Description of "Ámate incondicionalmente"
CANALIZACIÓN 05-agosto-2024
Queridos amigos, bienvenidos una vez más. Os recibimos como siempre con alegría. Gracias por crear este espacio para reunirnos. Gracias por crear este espacio en vuestras vidas, de encuentro.
La humanidad y cada uno de vosotros sigue avanzando y seguís caminando en la dirección correcta, no tengáis duda, seguís caminando hacia vosotros mismos, hacia una mayor consciencia, hacia planos más elevados de vuestra consciencia.
No tapéis vuestras heridas, no tengáis miedo a vuestra fragilidad. Abrazadlas, besadlas, como haríais cuando un niño se hace una herida; la laváis, la besáis, la curáis con amor. Pues haced igual con vuestras heridas; no intentéis negarlas ni ocultarlas, prestadles atención, escuchad, sentid dónde está ese dolor y limpiadlo, abrazadlo, besadlo, para que pueda curar. Reconocedlo. El dolor no te hace más pequeño, te hace más fuerte. Reconocer el dolor no te hace más pequeño ni más débil, te hace más fuerte. Y las heridas, sabéis que cuando se les presta atención y se permite que se curen, dejan de doler. Lo que mantiene el dolor activo es precisamente el negarlas, porque entonces la herida se emponzoña, se llena de pus y duele mucho más, porque está buscando tu atención.
Cuando el dolor llama a tu puerta hay que abrirle para que no siga llamando; hay que abrirle, dejarle entrar, escucharle, escuchar lo que tiene que decirte, la información que te trae sobre ti mismo, sobre ti misma, y abrazarla y besarla, con todo tu amor, con todo tu cariño hacia ti mism@.
Hoy queremos haceros un regalo, así es que os pedimos que os pongáis cómodos, que te relajes y dejes que tu cuerpo encuentre una posición relajada, sentado, tumbado; que dejes que se haga pesado y se hunda en el sillón, en la cama, en la colchoneta.
Respira y deja que la luz dorada entre en ti llenándote de bienestar y de paz y vitalidad. Siente cómo esa luz ilumina tus pulmones como grandes alas de mariposa ligeras. Y al respirar, esa luz pasa al corazón, que se ilumina como un gran sol en tu pecho. Siente cómo tu corazón se limpia, se llena de vitalidad, de fuerza, de alegría, y al respirar de nuevo toda esa luz se reparte por cada uno de tus órganos, de tus células. Siente, abraza, ama a cada uno de tus órganos, agradece su colaboración contigo, agradece a tu esófago, a tu estómago, intestinos, páncreas, bazo, hígado, riñones, útero, vejiga, testículos, ovarios... Siente cómo la luz los limpia, renueva, cómo cada célula se impregna de luz.
La luz sigue avanzando por tus brazos, tus piernas, hasta que todo tu cuerpo resplandece. Y sube por tu cuello, tu timo; todo se ilumina hasta tu cerebro, cada surco, cada neurona se llena de luz. Tu cabeza se despeja, se llena de tranquilidad, de paz, de luz.
Todo tu cuerpo resplandece de la cabeza a los pies. Y la luz sigue creciendo y te envuelve como un maravilloso huevo protector, un útero materno en el que flotas agradablemente, acunado. Y de ese útero sale un cordón dorado que te conecta al corazón del universo, y otro cordón dorado que te conecta al corazón de Gaia, de Pachamama, de la Madre Tierra. La energía del Cielo y de la Tierra te nutre a través de esos cordones; llega a tu corazón, te nutre, te renueva. Siente la abundancia del Cielo y de la Tierra, de la Fuente Divina. El amor, la luz, el bienestar, son infinitos, inagotables. Siente toda esa abundancia en ti, siente cómo eres uno con la Madre Tierra y con el universo, y cómo toda su fuerza y su abundancia están en ti.
