El asesinato del alambre de queso

Crímenes y criminales con Luis Martínez Valles. Vamos a acercarnos al conocido como el asesinato del alambre de queso. Y no es que fuera un alambre de queso, sino es, alguna vez lo habréis visto, es un alambre que tiene en cada punta como un mango de madera que cuando tú lo tensas pues corta mucho y en quesos muy grandes, pues a veces se utiliza para cortar de una forma haciendo bastante fuerza con ambas manos.

Pero claro, mal utilizado puede ser un arma asesina. Tenemos que irnos al 29 de septiembre de 1983 a la ciudad de Aberdeen en Escocia. Aquella tarde George Murdoch sale a trabajar, taxista de la ciudad, y decide pues ir a su turno, ir a buscar clientes con su taxi, con su Ford Cortina azul, intentando pues ganarse el pan como todos los días. Es más o menos las ocho y media de la noche cuando alguien ve aparcado su coche en Queen's Road, la ciudad de Aberdeen.

Alguien por lo visto también ve cómo un pasajero se monta en el taxi. El mensaje de Murdoch a la central fue claro, nos dirigimos a Cutler. Es una de las zonas digamos limítrofes de la ciudad, que casi ya es saliendo de la ciudad. Al parecer algo ocurre allí. Se detiene en Pitfordales Station Road, en las afueras de la ciudad como digo. Algo ocurre entre ellos, algo sucede, algo violento, en el que digamos que seguramente pues hay una pelea o hay quizá un asesinato frío. No lo sabemos.

El pasajero estrangula a Murdoch con esta herramienta, con este alambre de queso. Lo estrangula directamente apretando su cuello y dejando ahí al taxista muerto. Se dice que hay un par de jóvenes que han visto, más o menos, es que está un poco cogido por los pelos, más o menos, huir a alguien de la zona. La descripción es clara, es un hombre de entre 20 y 30 años, de compresión delgada, unos 70 de altura, cabello corto y moreno, vestido también con ropa oscura, que al parecer estos testimonios de estos chavales pues decían que podía haber estado manchada de sangre.

En un primer momento, en aquellas fechas, la policía trabajó duro para intentar encontrar al asesino de George. El asesinato tuvo bastante repercusión en prensa, de hecho a nivel nacional, y en la ciudad pues dejó pues una profunda preocupación. Ya se empezó a tildar, como digo, en la prensa ese nombre del asesino del alambre de queso. Algunos ya decían en aquellos artículos que hay que ver que si sacas eso de casa claramente quieres asesinar.

Es quizá que por eso no hubiese nada personal en este asesinato, sino simple, tan simple como alguien que quiere matar a otra persona y George Murdoch apareció en esa ecuación. La policía lo intentó, hizo una increíble barbaridad de interrogatorios preguntando a hombres que podrían encajar.