El asesinato de la profesora Roseann Quinn

Crímenes y criminales con Luis Martín Edvalles.

Rosian Quinn es una mujer amable. Trabaja como profesora en un colegio para niños sordos del Bronx, la Escuela San Josef. Es una mujer tremendamente querida, muy amable, todos los vecinos, compañeros de trabajo la quieren y la aprecian. Pero hay que ver que ella estaba sola, en una noche vieja.

La noche vieja del 31 de diciembre de 1972, en la que decidió ir a un bar para solteros conocido como WM Twitch. Estaba situado en el Upper West Side de Nueva York. Aquella noche se llenó de gente con ganas de fiesta, con ganas de alegría, alboroto, la entrada de un nuevo año. Siempre trae esos momentos, ¿verdad que? A la hora de la verdad nos unen un poco, todos cambiamos de año.

Allí estaba Rosian Quinn, una persona soltera más, que tenía 28 años y que realmente irradiaba simpatía. Ella era originaria de Nueva Jersey y vivía en un estudio cercano al bar, de hecho, al otro lado de la calle. Aquella noche se presenta alegre, buena fiesta, buen ambiente. Y de hecho parece que Rosian puede tener algo de suerte aquella noche, pues cree que ha conocido a un hombre simpático, a un hombre que le ha caído agradable, le ha caído... sí, parece un buen hombre. Se llama John Wayne Wilson. Ambos se fueron del bar, se fueron juntos, y claro, no tardaron en acabar en el apartamento de Rosian.

Lo que ocurrió allí queda un poco a la especulación, pero lo que sí está claro es que John la golpeó, la puñaló y la mutiló. Las autoridades así lo describieron. Rosian Quinn ha aparecido asesinada, golpeada y mutilada. El asesino, que ya se sabía que era John Wayne Wilson, huyó del lugar. El cuerpo de ella, por cierto, no fue encontrado hasta unos días después, el 3 de enero, cuando una profesora amiga fue a su casa viendo que no tenía noticias de ella.

Cuentan que su cuerpo fue encontrado en la cama, desnudo, acribillado a puñaladas y a golpes, y encima tenía una especie de figura, figura de yeso seguramente, con la que había sido golpeada en la cara, una figura que pesaba unos 30 kilos y que representaba al cuerpo de una mujer. Un médico forense que la examinó llegó a decir que tenía 18 puñaladas.

Luego se llegó a las especulaciones que, según decían, había dicho la policía de que podía haberse derivado todo de una discusión que acabó alcanzando ese asesinato. Cuentan que la muerte de Rosian fue un auténtico shock para quienes la conocieron. Sus compañeros de trabajo la describieron como una maestra amable que amaba a sus alumnos, que era realmente buena maestra.

Los vecinos también dijeron que era agradable, tranquila y tímida. Además algunos de mayor edad decían que vestía faldas y blusas, no esas cosas de hippies. Rastrearon los últimos movimientos de Quinn en ese bar. Enseguida no tardaron mucho en localizar a John Wayne Wilson, un hombre de 23 años que estaba en la casa de su hermano en Indianapolis.

Cinco días después del descubrimiento del cuerpo de Rosian estaba detenido.