusta hacer o la actividad con una expectativa puntual.

Pensamos que por hacer eso tenemos que recibir X o Y.

Pensamos que si hacemos eso, entonces debería pasar X o Y.

Y cuando no sucede eso, empezamos a generar un conflicto entre lo que para nosotros era importante o lo que nos gustaba hacer en relación a lo que se genera.

Y como no se genera lo que estamos buscando, entonces empezamos a culpar o empezamos a lamentarnos por hacer lo que nosotros pensábamos que nos iba a ayudar y ahora resulta que no.

Y muchas veces esa actividad terminamos menospreciándola, porque no nos provee el resultado que estamos buscando.

La pregunta es, ¿quién te dijo que esa actividad iba a generar ese resultado? ¿Qué idea compraste? ¿Por qué pensaste de esa manera? La vida es personal y aquí tú no puedes culpar a nadie.

Lo único que puedes hacer es recapacitar y entender qué cosas estás haciendo hoy que ya no fluyen contigo.

Puede ser que antes las mismas cosas que estás haciendo hoy te daban energía, fluían contigo, te generaban resultados, estabas bien.

Pero de pronto eso ya no funciona, ya no fluye, ya no te mueves, te drena, te cansa, te agota, te deprime, caes en una rutina que no quieres.

Tratas de alimentarte de alguna manera o tratas de sobrellevarlo con escapes, con estímulos externos, con gratificaciones, con aspectos que de alguna manera te hacen que lo que estás haciendo tiene cierto sentido.

Cumples con algo, sigues un lineamiento, de tal forma que lo sobrellevas.

Ahora, hay que ser muy sinceros. Hay personas que tienen opciones y personas que no.

Hay personas que pueden darse el lujo de detenerse, que sería lo primero que le diría a esta persona.

Si algo no está fluyendo y sobre todo te estás desgastando demasiado, para.