Araceli, buenas noches, ¿cómo estás?
Pues mal.
¿Qué ocurre, Araceli?
No sé, creo que me estoy volviendo loca.
¿A qué hora tienes?
Treinta y dos.
¿Por qué piensas que te estás volviendo loca?
Porque tengo un problema de ansiedad desde hace muchos años,
pero veo que no recupero y que voy a peor.
Oye, Araceli, la ansiedad en sí no es nunca el problema.
La ansiedad es la respuesta a un problema.
¿Cuál es el problema?
No sé por dónde empezar.
Lo digo porque la ansiedad simplemente son síntomas.
La ansiedad es la respuesta...
Ya, ya lo sé, pero es que si no vas al problema y lo resuelves,
la ansiedad va a estar ahí.
Puedes tomar pastillas para calmar la ansiedad,
pero los síntomas van a estar ahí.
Ya.
¿De acuerdo? Entonces hablemos de los problemas que tienes.
A ver, ¿qué problemas tienes?
Bueno, a ver, el principal y creo que es el que más me afecta es...
A ver, yo tengo una familia que es encantadora,
pero tengo un hermano que cayó en la droga
y desde entonces no he levantado cabeza.
¿Dónde está tu hermano?
Mi hermano estuvo en un centro y, bueno, dejó la coca y todo,
pero sigue con los porros y no hay manera.
¿Cuánto tiempo estuvo en el centro?
Casi dos años.
¿En qué ciudad?
En Tarragona.
Vaya, ¿en qué centro?
No te sé decir el nombre, estaba cerca de Mont Blanc.
Ya, y le funcionó, ¿eh?, le ayudó.
Sí, salió muy bien, salió al piso terapéutico,
pero volvió otra vez con los porros y es que no hay manera.
Bueno, ¿y ahora que está con los porros?
Sí, sí.
¿Solo con porros o está con más?
No, no, no, no, solo con porros.
¿Y a ti te afecta esto?
Me afecta por mis padres.
Ah, porque lo están pasando mal.
¿Qué edad tiene tu hermano?
Treinta.
¿Trabaja?
No.
¿Qué haces en tu vida?
Dormir.
¿Sí?
¿Está en casa?
No, bueno, él está con mis padres fuera, en Gerona,
yo estoy aquí en Barcelona.
Oye, ¿y tú sufres mucho porque ves a tus padres sufrir?
Tu madre te cuenta todo lo que está pasando y tú te pones enferma.
Es que yo tengo un problema, porque tengo mis padres por un lado,
luego mi hermano por otro, que cuando él tiene sus porros no le pasa nada, está bien,
y luego mi pareja por otro, que él ve lo que nos ha hecho pasar.
Sí, ¿entonces qué pasa con la pareja?
No, y claro, cuando viene aquí a casa, pues es normal que no quiera aquí.
Cuando viene a casa, ¿qué dices que es normal, perdona?
Que, a ver, yo veo que es normal que mi pareja aquí no lo quiera,
porque él ha visto todo lo que nos ha hecho,
que son cosas de tener que llamar a la policía y todo,
eso es lo que más me afecta, pero es que...
Oye, ¿por qué no abordamos primero este problema, el problema de tu hermano?
Es que ya no sé qué hacer, porque tampoco se puede hablar con él.
¿Él ha pedido ayuda alguna vez?
Sí, pero él ahora dice que él a un psicólogo,
que él no le tiene que encontrar sus problemas a nadie,
porque yo le digo es que tú tienes una distorsión de la realidad,
y con él tengo que decirle a todo que sí,
pero este fin de semana ha estado en casa de mi padre...
¿Puedes hablar con él? ¿Y qué ha pasado este fin de semana?
Y le faltaba, porque claro, mis pares económicamente van muy mal,
y se ha puesto otra vez como el loco, dando golpes,
a ver, a nosotros nunca nos ha pegado, ni ha robado, ni nada, que sepamos.
No puedo, tío, porque encima es que es impotencia,
porque no le puedo decir nada, porque me da miedo.
Oye, y si yo le llamo, ¿podría hablar con él ahora?
Pues no lo sé.
¿Tiene móvil él, personal?
Yo preferiría hablar yo antes con él.
¿Por qué? Si tú hablas con él, ¿te va a decir que no quiere hablar con él?
Es que ahora, claro, si él habla, bueno, ya sé que el tema de la droga lo conoces de sobra,
pero bueno, él va a empezar, que es que...
Bueno, pero no pasa nada, yo le llamo y le ofrezco ayuda y punto, nada más.
Lo voy a hacer bien, tranquila.
Déjame su móvil, que le llamo ahora.
¿Me lo pasas fuera?
Sí, que voy a coger mi móvil...
Me lo pasas fuera de Antena, no cuelgues, ¿eh?
Vale.
Momentos con Luis Rodríguez.
Mami, mami.