iVoox
iVoox Podcast & radio
Download app for free
By Fundación Rafael Del Pino Diálogos y debates Fundación Rafael del Pino
Análisis del crecimiento económico en España. Leandro Prados de la Escosura, Luis Garicano y Joaquín Almunia

Análisis del crecimiento económico en España. Leandro Prados de la Escosura, Luis Garicano y Joaquín Almunia

4/11/2018 · 01:21:39
0
375
0
375

Description of Análisis del crecimiento económico en España. Leandro Prados de la Escosura, Luis Garicano y Joaquín Almunia

Con motivo de la publicación del libro "Spanish Economic Growth, 1850-2015", (Palgrave Macmillan 2017), de Leandro Prados de la Escosura, catedrático de Historia Económica de la Universidad Carlos III de Madrid, tuvo lugar el 9 de abril de 2018, en la Fundación Rafael del Pino, un diálogo entre el autor, Joaquín Almunia, ex vicepresidente de la Comisión Europea y ex comisario Europeo de Competencia, y Luis Garicano, catedrático de Economía y Estrategia y director del Centro de Economía Digital del IE Business School.
El acto se inició con la intervención de Prados de la Escosura, que también es catedrático Rafael del Pino, quien destacó que, en la historia de España, el aumento del PIB se debió normalmente a que la población crecía, aunque los niveles de vida variaban poco. En los dos últimos siglos, sin embargo, el aumento del PIB se ha debido a que ha aumentado la cantidad de bienes y servicios producidos por persona.
Si se observa el periodo anterior, hay algunas realidades diferentes a las que pensábamos. Antes del siglo XIX había crecimiento, pero era reversible. El PIB aumentaba, pero las crisis hacían que se redujera el nivel. Así, España alcanzó los niveles de renta per cápita más altos en el siglo XIV, antes de la peste, para reducirse después. En los doscientos últimos años, en cambio, el crecimiento ha sido sostenido, con algunos momentos de reversión, como la Guerra Civil o la Gran Recesión. Pero queda claro que los niveles de vida que tenemos hoy día son los más altos jamás alcanzados en la historia. Ahora bien, no es un crecimiento lineal, sino que tiene tres grandes fases: hasta 1950, cuando estuvo cayendo; entre 1950 y 1975, con un crecimiento muy fuerte; y desde entonces hasta 2007, cuando el crecimiento fue sostenido, pero con una velocidad menor.
También señaló que el PIB ha crecido tanto porque ha aumentado el PIB por persona. Ello se debió a que se produjo un cambio del marco de incentivos a partir de las revoluciones liberales del siglo XIX. Son cambios del tipo de los ciudadanos son iguales ante la ley, la propiedad privada está protegida, los mercados están liberalizados, hay control sobre el Ejecutivo. Gracias a ello, aumenta la inversión, se transfieren recursos de la agricultura a los servicios y se cambia la inversión de vivienda a maquinaria.
Además, el PIB per cápita crece porque trabajamos mejor, esto es, se produce más por hora trabajada. De hecho, la productividad ha aumentado 27 veces. Hasta 1975, el crecimiento del PIB per cápita estaba estrechamente vinculado al crecimiento del PIB por hora. A partir de entonces, sin embargo, la relación es inversa y cuando el PIB per cápita crece mucho, es porque hay más gente ocupada. Es lo que ocurre desde 1975. Esto se debe a que los nuevos sectores crean empleo, pero no atraen innovación. Producimos más por hora trabajada porque utilizamos más capital, pero también porque utilizamos más capital humano y más capital intangible. Esto es así hasta 1950. Desde entonces, la productividad aumenta porque somos más eficientes utilizando esos recursos.
Por último, destacó que España es un país que antes de 1950 crecía, pero aun así las distancias con los países desarrollados aumentaban. A partir de entonces, acorta distancias excepto en los años de la Transición y la Gran Recesión.
Joaquín Almunia, por su parte, señaló que la productividad aparente se estanca desde mediados de los 60. La economía española no ha combinado bien aumentos de empleo y de productividad. Cuando crece es porque se utiliza mejor el empleo, pero entonces la productividad se estanca o baja. Para crecer, dependemos de la capacidad para aumentar los niveles de empleo. Desde 1980, la productividad está prácticamente estancada, lo que nos debe llevar a la reflexión de cara al futuro. Hay margen para utilizar más empleo, como incorporar a más mujeres al mercado de trabajo, o como consecuencia del envejecimiento. Pero hay que pensar sobre cómo crecer aumentando la productividad, lo que implica que nos tenemos que ocupar de las enormes carencias en educación, capital humano, investigación y desarrollo, el funcionamiento de los mercados de bienes, servicios y trabajo, el exceso de corporativismo y la falta de competencia y de las diferencias de productividad entre las grandes empresas y las pequeñas. También tenemos una falta de ahorro interno, una tasa de inversión pública bajísima y unas necesidades de inversión privada que van a requerir enormes cantidades de ahorro privado.
En su opinión, no convergemos con los países más avanzados por una mezcla de infrautilización de los recursos humanos, por los altos niveles de paro, por falta de ahorro, por tener unas tasas de endeudamiento grandes. Además, tenemos que transformar el entorno empresarial para que no sea minifundista. Y tenemos que resolver el problema de un entorno escasamente innovador con muchísimas barreras para innovar.
