Andrés Neuman: Hasta que empieza a brillar

Historias de papel, premio nacional de fomento de la lectura.

Hasta que empieza a brillar, de Andrés Nerva.

Creo que María tuvo una obsesión, un amor y hasta una locura por las palabras que en la medida de mis posibilidades he tratado de narrar desde niña hasta anciana porque la historia de María Moliner no solamente es asombrosa, insólita y yo creo que única, irrepetible, por el proceso de creación de su diccionario que como sabemos le llevó 16 años y lo hizo ella sola hasta completar 80.000 palabras que desafiaron la autoridad tanto de la Real Academia como de la propia censura franquista sino que todo su trayectoria vital, su recorrido de vida que está lleno de peripecias, de adversidades y de hitos que comparte con su generación y con la historia de su país, de España entera así conforman una de las historias más hermosas que he conocido nunca como María Moliner en todas las épocas de su vida, a todas las edades tuvo un vínculo de amor, de cuidado y un empeño verdaderamente prodigioso por adquirir conocimiento y compartirlo con su prójimo.

Adquirir conocimiento y compartirlo con su prójimo esa es para Andrés Neumann una de las grandezas de María Moliner una mujer que consideró la educación y la cultura como las herramientas básicas y necesarias para el progreso tanto el individual como el colectivo, el progreso personal y el social y su historia que como el escritor argentino insiste no se limita sola y exclusivamente a quizás el más grande diccionario de autor que jamás se haya concebido nos la cuenta en Hasta que empieza a brillar una novela cargada del derroche de sentimiento con que María Moliner trataba las palabras a las que miraba y miraba hasta que eso, empezaban a brillar ¿Cómo podían transformarse tanto las palabras? dependiendo de si salían de la boca o la mano cuando las decía no llegaba a atraparlas del todo la corriente del habla se las llevaba enseguida cuando las anotaba en cambio María era capaz de saborear cada sonido escribía por ejemplo piedra, se quedaba mirándola en el papel y se imaginaba su forma, su color, su textura hasta que empezaba a brillar descubrió una triquiñuela bastaba pronunciar varias veces cualquier palabra, incluso la más común puerta, lámpara, plato, para que perdiera su sentido María estiraba una vocal, puerta, lámpara, plato arrastraba una consonante, lámpara, plato, puerta o duplicaba una sílaba, platoto, puerta, lámpapara y de golpe ya no estaba segura de ninguna palabra ¿eso qué quiere decir? aquella curiosidad iría dando paso a otra nueva ¿eso cómo se dice? y en el breve trecho que iba de una pregunta a otra su cabeza dio un vuelco Hasta que empieza a brillar es una biografía novelada de una de las mujeres más significativas de la historia cultural del mundo de habla hispana en el siglo XX porque su gran obra, el diccionario de uso del español es todavía hoy una referencia para lingüistas de multitud de idiomas no sólo para los hispanohablantes pero al margen de su diccionario la vida de María Moliner es ya de por sí novelesca por el ejemplo de esfuerzo y superación que transmite y por lo que representa de esa España que pudo ser y que se perdió en un enfrentamiento que acabó con las esperanzas de modernización de todo un país y de sus gentes María Moliner es uno de los muchos ejemplos que hay de la España que fue pero sobre todo de la que pudo ser para mí el resumen de esa memoria agridulce porque llegó a empezar y se truncó