Alfredo Rodríguez: "Quincy Jones no quería cambiar a los demás sino buscar lo mejor de los otros, respetándolos"

Bueno de boca.

Hemos aparecido aquí de la nada en una rave party.

Héctor Martín, ¿qué tal? Buenos días.

Hola, ¿qué tal? Qué marchona.

Vaya, vaya sitio para desayunar, ¿eh? Que más bien será la comida de antes de acostarse que el desayuno al levantarse.

Sí, esto es un post y un pre.

Es un post y un pre.

Al fondo veo a alguien cuya presencia aquí era quizás incluso menos previsible aún que la nuestra.

Uno de los pianistas más importantes del mundo, ¿verdad? Espera que se le acerca el camarero.

A ver, a ver.

Hola, buenos días.

Bienvenido al Dosis de Alisio.

En el menú para elegir de hoy tenemos gofio blanco sin hilo.

También le podemos dar clases de equitación en el baño.

Ha llegado de las costas de Galicia medio pollo sin papa frita.

¿No tendrás piano? Perdone, ¿me puede dejar un autógrafo rápido también? Sí, claro.

Muchas gracias.

Ay, Alfredo Rodríguez, muy buenos días.

Buenos días, buenos días.

¿Cómo están? Piano parece que no hay, pero autógrafo sí y me gusta esto porque lo de firmar un autógrafo va mucho, va en la línea de cómo tú eres o cómo tú te quieres acercar a la gente, ¿no? Que la música es importante, pero no lo único, que también el reconocimiento al amor que te profesan es base de tu éxito o tu trabajo.

A ver, yo creo que nosotros los artistas, los músicos, nos alimentamos de cualquier cosa que esté pasando a nuestro alrededor.

Y, obviamente, cuando tenemos la satisfacción de sentir amor recíproco, yo siento que yo cuando me subo en el escenario, yo doy el 100%, el 1,000% de mi vida, del amor que yo siento por la música.

Obviamente, cuando eso se transmite hacia atrás para nosotros es una satisfacción muy grande.

Así que sí, realmente, que la gente nos quiera, que la gente nos apoye, que la gente venga con buena energía y nos exprese esas cosas, para nosotros es muy importante para seguir hacia adelante.

Esa línea de tu humildad, yo creo que has aceptado encontrarte con nosotros aquí en esta Rave Party, que no sueles frecuentar, ¿verdad? Este tipo de espacios.

No, no, no, realmente no.

Realmente no.

De hecho, como me dedico a yo estar entreteniendo a los demás, realmente cuando tengo tiempo extra lo que trato es de estar tranquilo con mi familia, con mi hija de cinco años y pasar tiempo de calidad.

No salgo mucho al no ser que sea cuando yo estoy tocando, que realmente créeme que es muchísimo tiempo que estoy fuera de casa y tocando y tratando de entretener a los demás.

Es un sitio un poco decadente, hay que decirlo.

Pero igualmente a los músicos, iba a decir de jazz, pero yo creo que en general a todos los músicos de géneros muy auténticos, por ejemplo, también el rock, solemos asociarlos con las drogas, con el tormento, con la genialidad no reconocida en vida.

Bueno, eso realmente no tiene mucho que ver conmigo.

Fue lo que me inculcaron mis padres y es todo lo contrario.

Yo veo que para uno lograr algo positivo en la vida, que todo depende de lo que signifique positivo, el éxito es una palabra muy amplia y para cada persona es una cosa diferente.

Para mí el éxito es ser una persona de bien, es ser una persona que motiva, inspira y transmite cosas positivas.

Y para mí esas otras cosas que mencionaste no lo son.

Entonces para mí funciona muy fácil.

Yo sé que para otras personas cada cual tiene su vida, tiene su familia, su educación, pero eso no fue lo que me inculcaron.

Yo trato de llevarle a la gente un mensaje de tratar de hacer las cosas desde la calma, desde el amor, desde el conocimiento, porque cuando usamos esas otras cosas externas, realmente no nos conocemos.

Estamos en un mundo que no es al que pertenecemos muchas veces.

Yo quiero estar en este mundo presente y quiero que mi hija sepa que su padre siempre estuvo presente y que siempre hizo las cosas sabiendo lo que estaba haciendo.

Y que fue de esas personas que resucitó también los clubes de jazz, ¿no? Porque estos han pasado por momentos duros.

Bueno, de eso ya no sé tanto realmente, porque eso no nos está saliendo muy bien.

A ver, yo te voy a ser sincero.

Yo soy una persona que primeramente quiero decir que no me considero un músico de jazz.

Yo vengo de Cuba.

Yo estudié música clásica desde los siete años.

Yo he estudiado jazz y he estudiado mucha música del mundo.

He colaborado con muchísimos artistas de todas partes.

Y a raíz de que la improvisación es una de las cosas que más me atrae y más me gusta, yo creo que es por lo que muchas personas tratan de encasillar a los músicos en un solo género.

Los rockeros son solo rockeros, los músicos cubanos solo tocan música cubana y los americanos tocan pop o rock y jazz.

Y eso está mal, en mi opinión.

Yo creo que es más bien, y más sobre todo en un mundo tan versátil, tan multicultural como el que estamos viviendo ahora mismo, encasillar a una persona en una sola cosa, sobre todo, en el mundo.