Los árboles

¡Bienvenidas a la nueva temporada de Amargor! ¡Uh! Es la quinta temporada ya.

¡Buah! ¡Qué barbaridad! Bueno, voy a quitar esta música tan molona, porque...

Porque no tengo los derechos y luego me joden.

Ah, sí, sí, sí, sí, sí.

Empezamos con fuerza la quinta temporada de Amargor, pero con un tema que quizá no sea el más comercial, ni el más atrevido, ni el más emocionante.

Hoy, para inaugurar la quinta temporada de Amargor, os quiero hablar de los árboles.

Porque ¿os habéis fijado alguna vez en los árboles? Evidentemente, todos hemos visto árboles en nuestra vida, pero fijémonos bien, porque son seres fascinantes.

Muchas veces se nos olvida que son seres vivos.

Los vemos ahí, plantados en las ciudades, soportando los humos de los coches, las montañas de basura a su lado, un marco de ventana apoyado en el tronco.

Y nos parecen farolas.

Nos parece que sean parte del mobiliario urbano, como las marquesinas, pero no.

Los árboles están vivos.

Y están ahí, plantados con toda la paciencia del mundo, viéndonos pasar a su lado.

Quién sabe si riéndose de nosotros.

Y me apetece hablar de los árboles desde esta ciudad infernal que es Madrid, donde tenemos al alcalde más arboricida de España.

Porque lo único que hace es talarlos para construir garajes subterráneos o nuevas bocas de metro.

Y no los planta, ni aunque los vecinos se estén asando literalmente en la Puerta del Sol, y prefiere gastarse 13 milloncejos de nada en reformar la plaza para convertirla en un erial, lleno de piedra, sin una mala maceta.

Eso sí, se gasta otro par de millones más en poner y después quitar los tolditos esos que parecen una broma de mal gusto.

¡Ah! Y quiero hablar hoy de los árboles después de los gravísimos incendios del oeste español este verano, donde los gobiernos autonómicos, todos del mismo partido, ¡qué casualidad!, no han estado a la altura en la protección a la naturaleza.

Total, que quiero hablar de los árboles.

Esta canción de La Unión, que se titula Altos y Frondosos, me lleva de nuevo a mi adolescencia.

La Unión era un grupo prometedor, producido por Nacho Cano cuando era artista y no instigador televisivo de golpes de Estado.

En aquella época, Nacho Cano me parecía poco menos que un genio y todas sus producciones, como La Unión, Betty Troop o Magenta, me parecían...