ANTOLOGÍA MCREADY: CAPÍTULO 17. 3. NIKO

Macreedy capítulo diecisiete tres nico bajo un puente se despertó nikolai el rudo engendró chaparro y alegre que solucionaba todas sus rencillas a golpes y sus altercados a machetazos nada se le escapaba a sus ojos negros y nacarados dispuestos algo juntos en un rostro aceitunado bajo unos párpados gruesos y grises pero al despertar repentino bajo un desconocido puente de gruesas pie podrás cuya columna central velaba por la estabilidad de toda la estructura lo sobresalto no entendía dónde estaba pero tampoco cómo había llegado hasta la ribera de aquel río desconocido azul y ruidoso sin mover un ápice su corto y robusto cuerpo cuyo pie derecho quedaba sumergido dentro de la fresca agua ribereña pensó detenidamente que había podido pasarle lo último que recordaba era una sensación de ahogo mientras la cosa amorfa lo devoraba y envolvía para asimilar su estrofa tura celular recordaba también a su compañero gay junto a él riendo a carcajada ante la revelación de que aquella monstruosidad espacial estaba perdiendo su capacidad de suplantar la vida en la tierra recordó por un instante a sus los amigos de hazañas örjan y ya ya que desde lo alto del azafrán nombre asignado por el mismo a su último vehículo rodado intentaban aniquilar la bestia estelar con la orina mortal del primero por unos segundos esas imágenes lo hice un sentir extraño pues le parecieron lejanas como si de un sueño antiguo se tratara sin embargo sabía que eran ciertas tan ciertas como el lugar donde ahora se va miró en derredor y trató de moverse un poco aunque entumecido por haber estado mucho tiempo en una misma postura pudo sentir el agua corriendo por su pezuña derecha y se sintió aliviado el fresco roce le hizo sentir que no nada malo podía pasarle y aunque era un pensamiento absurdo lo absurdo de aquella idea le pareció justamente muy razonable alzó la cabeza hacia el cauce y pudo ver pasmado de asombro que a su alrededor una gran cantidad de gatos de infinitos tamaños y variados colores lo observaban sentados desde su otro lado del río en formación algo deforme por una disposición irregular debido a lo abrupto del terreno y las diferentes alturas que se podían observar al otro lado no se preguntó de dónde venían o si estaban allí para asediar lo atacarle pues para él estos animales representaban la gracia y la te ternura desde su más tierna infancia recordaba que allá en su madre patria rusa vivió rodeado de pequeños felinos y hasta donde podía recordar todos y cada uno de los gatitos y gatos nes que habia conocido lo habían querido a rabiar por ser de su agrado el juego de ataque y persecución por los pasillos patios y estancias de la estación militar donde fue criado le dio la impresión de que aquellos gatos sabían que era un amigo de su especie milenaria antigua sagaz y libre de esclavitud por ese motivo sonrió uno de los felinos