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Episode of Delta 903Description of Alberto Samid - Delta 90.3 - 15/03/2025
"Mi historia con el ajedrez empieza a los nueve años, cuando conocí a una pareja de polacos que había escapado de los rusos y yo me hice muy amigo de sus hijos. Ahí fue donde me enseñaron a jugar".
"A los diez años me hice socio de Estudiantil Porteño, donde tenían ajedrez y nunca más me separé. Si tuviera poder lo instalaría en las primarias, ya que es el único deporte que te enseña a pensar como tenés que proceder, ya que tenés que estar tres o cuatro jugadas adelantadas".
"En mi vida comercial o fuera de ella, copié mucho del ajedrez y la verdad que me ayudó".
"No se porque Javier Milei le echa la culpa a la carne del número de la inflación. En los últimos 50 años, el kilo de carne nunca pasó el dólar, hasta que llegó su Gobierno donde el kilo pasó a tres dólares".
"Los ganaderos vendieron sus vacas a China y se dolarizaron, para vender a tres y comprar 90 centavos de dólar. Cada vez tenemos menos ganaderías y en como todo negocio, al tener menos vacas, va a aumentar el precio".
"La carne va a seguir aumentando porque hay cada vez menos vacas, porque los ganaderos quieren los dólares y si llegan a bajar van a volver a comprar, pero no se si va a bajar".
"El pollo aumentó un 80%, lo único que tiene un precio estable y competitivo es el cerdo. Además, por las importaciones están entrando muchos cerdos de Brasil, que tiene su lado bueno, pero también su lado malo porque atenta contra la industria nacional".
"En este país solo existen dos políticas. Uno que dice que hay que abrir todo y otro que defiende la industria nacional. Para mi, la peor de toda es la primera, ya que la mayoría de las pymes se transforman en importadores y eso significa pérdida de empleo".
"La gente que se queda sin trabajo aguanta seis meses con su indemnización, por lo que en algún momento va a dejar de consumir y el importador no va a tener a quien venderle por más barata que sea".
"La política que apoya la industria nacional no es perfecta, pero a mi forma de ver es la que mejor funciona".
"A Egipto le vendemos el trigo a un mango, que es la base del fideo, para después comprarle los fideos a diez. Es muy malo lo que está pasando".
"Yo deseo que a Javier Milei le vaya bien, porque no significa que vayan a seguir ya que quizás la oposición puede venir con ideas mejores y gana".
"Lo de los jubilados es una vergüenza y no es este Gobierno, son todos los Gobiernos. Es muy mala la violencia que se produjo y lo peor es que la semana que viene va a pasar lo mismo. Lamentablemente no hay una voz distinta que de pie al diálogo para solucionar este tema de otra manera".
"Es feo que vayamos por este camino, ya que no sabemos como termina. Hay que ser más dialoguista, pero es culpa del Presidente, que en esa posición habla como habla. Para mi, es un problema de juventud".
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Estamos en comunicación con Alberto Samid, todo el mundo lo conoce, evidentemente es empresario de la carne, rey, como tenía su cadena de carnicerías, y también muchas cosas para hablar con Alberto, pero me gustaría arrancar hablando de ajedrez.
Alberto Samid, te saluda Tartu, te saluda Agos y todo el equipo de La Máquina, ¿cómo estás? ¿Qué tal muchachos? Un gusto hablar con todos ustedes. Perdona, acá me preguntan los muchachos, ¿cuál es el dial de ustedes? 90.3 maestro, en la FM.
90.3.
90.3, 90 FM, actualidad y música electrónica.
Hablemos de ajedrez.
Hablemos de ajedrez porque uno de chiquitos ha jugado.
Recién estaba, me llamaron y estaba haciendo una partida.
¿En serio? Con una máquina, ¿no? ¿Y qué onda, che? Hola.
Hola, hola, ¿y cómo se le juega a la máquina? Porque las máquinas últimamente le están ganando a los humanos, ¿o no? Las máquinas tienen distintos 1, 2, 3, hasta 10. Hasta el 7 no me animo, 8, 9 es muy difícil.
