El Ángel de tu Salud - Palo de Víbora**

Este es su programa, El Ángel de Tu Salud.

Conozca el maravilloso universo de las plantas medicinales y el naturismo, en voz de especialistas cervolarios y médicos tradicionales.

Con ustedes, Rodrigo Mondragón. ¡Comenzamos! Hola, ¿qué tal amigos? Muy buenas tardes.

Con ustedes, Rodrigo Mondragón, la voz del Ángel de Tu Salud.

Con el gusto y placer de siempre.

Platiquemos ahora acerca de lo que es la endometritis.

La endometritis, bueno, se le conoce coloquialmente como inflamación e infección de la matriz, así también podemos referirnos.

Eso es una endometritis.

Es la inflamación e infección del endometrio.

¿Cuál es el endometrio? Pues es el revestimiento interno del útero, o sea, de la matriz, en términos más coloquiales.

Su forro, ¿no? Su tapiz, su interior.

Ese es el endometrio.

Se irrita, ¿sí? Se inflama, se infecta, se infecta con gérmenes.

Generalmente son bacterias.

Y pues hay dos tipos de endometritis.

Puede ser aguda, cuando aparece de repente.

Dura poco. A menudo está relacionada con un evento recién.

Puede ser una endometritis crónica.

Es una inflamación que persiste ya por un tiempo largo, ¿no? A veces es difícil de detectar porque sus síntomas a veces no son tan marcados o no son muy específicos.

Vamos a ver las causas en términos globales, términos generales.

Puede ser que se contraiga este padecimiento después de un parto o después de un aborto.

Es una causa frecuente, ya sea después de un parto vaginal, una cesárea, un aborto espontáneo o inducido, puede ser.

El cuello del útero se abre y eso facilita la entrada de bacterias.

Puede ser por algún procedimiento ginecológico.

Cualquier intervención que implique entrar al útero, como la inserción de un DIU, una biopsia de endometrio, un legrado, una histeroscopia.

Puede ser cualquiera de esas cosas, ¿no? También puede ser una infección por transmisión sexual.

Puede ser la clamidia, puede ser la gonorrea, que pueden ascender desde el cuello úterino hasta el útero.

Puede ser por restos de tejido también.

A veces después de un parto o un aborto quedan pequeños fragmentos de placenta o de tejido que pueden favorecer el crecimiento de los gérmenes.

Síntomas más frecuentes, pues hay fiebre, que es una clara señal de infección.

Dolor, también hay presencia de dolor en la parte baja del abdomen o en la pelvis, a veces con una sensación de pesadez.

Presencia de flujo vaginal anormal, que puede ser más abundante de lo normal, con mal olor y de un color inusual, amarillento, verdoso, incluso con sangre.

Presencia de un sangrado irregular, o sea, fuera del periodo menstrual normal, o más abundante de lo esperado.

Presencia de un malestar general, sentirse la persona cansada, débil o muy indispuesta.

Vamos a detalles acerca de los síntomas y signos, vamos a ampliar la explicación.

Cuando hay fiebre, decíamos.

Sabemos que es un aumento de la temperatura corporal, a menudo uno de los primeros indicadores de que hay infección, hay fiebre primero.

Hablábamos de un dolor abdominal o pélvico bajo.

Puede sentirse como un dolor sordo, cólicos, una sensibilidad al tacto en la parte inferior del abdomen o en la pelvis.

Ese flujo anormal vaginal, una cantidad inusual, decíamos del color amarillento, verdoso y puede tener un mal olor, por supuesto.

Hay dolor durante las relaciones sexuales, malestar o dolor en la pelvis o el útero después de una relación.

Presencia de hinchazón o sensibilidad en el abdomen, o sea que el abdomen puede sentirse distendido o sensible al tacto.

Escalofríos también, experimenta la persona.

Esa sensación de frío con temblores, claro, a menudo acompañando a la fiebre.

Incluso puede haber un aumento del ritmo cardíaco, o sea un pulso más rápido de lo normal.

Hay dolor al orinar, molestia o ardor al ir al baño, hacer pipí.

También la persona experimenta dolor durante la defecación, ese malestar al evacuar los intestinos.

Constipación, que es la dificultad o infrecuencia en las evacuaciones intestinales.

La persona tiene pérdida de apetito, o sea, le faltan ganas de comer.

Experimenta náuseas o vómitos.

Esa sensación de mareo y ganas de vomitar, es la náusea.

Se siente con una fatiga persistente.

Es como un cansancio extremo que no mejora ni aun descansando.

Sigue sintiéndose la persona muy fatigada.