El Ángel de tu Salud - Té Cora**

Este es su programa, El Ángel de Tu Salud.

Conozca el maravilloso universo de las plantas medicinales y el naturismo en voz de especialistas herbolarios y médicos tradicionales.

Con ustedes, Rodrigo Mondragón.

Comenzamos.

Hola, qué tal, amigos? Muy buenas tardes con ustedes.

Rodrigo Mondragón, la voz del Ángel de Tu Salud.

Con el gusto y placer de siempre.

Toca platicar acerca de la halitosis sistémica.

Mal aliento hepático.

Ah, bueno, que la boca nos huela.

Decimos a hígado desagradable.

Bueno, es de origen interno.

No tiene que ver con con la boca, no con el área oral.

Es interno.

A diferencia del mal aliento común, pues ese se origina en la boca.

En el caso de la halitosis sistémica, tiene su raíz en procesos metabólicos o en padecimientos que afectan los órganos internos, como en este caso.

La charla del día de hoy se refiere a daños en el hígado.

Si sale el olor, la persona no lo detecta.

Te dice fetor hepático.

El término específico para el mal aliento asociado a problemas hepáticos es fetor, así con F, fetor hepático.

¿Cómo es el olor? ¿Cuáles son sus características? El fetor hepático a menudo se describe como un olor ligeramente dulce, mohoso, como a tierra húmeda. Bueno, es subjetivo.

En fin, lo más común es que nos digan que huele a hígado.

Difícil saberlo, porque hoy en día no se tiene contacto con este órgano en alimentación, con un hígado.

Pero bueno, es fétido, es apestoso.

¿Y por qué está causado este olor? Por una disfunción hepática.

Ya hay incapacidad del hígado para metabolizar cierta sustancia de manera correcta y adecuada.

Entonces eso conduce a la acumulación de compuestos volátiles en el torrente sanguíneo.

Estos compuestos son luego liberados a través de los pulmones durante la respiración.

Es así como se genera el olor característico en la respiración en donde se detecta, bueno, de la persona que tiene este problema.

Ese olor fétido, ¿no? Pues claro, puede indicar, eso hay que estar al pendiente, una enfermedad hepática avanzada.

Cuando hay presencia de fetor hepático, o sea, mal aliento hepático.

Bueno, a menudo sugiere una enfermedad hepática que ya es significativa o que está en etapas avanzadas.

Bueno, hay que ver las causas, ¿no? Distinguir las causas del mal aliento.

Es crucial diferenciar el fetor hepático de otras causas, como la litosis, ¿no? Pero eso se refiere a una higiene bucal deficiente, a problemas dentales o quizá a afecciones gastrointestinales.

Pero aquí estamos hablando directamente de lo que es un hígado que está con alteraciones.

Puede variar de intensidad, por supuesto.

La intensidad del olor puede fluctuar.

Dependiendo de el estado que tenga la función hepática, también depende de otros factores.

Ahora, pues no siempre está presente en todas las enfermedades hepáticas este fetor hepático.

O sea que no todas las personas con enfermedad hepática van a desarrollar el fetor hepático, el mal aliento hepático del hígado.

Su presencia y la prominencia dependen de la naturaleza y la gravedad de la afección.

Según esté la situación de avanzada, pues así como se va a detectar lo intenso o ligero del aliento.

Bueno, ya nos imaginamos, ¿no? O quizás ya hemos, pues, percibido.

En otras personas no le decimos nada, claro.

Es penoso.

Para nosotros decirlo, para ellos, que los pongamos en evidencia, mejor así lo dejamos, decimos.

Entonces, más fácil que otros noten el olor en el aliento del individuo que está afectado, ¿no? Más fácil que otros lo noten que la propia persona.

Y nadie le dice.

Hay un posible sabor metálico extraño en la boca también.

Algunas personas pueden referir