El Cielo y la Tierra conspiran para darte lo mejor, eres su hijo, eres uno con ellos. Confía en ellos y ábrete, ábrete a toda esa abundancia, a toda esa riqueza, a toda esa fuerza. Di: «Sí, me abro, la recibo, me siento merecedor/a de toda esa abundancia, de toda esa riqueza, de toda esa luz, de todo ese amor; y permito que se exprese en mi vida. Me permito vivir en abundancia, en amor, en alegría, en bienestar. Me abro a recibir de la vida lo mejor, porque me amo, me valoro, me respeto. Y sé que desde esta abundancia puedo compartir, colaborar con los demás, desde la alegría y desde el amor».
Visualizad ahora cómo vuestros guías, que están a vuestro lado, vuestros maestros de luz, os entregan una vez más ese cetro de poder, de vuestro poder personal. Te ponen una corona de flores. Puedes sentir su mano en tu hombro, en ambos hombros. «No estás solo, no estás sola, siempre estamos contigo tus maestros y guías, siéntenos».
Formamos un gran círculo de colaboración, con tus hermanos, con tus amigos, con la humanidad, en diferentes planos; todo está comunicado, todo está conectado. Siente esa fuerza, esa energía, y visualiza cómo este círculo envuelve a Gaia, cómo nos podemos conectar cada corazón con el corazón de Gaia. Y formamos un círculo envolvente de energía amorosa que se conecta también con su plano astral donde habitan todos los miedos de la humanidad, toda la ira, toda la frustración, toda la tristeza, todo el sufrimiento y dolor, donde habitan todos los miedos de la humanidad, donde habitan esos seres humanos que desencarnaron y no fueron capaces de marcharse; se apegaron a su vida terrenal o dejaron cosas pendientes. Vamos a enviar luz y amor a esos seres, a ese plano astral de Gaia que comparte con la humanidad. Todo está bien, todo fue adecuado en su momento desde el nivel de consciencia de ese momento, y hoy con amor os decimos: «Basta, es suficiente, yo te perdono, yo me perdono y te pido perdón si no supe entenderte, si me faltó amor para acompañarte en tu proceso. Pero hoy me abro a la abundancia del amor, del universo, de la Fuente Primigenia y de la madre Gaia. Hoy te regalo todo el amor que no supe darte entonces y me regalo a mí mism@ todo ese amor incondicional».
Siente ese amor como una ola que te mece, que te acuna y a la vez te limpia, te renueva. Ese oleaje envuelve a Gaia y todo su plano astral. Podemos sostener todo ese amor, toda esa ola de amor que lo limpia todo.
«Basta, basta de juzgarme, basta de juzgarte, basta de sentirme culpable y basta de culparte, basta de odiarme y basta de odiarte. Hoy apuesto por el amor, por la comprensión, por el perdón. Con todo mi amor digo adiós a todas las partes de mí que me pesan, que me lastran. Digo adiós a la ira, a la tristeza; les agradezco todo lo que me han enseñado y hoy me abro a mi creatividad, a transformar el dolor en algo bello, a transformarlo en canción, en poesía, en pintura, en baile, en un jardín.»
Haz algo bello con tu dolor, haz algo bello con tu ira, haz algo bello con tu tristeza.
«Hoy permito que el amor entre en mí, el amor con mayúsculas, el amor incondicional. No necesito ser perfecto, merezco ser amado con todas mis partes, las brillantes y las frágiles, las luminosas y las oscuras; todas forman parte de mí y las abrazo. Dejo de luchar con mi oscuridad, la abrazo, la beso y puedo transformarla, puedo crear algo bello con ella. Puedo plantar una flor por cada tristeza, por cada dolor, por cada frustración, puedo hacer un dibujo, puedo escribir una carta, un poema, una canción. Hoy me digo "sí quiero", quiero ser fiel a mí misma, quiero amarme y respetarme. Me autorizo a decir "no" siempre que lo necesite. "No" a los demás para que no sea un "no" a mí mismo. Así es que me autorizo, me permito, me digo "sí" a mí, no de manera arbitraria, egoísta, caprichosa, pero es un "sí" a mi esencia, es un "sí" a mi coherencia, es un "sí" responsable. Abrazo todos mis errores del pasado que me han convertido también en quien soy y me han enseñado tanto. Me perdono porque entiendo que han sido aprendizajes necesarios. Y de igual modo perdono a mis antepasados por sus errores y aprendizajes que llegaron también hasta mí. Gracias a sus errores yo he recibido aprendizajes, así es que les agradezco y los libero, y me agradezco y me libero, de toda culpa».
