"Alcàsser: Antonio Anglés, el criminal que desapareció en la oscuridad"

Y lo prometido es deuda, queridos mecenas, y aquí regresamos para hablar de la segunda
parte del crimen de Alcácer, 32 años después, y ahora queremos abordar la fuga del principal
sospechoso, y digo sospechoso porque nunca fue juzgado ni condenado, de Antonio Anglés.
Hugo, aquí las cosas ya se empiezan a complicar, porque según el testimonio de la familia,
en el momento que la Guardia Civil llega a su casa, Antonio Anglés se desliza con unas
sábanas por unas ventanas, cruza prácticamente todos los tejados del barrio hasta llegar
al final de la calle, y desde ahí va pasando de pueblo a pueblo hasta llegar a Portugal.
Desde mi punto de vista, una huida un poco increíble.
Sí, básicamente fue un poco eso, resumidamente lo que ocurrió. La policía llega a casa
de los Anglés, precisamente por ese papel que aparece en la fosa, que era un papel del
hermano de Enrique, pero que en realidad era de Anglés. Anglés muchas veces usaba su carnet
y demás para sacar recetas, porque bueno, Enrique, el pobre, no estaba muy bien de
la cabeza, entonces era donde él podía usar esas recetas para drogarse. Entonces la policía
llega a casa de los Anglés, nadie les abre la puerta, y están un rato llamando fuertemente
a la puerta y demás, nadie les abre, y cuando ellos ven que hay gente dentro y demás,
en ese momento les abre, si no recuerdo mal, el novio de Kelly, el que estaba allí, ese
que les abre la puerta, ellos entran, y ahí no está Antonio Anglés. Luego es cuando
llega Miguel Ricard con esas naranjas que venía supuestamente a ver a Neusa, la madre
de Anglés, es ya cuando digamos que atrapan a Ricard ahí en ese momento, es cuando se
recibe esa llamada de Dilarubio, y lo que cuentan que sucede en ese momento como escapa
Antonio Anglés es que él se cierra, bueno, cierra la puerta como una especie de madera
en la puerta para que la policía no pueda entrar, y él entonces se descuerga de la
terraza, salta como a una segunda planta, o bueno, salta como dos pisos hacia abajo,
pero además no salta hacia abajo exactamente, salta como en una diagonal que dicen que es
totalmente imposible, de hecho, no hace mucho había un guardia civil que era de los que
estaban abajo custodiando un poco el edificio, que decía que era imposible, que si se hubiese
descolgado por ahí, tendría que haberle casi caído encima, entonces es ahí un poco
donde empieza esa búvida, él se tira por ese balcón, desaparece, es donde supuestamente
hace esa llamada desde una cabina para decirle a Ricardo que le lleve la maneta de la moto,
donde está la maneta de la moto, los cereales y demás, y ahí es un poco donde ya se pierde
un poco la pista de Antonio Anglés. Hay gente que lo ve, por ejemplo, en lo que hablábamos,
en la peluquería esa de Valencia tan famosa y demás, que ellos sí que lo reconocen,
y yo sí que creo esa declaración, porque en ese momento, digamos que era el fugitivo
número uno, la cara de Anglés estaba en todos los sitios, y yo creo que eso es fácil de
reconocer, otra cosa es lo que recordemos, cuando recordamos algo, pero bueno, yo creo
que si hay varios testigos en la peluquería, porque si fuese un solo empleado puedo decir,
bueno quizás he equivocado, pero si había varias empleadas y el jefe y todos, y dicen
oye, pues sí, era él, entonces yo creo que sí, que efectivamente era él, luego lo que
te decía, intenta hospedarse en un hostal de Valencia, intenta también adquirir un coche,
había como una pequeña barriada chaborista de etnia gitana cerca de una estación, que
dicen que además ya conocían a Anglés, de haber pasado por ahí en otras ocasiones
a los que le intentan comprar un coche, llega la policía y él huye, se refugia en un chalé
en el que aparecen unas fotos de carnet y manchas de sangre, esto también hizo mucho
crecer la teoría de la conspiración de decir, bueno pues, cómo puede ser que se hospede
en un chalé, el que rompe una ventana, bueno, una especie de pequeña ventanita para entrar
de una puerta, cómo es que se refugia aquí y deja allí todo, las fotos, el aspecto
que tiene ahora y demás, hombre, no sabemos muy bien lo que pasó, probablemente a lo mejor
vamos a ponernos un poco, hablando de casualidades y demás, que yo esté refugiado allí y de
repente vea pasar un coche de la Guardia Civil, me entre el pánico, que no sepan que estoy
allí, echa a correr y me olvide de fotos y de sangre y de todo, él después es cuando
se...