Luis Garicano destacó que el “mal holandés”, esto es una subida de precios por entradas de riqueza, es una enfermedad que España ha sufrido tras el Siglo de Oro y que llevó a que nuestro país tuviera el 40% del empleo en el sector servicios ya hace doscientos años, debido al alto número que había de curas, monjas y sirvientes.
El “mal holandés” provoca que la productividad deje de crecer y eso, según Garicano, es lo que le ha vuelto a suceder a España a finales del siglo XX y principios de este. Debido a la entrada en el euro, España bajó mucho los tipos de interés, vino dinero de Europa, la moneda se hizo muy fuerte, nos desindustrializamos y fuimos al sector servicios. Hemos tenido una versión diferente del “mal holandés” en la cual entran euros y nos lo gastamos en ladrillo.
También añadió que otra hipótesis para explicar lo sucedido en los últimos años es que no ha funcionado bien la reasignación de recursos. Donde más regulación hay se crece menos, y crecen mucho las empresas menos productivas y con “contactos”. De ahí derivan los problemas de innovación y productividad.
Prados de la Escosura volvió a tomar la palabra para referirse a la desigualdad. Según dijo, la evolución de la desigualdad en España desde hace doscientos años es como una V invertida: aumenta hasta la Primera Guerra Mundial, desde entonces se reduce hasta los años 70, con la excepción de la autarquía. Desde finales del franquismo se mantiene estable dentro de unos límites de fluctuación. Lo que ha ocurrido en la Gran Recesión es un movimiento de esos límites de estabilidad.
La remuneración del capital, además, lleva subiendo desde los años 50, pero eso no quiere decir que haya subido la desigualdad. Lo que ha pasado es que la principal fuerza motriz es la dispersión de las rentas del trabajo, porque empiezan a haber personas cualificadas que ganan más, lo que aumenta las desigualdades. La redistribución progresiva corrige el aumento de la desigualdad. El aumento en los últimos años se debe al crecimiento del desempleo.
En términos históricos España sigue la evolución de la curva de Kuznets en materia de desigualdad. En nuestro país hay crecimiento económico y desigualdad hasta los años 20, desde entonces aumenta la igualdad. Y es que, a medida que aumenta la libertad económica, disminuye la desigualdad, porque hay más competencia, que es enemiga de los grupos de interés y de la búsqueda de rentas. Además, la redistribución promovida por el Estado del Bienestar ha aumentado desde la década de los 90.
Almunia matizó al respecto que, en términos de riqueza, España no está en los niveles más altos del mundo en igualdad, mientras que en desigualdad de rentas generada por el mercado estamos en la media, y muy mal después de la corrección pública. El mercado está tendiendo a generar cada vez más desigualdad, a causa de la globalización y, sobre todo, del cambio tecnológico. En el caso español, el 80% del aumento de la desigualdad se explica por el aumento del desempleo y por el paro de larga duración. Por tanto, hacen falta correcciones antes de que entren las políticas públicas de redistribución. Además, las políticas de redistribución son más pequeñas y menos eficaces que en muchos otros países europeos.
En los años de la democracia, destacó, se está produciendo un aumento de las desigualdades provocadas por el mercado. El esfuerzo redistributivo que ha habido que hacer es mayor. Eso ha venido funcionando bien hasta la crisis. Durante la crisis ha aumentado la desigualdad. Además, la tolerancia de la opinión pública ante la desigualdad es mucho menor que en el pasado. Y el mundo académico la considera como un freno al crecimiento.
Garicano advirtió de que el funcionamiento de nuestro Estado del bienestar es inusual. En países como Noruega, Holanda o Dinamarca, el 20% más rico recibe el 5-10% de esos beneficios; en España recibe casi el 30%. En cambio, en esos países el 20% más pobre recibe el 30% de los beneficios; en España solo el 10%. La redistribución se está haciendo hacia las clases medias, no hacia los pobres.
El tema clave en España, agregó, es la desigualdad demográfica. Los mayores de 65 años han mejorado desde la crisis, los demás han bajado y perdido poder adquisitivo. El problema al que nos enfrentamos tiene difícil solución política porque los jóvenes son cada vez menos, mientras que los recursos irán destinándose cada vez más a los mayores.
El cambio tecnológico puede hacer desaparecer los empleos rutinarios. Hay una desigualdad ahí que está anticipada. A la hora de compensar estos golpes, el Estado del Bienestar tiene un papel crucial a la hora de proteger a estas personas y facilitar su transición hacia los empleos del futuro. El Estado del Bienestar va a tener que afrontar esos dos grandes retos, demográfico y tecnológico, a la vez.

Comments of Análisis del crecimiento económico en España. Leandro Prados de la Escosura, Luis Garicano y Joaquín Almunia
This program does not accept anonymous comments. !Sign up to comment!