Está bien, pero hasta el 7 vas y es mano a mano ahí.
No, son todos mano a mano, pero con los números altos tienen 2 millones de jugadas.
Claro.
Tienen todo computarizado, es muy difícil ganar.
Vamos a contarle a la gente brevemente.
Digamos, vos le empataste.
Hiciste tablas con Kasparov, campeón mundial, con Karpov, campeón mundial dos veces, y con Topalov, el búlgaro que jugaba muy bien, hay que decirlo también.
Exactamente.
Digamos, vos eras un excelente jugador.
O sea, a mí hay que empatarles a los rusos, ¿eh? Mira, yo te cuento cómo fue lo mío.
Yo cuando tenía 9 años, vinieron al barrio una pareja de polacos.
Con 5 hijos.
Polonia en aquel momento tenía problemas con Rusia.
Y este hombre se vino escapado prácticamente, porque los rusos se lo tenían sentenciado.
Y trabajaba de profesor de ajedrez en Polonia.
Ah, mirá.
Y justo estos chicos fueron al mismo colegio que yo.
Los 5 hijos que tenían, prácticamente todos tenían...
Eran dos mellizos, muchas edades, muy parecidos.
Uno tenía 8, el otro tenía 12, 13.
Muy parecidos.
Entonces yo me hice muy amigo y a la tarde íbamos después del colegio, íbamos toda la mañana.
Íbamos a la casa a jugar al ajedrez.
Y el padre nos enseñaba.
Nos decía cómo había que jugar.
En aquel momento yo recuerdo que en el diario Carini, inclusive en La Nación, jugaban todas las partidas, se anotaban.
No sé la edad que tienen ustedes.
Se anotaban todas las partidas, se ponían las jugadas.
Ahora ya no, eso se perdió.
Pero en aquel momento se ponían todas las partidas de los grandes campeones que jugaban.
Se tenía mayor interés mundialmente en nuestro país el ajedrez.
Y bueno, y el padre nos decía, mirá, estos juegan así.
Y nos enseñaban cómo había que hacer para empatarles.
Porque cuando venían estos campeones al país y hacían simultánea, con 20 tableros, prácticamente tenían estudiado más o menos a este hombre que era profesor.
Y nos enseñaba.
Y después yo me hice socio a los 10 años del Club de Mis Amores del Barrio Ramón Mejía, estudiantil porteño, que también tenía ajedrez.
Y jugué toda la vida el ajedrez.
Y después iba así al centro, me acuerdo, en un sótano jugábamos.
Toda mi vida estuve conectado y sigo conectado con el ajedrez, porque a mí el ajedrez me ayudó muchísimo en la vida.
Porque yo en el estado, yo si tendría poder lo instalaría en las escuelas primarias, porque es el único deporte.
Mire, yo practiqué mucho deporte, ¿no? Amateur, por supuesto, todo, tenis, fútbol.
Es el único deporte que te enseña a pensar cómo tenés que proceder.
Como en la vida, ¿viste? Bueno, dentro de seis meses nos casamos, vamos a comprar una casa.
Bueno, el ajedrez es algo parecido.
Vos tenés que pensar una jugada por cuatro o cinco más adelante.
A diferencia de los demás deportes que vos tenés que resolver en el momento.
En el tenis tenés que resolver en el momento, en el fútbol, en todos los deportes.
No hay otro deporte que tenés que pensar y que tenés que hacer una jugada mucho antes para llegar a un objetivo.
Bueno, el ajedrez es eso.
Y a mí en la vida, comercialmente, en todo sentido, como en matrimonio y todo, yo copié mucho del ajedrez, de este tipo de cosas.
Y me ayudó, la verdad que tuve suerte.
Y bueno, me ayudó y bueno.
Hoy tengo una familia con seis hijos.
Hace 40 años que estoy casado con las mismas mujeres.
Yo le echo la culpa al ajedrez, aunque te parezca mentira, de gracias a Dios que me ha ido tan bien.
En cierta medida, por supuesto.
