Amistad y discernimiento (¿Qué nos dijo el Papa León?)

¿Qué tema he elegido? ¿Os acordáis que en Torbergata, el sábado 2, por la noche, allí en esa vigilia, pues hubo tres jóvenes que le hicieron cada uno una pregunta al Papa, ¿os acordáis? Pues eran en concreto, porque tengo por aquí apuntados sus nombres, la primera se llamaba Dulce María, que era una chica mexicana, la segunda se llamaba Gaya, una chica italiana, y el tercero era un chico norteamericano que se llamaba Will, ¿no? Pues entonces, yo creo que aquello fue una joya de haber tenido ese intercambio de preocupaciones y de respuestas con el Papa, y sin duda alguna era que conviene que lo reposemos, que lo reposemos.

¿Cuál fue la pregunta que se le hizo al Papa y cuál fue la respuesta? Intentar un poco desmenuzarla y aplicarla a nuestra vida.

A ver, la primera pregunta, la que le hizo Dulce María, aquella chica mexicana que tenía 23 años, fue una pregunta sobre la amistad.

La segunda pregunta, la que hizo la chica italiana Gaya, fue una pregunta sobre el discernimiento, sobre el discernimiento, sobre cómo elegir en la vida.

Y la tercera pregunta, la que hizo el chico norteamericano Will, fue más bien sobre cómo llevar adelante la vida, la vida espiritual, nuestra vida de relación con Jesús.

Hoy en la reflexión de hoy voy a hablar de las dos primeras preguntas y dejo la tercera para mañana, ¿de acuerdo? Entonces, la primera pregunta, la de Dulce María, fue la siguiente.

Bueno, pues la pregunta se las trae.

La pregunta es de decir, a ver, estamos experimentando soledad.

Muchos redes sociales, mucha historia, pero eso no es verdad.

Que responda a la verdad de nuestra vida.

Luego, lo cierto es que amigos, lo que se dice, amigos, amigos de verdad, hay que buscarlos con lupa.

Es difícil tenerlos, ¿no? Entonces, sí, muchos seguidores de redes sociales, pero pocos amigos de verdad.

Y es un contraste, ¿no? ¿Cuál fue la respuesta que le dio el Papa a Dulce María? En primer lugar, lo que le dijo es que tenemos que ser conscientes de que el ser humano es una persona, somos personas.

Y la persona se caracteriza por esa dimensión relacional.

No somos individuos, somos personas.

Yo diría, no es lo mismo ser individuo que persona.

Nosotros somos personas.

Y una persona comienza por ser hijo de yo.

Yo soy hijo de Esteban y de Josefa Ignacia.

Fíjate, de mi madre recibido hasta el nombre.

Soy hijo de Esteban y de Josefa Ignacia.

Es que lo hemos recibido, ¿no? El vínculo, hemos nacido ya de un vínculo, el vínculo familiar, que es un vínculo fortísimo.

Y ese vínculo en la vida.