Hoy la Madre María quiere darnos un mensaje:
«Queridos hijos todos, gracias por vuestro esfuerzo diario, por estar ahí conectados, abiertos, por ser canales. Recibid siempre, cada día, cada minuto, cada segundo, nuestro amor, mi amor, el de mi hijo, el de todos los seres de luz que os acompañamos. Creedlo, no estáis solos. Dejad que la magia se haga en vuestras vidas, confiad en nosotros, confiad en vuestra consciencia, en vuestra luz. Reuníos para meditar juntos, para alimentaros unos a otros el corazón; para, uniendo vuestros corazones, llenar de energía amorosa vuestro plano físico. Así conectados en red también lo hacéis, aunque sea una conexión virtual vuestras energías realmente se potencian. Podéis visualizar como si fuerais una gran red de luz a través de La Tierra que lo conecta a todo y cómo el amor de Dios, de La Fuente, circula por esa red impregnando todo de vida, de amor, de ternura. Gracias por trabajar con nosotros, por estar al servicio, por ser faros de luz. Mis brazos están siempre abiertos para vosotros en cualquier momento, en cualquier lugar; solo poned vuestra intención y me haréis presente. Os amo».
Queridos amigos, es el momento de volver a casa. Respirad hondo, sentid de nuevo vuestros pulmones, vuestro maravilloso cuerpo físico que os permite esta experiencia que vivís llena de emociones y sensaciones, que os permite disfrutar de la comida, de las caricias, del viento, del agua, de la hierba, del sol; que os permite bailar y abrazar. Pues que todo eso crezca en vuestras vidas. Jesús dijo "ama al prójimo como a ti mismo"; tienes amarte bien, aprender a amarte bien para poder amar bien a los demás, así es que ya sabes, empieza por ti mismo. Ámate incondicionalmente para poder amar así a los demás.
Hasta pronto, un gran abrazo de luz para todos.
MAESTROS, GUÍAS Y SERES DE LUZ
a través de Pilar González
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Queridos amigos bienvenidos una vez más recibimos como siempre con alegría gracias por crear este espacio para reunirnos gracias por crear este espacio en vuestras vidas de encuentro la humanidad y cada uno de vosotros sigue avanzando y seis caminando en la dirección correcta no tengáis duda seis caminando hacia vosotros mismos hacia una mayor consciencia hacia planos más elevados de vuestra conciencia no nota peiró estas vidas no tengáis miedo a vuestra fragilidad abrazarlas besarlas como haríais cuando un niño se hace una herida alabad isla esa isla cobráis con amor pues así es igual con vuestras heridas no vendéis negarlas ocultarlas prestarles atención escuchar sentir dónde está ese dolor y limpiarlo abrazarlo besarlo para que pueda curar reconocerlo el dolor no te hace más pequeño te hace más fuerte reconocer el dolor no te hace más pequeño ni más débil que hace más fuerte y las heridas sabéis qué cuando se les presta atención se permite que se cure dejan de doler lo que mantiene el dolor activo es precisamente el negarlas porque entonces la herida se emponzoña se llena de pus y duele mucho más porque está buscando tu atención cuando el dolor llama a tu puerta hay que abrirla para que no siga llamando hay que abrirle y dejarle entrar escucharle escuchar lo que tiene que decirte la información que te trae sobre ti mismo sobre ti misma y abrazarla y besarla con todo tu amor con todo tu cariño hacia ti mismo hacia ti misma hacia ti mismo hoy queremos haceros un regalo así es que os pedimos que os pongáis cómodos que te relajes quejas que tu cuerpo se encuentran en una posición relajada sentado tumbado quejes que se ha pesado y se hunda en el sillón en la cama la colchoneta respira y deja que la luz dorada entre en ti y dándote bienestar y de paz y vitalidad