Alma Sans, el subconsciente y el alma.

¿Dónde estás conciencia? Bendito amor.

¿Dónde estás sin conciencia? El que me hace sentir libre.

La que sale cada día a flote cuando no me porto del todo bien.

Que vivo siempre.

¿Dónde estás conciencia? ¿Dónde estás inconsciencia? Dios.

¿Te encuentro? Bendito sea aquel que regala todo a cambio de nadie.

¿Te desvelo? Y el que derrama en las aguas tranquilas del alma.

¿Te enseño? ¿Me muestras? Eternamente.

Aprendemos.

Bendito el mágico.

Y dale, estamos siempre en la misma.

Dando vida al mundo.

Repitiendo patrones, arquetipos, modelos de actuación.

Fronteras.

Raza.

Y es que en realidad el hombre es el único animal que tropieza mil veces con la misma piedra.

Tendremos que buscar en nuestra alma, en nuestra mente, en nuestro subconsciente, todo aquello que en un momento determinado nos limitó nuestros objetivos.

Tendremos que buscar una guía espiritual que nos ayude a encontrar dónde está el camino.

¿Dónde erramos? ¿Dónde nos salimos del sendero? ¿Cuándo? ¿En qué parte del camino nos salimos del redil? Para eso tenemos a nuestra querida Alma Sanz, guía espiritual.

Alma Sanz, muy buenas noches, bienvenida.

Buenas noches, querido Pedro. ¿Estará en el fondo del mar? ¿Dónde está en el fondo del mar? Él dice, no, porque harán el batiscafo y descubrirán las profundidades.

Y ahí podremos encontrar el corazón y los sentimientos del ser humano.

¿Dónde estará? Dice, pues lo llevaremos a las montañas más altas.

Y dice el otro dios menor, no, porque inventarán el aeroplano y descubrirán dónde están los sentimientos, dónde está el alma del ser humano.

Entonces, ¿dónde? Como tú bien sabes, lo esconderemos dentro del corazón del ser humano.

Que allí nadie va a mirar.

Donde nunca nadie va a mirar.

Pues sí.

Qué bonito, ¿no? Qué bonito.

Qué bonito mensaje es ese, ¿eh? La verdad es que sí.

Qué bonito es el mensaje ese.

Bueno, en realidad tenemos que hablar un día más del trabajo que viene a realizar nuestra querida Alma Sanz, ¿no? Que nos pone en contacto con el Dios superior, con nuestro ángel de la guarda, también con nuestros demonios, porque sabemos verdaderamente cuándo erramos, cuándo lo hacemos mal, por qué pecamos y la manera que lo llevamos adelante.

Por eso está ella, por eso están los guías espirituales, para mostrarnos el sendero, el camino, para que no nos torzamos, vayamos siempre rectos en ese camino por andar por la vida.

Hablamos del subconsciente, del que tanto se habla desde tiempos inmemorables, ¿no? Pero desde tu punto de vista, Alma, ya que estamos liados con esto, ¿dónde se encuentra ese pepito grillo que nos hace retroceder y no nos ayuda a generar nuevas acciones si no lo controlamos? Caramba, Pedro, qué preguntitas me haces, ¿eh? No soy psicóloga ni investigadora y siempre me haces preguntas que rozan esa ciencia.

No obstante, contestando a tu preguntita, te diré que el subconsciente para la ciencia reside en el hemisferio cerebral no dominante, o lo que es lo mismo, en el hemisferio derecho para diestros, que es el que se encarga de la intuición, del tema emocional, de la creatividad.

En este hemisferio se encuentran también los sueños, las imágenes y todo lo simbólico, el arte, la música, el pensamiento holístico, ya sabes, mente, cuerpo y espíritu.

En cambio, en el hemisferio izquierdo, o hemisferio dominante, en diestros, encontramos la palabra, la lógica, lo racional, la escritura.