Asesinatos de la Historia: Rosa Luxemburgo

Hola amantes de la criminología, os doy la bienvenida a un nuevo programa del
podcast llamado Cuadernos de Criminología, en el que hacemos acercamiento a temas de
interés criminológico. En este capítulo, en este episodio, quiero acercaros un caso
real, quiero acercaros el asesinato de una persona influyente en el mundo de la
política y que hizo temblar la opinión pública y, en cierto modo, la historia del
siglo XX europeo. Estoy hablando de una mujer extraordinariamente influyente en
su época llamada Rosa Luxemburgo. El asesinato de Rosa Luxemburgo ocurrió el
15 de enero de 1919 y es uno de los crímenes políticos más emblemáticos del
siglo XX. Su muerte, junto a la de Karl Leibniz, marcó un punto de inflexión en la
historia del socialismo europeo y dejó en evidencia la radicalización de la
violencia política en la Alemania de posguerra. La guerra de la que estoy
hablando es la primera guerra mundial. Desde un enfoque
criminológico y también histórico, voy a acercaros un análisis de su asesinato,
siempre contando con el contexto histórico, que en este caso hablaríamos
de esa revolución alemana ocurrida a finales de la primera guerra mundial
1918-1919. Vamos a explorar también las motivaciones de los perpetradores, el
impacto en la política de la época, ya per se muy convulsa, y las consecuencias
que tuvo en concreto para el movimiento comunista internacional. Pero antes de
todo eso, vamos a ver de forma sumera quién era Rosa Luxemburgo. Rosa
Luxemburgo nace en 1871, finales del último cuarto del siglo XIX, y fue una
teórica marxista, activista, revolucionaria y cofundadora del Partido
Comunista de Alemania, también conocido como el KPD. Nacida en realidad en
Polonia, en Samosk, entonces parte del imperio ruso, desde joven pues muestra un
espíritu crítico y una inteligencia excepcional. Se trasladó a Suiza para
estudiar economía y también filosofía, donde entra en contacto con ideas
revolucionarias, así como con sus pensadores, comenzando su militancia
política. A lo largo de su vida, Rosa Luxemburgo se destaca por su oposición
al revisionismo dentro del propio socialismo, argumentando que el
cambio no podría lograrse mediante reformas parlamentarias, sino a través de
una revolución proletaria. Su pensamiento lo encontramos en obras como la
acumulación del capital o en la reforma o revolución, donde criticaba el
capitalismo y defendía la necesidad de un movimiento obrero autónomo. Desde una
perspectiva algo más criminológica, Luxemburgo representaba una voz
disidente que desafiaba el orden establecido, lo que la convertía en un
blanco para aquellos que veían en sus ideas un peligro para la estabilidad
del estado alemán, es decir, acumulaba factores de riesgo para convertirse en
lo que además fue realmente su final, en víctima de una agresión. Su asesinato,
por tanto, no fue un crimen común sino un acto de violencia política con
clarísimas motivaciones ideológicas. Su activismo la convirtió además en una
enemiga no sólo de la facción de la derecha y de la ultraderecha, sino también
de los socialdemócratas más moderados que la consideraban una amenaza para la
estabilidad de la recién instaurada República de Weimar. ¿En qué momento
histórico nos encontramos? Como sabéis es siempre importante ir añadiendo todos
esos factores que explican el delito, la delincuencia, la criminalidad y en este
caso el contexto histórico nos va a dar un gran marco en el que situar un acto de
violencia como lo fue el asesinato de Rosa Luxemburgo.
Por eso vamos a situarlo en el contexto, concretamente en el de la Revolución
Alemana, la de 1918-19. Acaba de sufrir una amplísima y dolorosísima derrota
alemania en la Primera Guerra Mundial que le sumió en una crisis política y
social. La población sufrió por las privaciones de la guerra, el colapso
económico y un altísimo desempleo, mientras que el descontento
popular por todas estas cuestiones