Arquitectura y fotografía

Aquí comienza Habitar entre Líneas, un podcast del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia sobre arquitectura y cultura. Una propuesta para leer y ver entre líneas, activar la imaginación y crear nuevos espacios habitables de reflexión y pensamiento.

Aprovechando la exposición El buen vivir, fotografías de Milena Villalba, que se presenta en la Sala de Exposiciones del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, reunimos a tres fotógrafas para hablar de las relaciones entre arquitectura y fotografía.

La propia Milena, así como Germán Cabo y Diego Opazo, cumplen una larga trayectoria como fotógrafas de arquitectura y mediante esta conversación en la que se comparten puntos de vista, experiencias profesionales y propósitos creativos, descubrimos tres formas diferenciadas de ver y hacer que en definitiva no hacen sino enriquecer el diálogo y las múltiples perspectivas que encierra el binomio que hoy nos ocupa.

Bueno, pues vamos a hablar de esta relación entre la arquitectura y la fotografía y vamos a hablar precisamente con tres personas que se dedican a la fotografía, que son fotógrafas y que, bueno, no en todos los casos, pero son arquitectos también.

Ahora comentaremos eso.

Vamos a dar la bienvenida a continuación a Milena Villalba.

Buenos días.

Buenos días.

También está con nosotros aquí Germán Cabo. Hola, Germán.

Hola, buenos días, Santi.

Y también está Diego Opazo. Hola, Diego.

Hola, muy buenos días.

Bueno, pues muchísimas gracias por estar aquí en Habitar Entre Líneas.

Y para empezar y un poco a modo de presentación, para poner en contexto esta charla sobre arquitectura y fotografía, me gustaría que nos contaseis de dónde viene y cómo surge vuestra vinculación precisamente con la arquitectura desde el punto de vista de la fotografía.

Y en este punto me gustaría que nos contaseis también cuál es vuestra formación y cómo llegáis a convertiros en fotógrafas de arquitectura.

Realmente mi vinculación con la fotografía previamente al hecho de ser fotógrafo, más allá de gustarme la fotografía, de la afición de mi padre en su momento, realmente no es tanta.

Cuando acabé arquitectura, como era época de crisis, 2011 no había absolutamente trabajo, como mucha gente decidía hacer un máster.

Entonces tuve la opción de hacer máster de fotografía o de conservación de patrimonio y me decanté por el de conservación de patrimonio.

Pero ¿qué pasó? Que durante la realización de ese máster hicimos muchísimos viajes y entonces ahí me solté muchísimo con el tema de la fotografía.

Y claro, mientras hacía el máster empecé a compaginar con hacer fotos y poquito a poco se me fue yendo de las manos hasta el día de hoy.

Yo un poco parecía Germán en cuanto a mi relación con la fotografía antes de ser fotógrafa.

Es curioso que no era tanta, incluso no soportaba que me hiciesen fotos.

Por lo menos cuando era pequeña, a mi padre sí que le gustaba mucho hacer fotos.

Y bueno, mientras estudiaba la carrera, bueno, también es que no estaba el digital tan extendido.

Entonces daba como un poco más de cosita, como gastar carretes y tal.

Pero siempre me había sentido muy atraída.

Y entonces, bueno, pues cuando acabé arquitectura, también acabé en este momento un poco de crisis, que no había nada.

Y bueno, me puse a estudiar fotografía en la Escuela de Arte y Diseño de aquí de Valencia.

Y bueno, no tenía intención de ser fotógrafa, ni mucho menos.

Pero bueno, pues me fui como metiendo, metiendo, metiendo.

Descubrí un poco como este campo, porque cuando estudiábamos arquitectura, yo un poco como que lo desconocía, la figura.

Y bueno, pues fue saliendo como poco a poco, amigos que van acabando cosas.

Y bueno, la verdad es que me fui metiendo y me encantó.

Y a día de hoy pues estoy también muy contenta.

Bueno, en mi caso ha sido el sentido inverso totalmente.

Mi relación estrecha con la arquitectura fue a través de la fotografía.

O sea, mi interés por la fotografía y mi primera cámara empezó a los 11, 12 años.

Y de ahí no he parado hasta ahora.

Y no tenía un real interés en la arquitectura.

Mi hermano estudió arquitectura cuatro años, luego lo dejó.

Vi lo que era, lo duro que era.

Me interesó, o sea, sí que me interesó, me gustó, pero no tenía mayor interés.

Llevaba muchos años haciendo muchos tipos de fotos, sobre todo reportaje, viajar, realizar series de fotografía.

Precisamente estaba un poco cansado de lo que hacía, del tipo de fotografía que hacía.

Ya estaba haciendo un cambio en mi trabajo personal fotográfico y aparecieron unos amigos, unos arquitectos, y me dijeron oye, digo, ¿harías unas fotos de una obra pequeñita? Claro, claro que sí, muy atrevido, sin ninguna contemplación fui y lo hice.

Y mi primer acercamiento a la arquitectura fue realmente formal, visual, a través del lenguaje de la fotografía.