Andar por andar. Encuentro con Adriana Herreros

Paseas la ciudad, conoces, como dice Sergio, los barrios y corres grandes aventuras, pero es que también es una manera de empatizar con el otro.

Si conoces un barrio, conoces a tus vecinas, empatizas con sus problemas y entonces es como mucho más difícil, si existe ese tipo de interacción social, que te sea ajeno los problemas de los demás.

Reivindicar el paseo por el simple hecho de pasear podría parecer algo anodino, pero si le damos contexto, en un tiempo donde parece que todo lo que hacemos tiene que responder a unos criterios de productividad y eficiencia, donde el paseo ha dado paso a los 10.000 pasos diarios, la cosa comienza a tener sentido.

Lamentablemente, en nuestro mundo la pausa, el pasear por placer, se ha convertido en algo tan exótico que en las grandes ciudades a menudo es imposible sin ir esquivando la muchedumbre o incluso sin acera para hacerlo, y en las pequeñas, con frecuencia, no se tiene el tiempo, verdadero lujo de nuestra época.

Si te apetece redescubrir este pequeño gran placer, quédate hasta el final de este episodio.

Los periodistas Delia Rodríguez y Sergio Fanjul, junto a la autora de Andar por andar, de la editorial Debate, Adriana Herreros, te sorprenderán con todo tipo de datos y perspectivas.

Y, ¿por qué no?, si puedes, escúchales caminando.

Listo para pasear, que lo disfrutes.

Aunque la idea es que vayamos interrumpiéndonos y hablando sobre este tema, además, yo estoy muy emocionada porque tengo aquí a dos verdaderos especialistas en caminar.

Mi conocimiento es más práctico que teórico.

Sí que me gustaría, para arrancar y para empezar, haceros una pregunta, que yo también me la he hecho leer el libro de Adriana.

Porque tú dices al principio que cada caminante tiene, al menos, un motivo para caminar.

Y quería preguntaros cuál era el vuestro.

El mío, después de meditarlo, he llegado a la conclusión de que yo camino porque no puedo evitarlo.

O sea, yo no puedo no caminar.

O sea, tengo un motor interno que me obliga a moverme.

Sin intelectualizarlo mucho más.

Y me siento mejor cuando me muevo que cuando no lo hago.

Pero, ¿vosotros por qué camináis? Adriana, ¿tú por qué caminas? Yo creo que la primera necesidad que me hace, como tú, buscar el camino, andar, sobre todo es por, no sé, deshacerme de angustias, yo creo.

Generalmente, siempre es por eso.

Cuando, de repente, he tenido un mal día o cuando, de repente, no sé, no sé salir de una situación o necesito profundizar en algo que me está sucediendo.

O simplemente también, a veces, por motivos laborales, que estoy ahí como en algún entuerto, pues necesito caminar.

O sea, abro la puerta de casa, o sea, tengo esa imagen de mí misma abriendo la puerta y dicen, me voy a andar.

O sea, yo creo que es para el desahogo puro y duro, en un inicio, para deshacerme un poco de malestares.

Ese es el primero.

Y luego, la segunda, no menos importante, otra de las cosas que me llega al camino, generalmente es la curiosidad.

Muchas veces es que, bueno, pues que quiero llegar a algún sitio, quiero hacerlo caminando porque, de esa manera, soy capaz de desentrañar más lo que me rodea, soy capaz de cogerle el pulso a la ciudad o...

Sí, esa sería la segunda de mis motivaciones, no sé, Sergio.

Yo creo que camino para correr aventuras, ¿no? Porque, no sé, por curiosidad, para explorar la ciudad...

A mí, viajar más allá del paseo me da mucha pereza, me gusta, pero siempre encuentro una resistencia muy grande dentro de mí mismo a irme lejos.

Y, paseando, descubrí que uno podía correr grandes aventuras sin irse demasiado lejos, paseando por la ciudad.

Yo, cuando llegué a Madrid, a principios de siglo, en el año 2001, como todo el mundo que llega, estaba en el centro y estaba obnubilado con el centro de Madrid, con la Gran Vía, con toda esa parte, con Malasaña, Lada Pies...

Bueno, lo típico.

Y tardé muchos años, igual diez o quince años, en empezar a descubrir que había algo más allá de toda esta parte que sale todo el rato en las películas, en las encuestas callejeras, en las noticias, y empecé a explorar el resto de Madrid, el Madrid entero.

Y, bueno, creo que por afán exploratorio.

Sí, bueno, es que los tres somos de provincias, eso es importante.

Además, Adrián y yo somos de Logroño, o sea, hay un gran porcentaje de esta mesa.

Yo soy de Oviedo, que dicen que es muy parecido a Logroño, por tamaño y porque celebran San Mateo, que ha sido...