Ángeles muertos, puntos ciegos y motos con alma

Viajo en moto. Un podcast de viajes, de aventura, de lugares lejanos o no tanto, y de grandes viajeros o no tan grandes. Hola estimada chavalería, aquí comienza Viajo en moto, el programa de los viajes en moto. Con Roberto Naveiras. Con Traged Geisha en Asturias, en el norte de la península ibérica. Hablamos de viajes en moto, viajes en camión, viajes en furgoneta y mil cosas más. Hola a todo el mundo, cómo está mi muchachada intrépida, rodando con calores, como he podido comprobar ayer. Día de Murcia hace unas pocas horas y ya estoy de nuevo en los estudios centrales, gozando de la calidad de los materiales que hay aquí en este escritorio para trabajar súper a gusto.

No he visto mucha moto estos días, supongo que también algo tuvo que ver mis jornadas de relajo en la playa, que no eran el mejor sitio para ver motos. Bueno, motos de agua sí, que pasaba cada dos por tres, una pequeña horda. Pero oiga, que no he visto motos, pero qué gusto el agua calentita del Mediterráneo. Hace 15 días en Sanxianxu ni se me pasaba por la cabeza meterme a nadar en esas aguas gélidas, cercanas al punto de congelación. Pero en el Mediterráneo, ay amigo, ese mar, eso es otra cosa, cómo me gusta.

Regresando a casa se me ocurrió que podía hablaros un poco del tráfico, que en algunos puntos era abundante y pesadísimo. La gente es la gente, gente que no pone el intermitente, otros que se adueñan del carril central como emperadores del asfalto, giros inesperados, incorporaciones express, adelantamientos temerarios, rotondas sin manual de instrucciones, todo un compendio de mala educación, de nulo respeto, de la... ahí me las den todas.

A veces tengo la impresión de que cada vez se conduce peor, y eso nos pasa a muchos motoristas, tener esa sensación, porque estamos acostumbrados a señalizar absolutamente todo lo que vamos a hacer, y en general estamos acostumbrados a andar con mil ojos cada vez que salimos a la carretera. Conducción defensiva, como si fuésemos los ratoncillos del asfalto.

Conduce como si todos los demás usuarios de la vía fueran gilipollas. Me dieron este consejo una vez y desde entonces lo aplico a rajatabla. Aunque eso a veces, o casi siempre, implica pensar que el resto de la humanidad es imbécil, y yo no, me da igual. Me da igual hacer ese ejercicio de superioridad moral. Conduzco como si todos los demás usuarios de la vía fueran gilipollas y fuesen a meter la pata en algo, a no señalizar, o a hacer una jaimitada.

Y bueno, me va bastante bien conduciendo así. Otros le llaman conducción defensiva. Bueno, yo soy un poco más expeditivo con eso. Y volviendo al tráfico, en el viaje este de vuelta, volviendo al tráfico de regreso de Murcia, en los tramos de autovía, que también lo subo, te da tiempo a fijarte en muchos detalles de lo que sucede en la carretera. Por ejemplo, hace un tiempo que los camiones llevan una pegatina que pone Angles Morts. En francés.

La primera vez que vi una pegatina de Angles Morts en un camión pensé, mira tú qué detalle, que Francia rinde homenaje a los camioneros caídos en acto de servicio y lo hace con arte urbano en los laterales del tráiler o en la parte de atrás. Pero no, no eran ángeles muertos, que era lo que yo había leído.