Arquitectura, Ingeniería y sostenibilidad: El futuro de los centros comerciales con GARBERA | Rehabilita Con Éxito #33

Borja Gabilondo, ¿cómo estás? Hola Martín, ¿cómo estás? ¿De qué hemos hablado a lo largo de estos pasados meses? De muchas cosas, de muchos tipos de obras, de muchos tipos de...

Este año y medio llevamos ya temas...

De rehabilitaciones en edificios a veces incluso complicados, ¿no? Patrimonio de todos, sí.

Sí, pero hoy vamos... Bueno, en esos edificios en los que hemos hablado muchas veces la actividad comercial o empresarial que se realizaría dentro de esos edificios apenas se veía afectada.

En cambio, hoy vamos a hablar de un edificio muy especial en el que la actividad comercial que hay dentro apenas se tenía que ver afectada en su rehabilitación, reforma o transformación.

Hoy en Rehabilita con Éxito hablamos de la rehabilitación o la reforma o la transformación de un centro comercial.

Porque hoy vamos a hablar de la reforma o la rehabilitación de un centro como es el Centro Comercial Garbera en San Sebastián.

Os voy a dar un dato, el primer centro comercial que llegó a Guipuzcoa eran Galerías Comerciales Mamut.

¿Te acuerdas? Me acuerdo, yo era muy niño.

Bueno, pues eso fue en 1977.

Transformaba totalmente lo que era la compra habitual a todos los guipuzcoanos y guipuzcoanas.

Hoy día contamos con un centro comercial como el de Garbera que ha sido muy premiado y ha sido un antes y un después a la hora de ver no solo ya el concepto de centro comercial sino de su reforma o su reconstrucción.

Para ello tenemos con nosotros a Nuria Vegas que es la gerente del Centro Comercial Garbera.

Nuria, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Hola, encantada de estar aquí.

Y a Santiago Pérez Ocáriz que es arquitecto y es director de proyectos de CREAN, la consultoría, la ingeniería que se ha encargado un poquito de que todo eso se lleve a cabo.

¿No, Santi? Sí, eso es.

¿Qué tal? ¿Cómo estás? Muy bien.

Bueno, yo me acuerdo, fijaos cómo van las cosas, he llegado a conocer, no sé si vosotros, la tienda de ultramarinos debajo de mi casa la llevaba una pareja, me acuerdo que se llamaba Joaquín y Rosa.

Joaquín llevaba, me acuerdo perfectamente, una bata de estas de taller y su mujer una bata delantal de estas de casa.

Era como bajar a casa y coger.

En aquel entonces la suma de lo que tú comprabas lo hacían en esas tiras que se usaban en las pastelerías para proteger las tartas cuando las compras y él lo sumaba a mano.

Si se equivocaba a peor o a mejor, pues él se lo comía.

Esa era la tienda de ultramarinos.

Llegó en 1977 la revolución.

Llegaba Mamut, en aquel entonces, un centro comercial feo a rabiar con un parking pequeño, entiendo que mal posicionado porque sólo tenía una entrada y una salida, pero mal puestas.

Eso sí, al lado de la autopista o de la autovía, ¿no? Pero aquello fue un poco la revolución.

De repente nos encontramos con grandes carros y hacíamos la compra del mes.

Luego ya le siguió Prica, yo creo, también en el mismo término, en Oyarzún, en Guipúzcoa, pero ya conectado en la Nacional 1.

Y al cabo de unos años, ahora estamos hablando ya de hace 28, llegó a San Sebastián lo que entendíamos que podía ser la revolución del gran centro comercial.

Porque hasta entonces Mamut no era más que un hipermercado con dos tiendas en una galería muy mal puesta.

¿Tú la has llegado a conocer? Sí.

Tenía una galería con las primeras escaleras automáticas, que lo que hacíamos era subir y bajar.

En Prica no era más que un hipermercado.

Eso era lo que nosotros entendíamos como galerías comerciales.

Pero el verdadero primer centro comercial llegó en San Sebastián, en la ladera que lleva su nombre, que es Garbera, donde ahí se hizo un centro comercial en U, donde la base de la U era el hipermercado y las tiendas Las Alas.

No se tenía en cuenta el ocio, porque en aquel entonces igual el ocio no era tan importante.

Sí que hubo unos cines que luego se quitaron, pero en aquel entonces no se entendía el ocio.

Hoy día, tras cuatro o cinco años de obras, Empezamos a finales del 2018.

Con un COVID en medio que yo creo que os des más justo, o igual incluso os vino bien.

Bueno, yo creo que no.

Yo creo que el COVID no nos vino bien.

No nos vino bien a nadie.

Pero es verdad que nos ayudó también a reflexionar sobre el proyecto que teníamos preparado.

Pues eso, digo que cinco años después se ha reconstruido, se ha reformado todo el centro comercial.

Ya no sólo la arquitectura, sino también el concepto.

Sí, y no solamente ha sido una reconstrucción o, como has dicho, una rehabilitación, sino que también ha habido una extensión, una ampliación.

Lo que nos ha permitido es cambiar el concepto.

Tú lo has dicho.

Al final Garbera era un centro que dependía del hipermercado.

Era, vamos a decir, lo que nosotros llamamos la mediana que más clientes nos aportaba o lo que más generaba interés en el motivo de la visita.