A través de esta conmovedora historia lleguen a mami, a madre o sencillamente a mamá

Ella es una mujer que ha sabido vestirse de paciencia, se adorna de ternura y se perfuma con el aroma que sólo proporciona la fuerza del querer.

Yo me llamo Yalitmi Barras Cruz, tengo 43 años y tuve mi niña a los 28 años.

Mi niña tiene una discapacidad intelectual, es un síndrome de Prader-Willi.

Cuando nace es cuando tenía estabilidad, no sostenía cabecitas, no sostenía los manitos. Es una enfermedad poco conocida aquí en el país. Existe un grupo de niños con este síndrome, pero en la provincia de aquí, en Santiago Espíritu, tengo entendido que es la única niña con este síndrome de Prader-Willi.

Luego de conocer el extraño padecimiento de su hija Sayalis Pérez Ibarra, se levanta con la ilusión de hacer más por esa personita tan suya, que la llena de besos y tiene una manera muy peculiar de decirle mamá.

Cuando uno quiere que un niño logre algo, lleva muchos sacrificios, porque esos fueron años en rehabilitación, en la equinoterapia, en la sonoterapia y sin dejar de trabajar.

Me consideraban mucho en el trabajo y la prioridad siempre me decían que era la niña.

Con voz entrecortada, se humedece en sus ojos cuando habla de logros.

Mi niña hoy por hoy camina porque hubiera sido verdad, porque los médicos no pensaron nunca que mi niña fuera a caminar. Ella fue un ciclo normal, ella hizo estudios en la Cheche, la Efraín Alonso y después cruzó para la protesta de Jarao. Ahí es donde terminó sus estudios, que todavía ella está como en un taller, pero lo está haciendo al lado mismo.

Le pone fuerza a las palabras inclusión y reconocimiento social.

Estos tipos de niños son muy cariñosos, necesitan de mucho amor, mucha dedicación, aunque todavía la sociedad necesita estar consciente de estos niños que piensan que porque tengan una discapacidad, ellos tienen alguna enfermedad que se pega y no es así.

Deberían de interiorizar y llevar a la conciencia de que es un niño por igual.

Sayalis es una niña amada, protegida, porque más de una madre velan por hacerla feliz.

A ver, mi niña me la cuidan tantas personas, mi mamá, mis tías, que viene siendo como una segunda mamá y yo.

A través de esta conmovedora historia, lleguen a mami, a madre o sencillamente a mamá, no importa cómo le digamos, llegue a todos esos seres incondicionales y únicos un beso tierno y un día cargado de amor y felicidad.

Hailer Cañizares y Maidelín Rodríguez Pupo para el Sistema de la Radio Espirituana.