Afectar la seguridad alimentaria como crimen de guerra

Como una contribución a generar conciencia sobre el respeto a la dignidad humana, presentamos La Voz del Buen Trato con la doctora Rocío Puertaviana.

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Hoy queremos conversar un tema supremamente importante para la humanidad, para todos los seres humanos de este planeta Tierra, y es la seguridad alimentaria. A veces nos hemos acostumbrado a ver cómo tenemos alimentos y hemos normalizado. Es normal que tengamos comida, y no es normal que tengamos comida. Somos afortunados de tener alimentos. Obviamente que es importante para la existencia del mundo que la seguridad alimentaria es necesaria, porque los Estados obviamente protejan la seguridad alimentaria.

Y nos podemos decir en qué consiste la seguridad alimentaria. Pues se refiere a que todos tengamos acceso en todo momento a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimentarias. Llevar una vida saludable, esto implica tener acceso físico y económico a alimentos que sean nutritivos, que sean suficientes para cubrir todas las necesidades que obviamente nuestra humanidad requiere, nuestro cuerpo humano requiere.

Y esto es supremamente importante. Y tenemos unos pilares, obviamente la seguridad alimentaria, y estos pilares son la disponibilidad, el acceso, la utilización y la estabilidad de toda esta dimensión nutricional. Es parte integrante del concepto de la seguridad alimentaria y del trabajo que se tiene que hacer para tener esa seguridad alimentaria en todo el planeta Tierra, por todos los Estados.

Ahora, ¿qué pasa cuando existen situaciones de guerra y es utilizada, es bloqueada los alimentos para la población civil? Obviamente se convierte en un crimen de guerra y tenemos que el hambre como método de guerra en la regla 53 prohíbe hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra.

Realmente en la práctica los Estados establecen esta regla como una norma de derecho internacional consuetudinario aplicable tanto en conflictos armados internacionales como en conflictos armados no internacionales o domésticos o internos de cada Estado. Ahora, en los conflictos armados internacionales encontramos que por allá hacia la época de 1863 en el Código Oliver aún se establecía que era lícito hacer padecer hambre a los beligerantes hostiles armados o desarmados de modo que ellos llevaran a la rápida sumisión del enemigo. Ya en 1919, en el informe de la Comisión de Responsabilidad creada tras la Primera Guerra Mundial se catalogó el hacer padecer hambre deliberadamente a civiles como una violación de las leyes y costumbres de la guerra sujeta a la persecución penal.

La provisión del hambre como método de guerra estaba codificada en el artículo 54.1 del protocolo adicional y esta disposición se considera desde este nuevo momento la adopción del protocolo adicional pero desde ese entonces se ha consolidado como una norma de derecho internacional consuetudinario. Ahora, encontramos que según el Estatuto de la Corte Penal Internacional hacer padecer hambre deliberadamente a civiles como método de guerra constituye un crimen de guerra en los conflictos armados internacionales. La provisión de hacer padecer hambre se establece en muchos manuales militares.

Hacer padecer hambre a civiles como método de guerra constituye un delito en la legislación de muchos estados y esta norma también se ve respaldada por las declaraciones oficiales y en la práctica igualmente se ha conocido y se ha reconocido y se ha puesto en práctica. Obviamente vemos muchísimas situaciones que llaman la atención en todos estos conflictos de guerra que podemos decir que se ha convertido, se ha atentado contra la seguridad alimentaria. Esta práctica incluye la que los estados que deban respetar esta seguridad alimentaria para todos los civiles. Es una de las prácticas dentro del derecho consuetudinario y que hacen parte del protocolo adicional 1. La práctica contraria ha sido generalmente condenada y negada.