Asistentes de IA: Cómo potenciar tu trabajo

Hola, emprendedores y emprendedoras en la vida, soy Juan Merodio.

En el podcast de hoy quiero hablarte de asistentes de Inteligencia Artificial para potenciar tu trabajo.

Seguro que has oído hablar decenas de veces sobre ello.

Pero la pregunta es, ¿los estás utilizando? Pero antes de ir de lleno a ello, quiero recordarte que en TechD acabamos de lanzar nuestro nuevo Máster de Experto de Inteligencia Artificial y Marketing Digital.

Un nuevo máster online de 3 meses, donde aprenderás a usar la IA y el marketing para vender más, automatizar tareas y tomar mejores decisiones.

Tendrás tutor, mentorías, acceso de por vida a los contenidos y por el precio no te preocupes porque puedes financiarlo desde 90 euros al mes.

Entra en el enlace que te dejo en la descripción y solicita más información.

Estamos en el episodio 898 y hoy es viernes 4 de abril de 2025.

Si sigues haciendo el marketing como hace 3 años o gestionando tu negocio como hace 3 o 4 años, déjame decirte que estás condenado.

Y no es por la competencia, ni es por la economía más que ahora esté así un poco más loca, ni es por el algoritmo que ya no es lo que era.

Es porque sigues creyendo que tu equipo, por sí solo, puede hacerlo todo sin aprovechar la única ventaja real que existe hoy, que se llama Inteligencia Artificial.

Sigues perdiendo horas o tu equipo haciendo tareas repetitivas que te quitan tiempo para centrarte en esas cosas que estás dejando de hacer.

Déjame contarte cómo lo hago y qué beneficios te puede traer.

Esto no es cuestión de dinero, es quizá tu mejor inversión.

Son sólo 20 euros al mes.

Muchos empresarios y marketers ven aún la Inteligencia Artificial como un juguete de frikis o algo demasiado técnico.

En cambio, los que entendemos los negocios sabemos que, por el precio de 2 cafés caros al mes, podemos tener un consultor 24x7 especializado en cualquier área que necesitamos.

La diferencia hoy entre la eficiencia y la mediocridad eficiente es que los primeros ya han incorporado asistentes de Inteligencia Artificial personalizados en su día a día.

Yo lo hice hace bastante tiempo y, honestamente, me cuesta pensar cómo hacía las cosas antes.

Imagina estos escenarios.

Un asistente de IA que te genere ideas de contenido para redes sociales en segundos en lugar de perder horas pensando en qué publicar.

Y cuidado, con esto no me refiero a que le preguntes al chat GPT, dame ideas para este target.

No.

Me refiero a hacerlo realmente bien, con datos, con datos reales que te permitan sacar esas ideas buenas.

Tener también un consultor que analiza datos de tu negocio y te dice en qué áreas puedes mejorar sin tener que esperar semanas para recibir un informe.

O una estratega de email marketing que te ayuda a mejorar esas tasas de apertura y conversión con mensajes optimizados basados en datos reales.

Para crear tu propio asistente de IA te diría que necesitas poco más de 5 minutos y no necesitas ser un programador ni un experto en tecnología.

Sólo necesitas aplicar un marco de trabajo.

Hay muchos marcos.

A mí hay uno que me gusta mucho, se llama RICCE, por sus siglas, es R-I-C-C-E, que es Rol, Instrucciones, Contexto, Condiciones y Evaluación, que básicamente significa decirle a la IA exactamente qué quieres que haga y bajo qué parámetros.

El primer punto es definirle un rol.

¿Qué necesitas? ¿Un copywriter? ¿Un analista de datos? ¿Un estratega financiero? Escríbeselo claro.

El segundo es dar las instrucciones.

No te quejes si la IA no entiende si le das órdenes vagas y dices que no está haciendo lo que quiera.

El problema no es la IA.

El problema es que no estás especificando bien lo que quieres lograr.

Tercero, dale contexto.

Cuéntale sobre tu negocio, sobre tus acciones de marketing, sobre tu tono de comunicación, sobre tu audiencia, cualquier información que consideres que es clave.

Imagínate que tienes ese consultor de verdad delante.

¿Qué le dirías? Haz lo mismo con la IA.

Cuatro, establece restricciones.

¿Quieres textos de menos de 500 palabras? ¿Quieres que no use jerga técnica? ¿Has hecho lo que no quieres que haga? Díselo.

Y cinco, evalúa los resultados.

Ajusta y optimiza conforme lo uses.

Esto no es lo hago una vez y ya es perfecto, sino que hay que ir perfeccionando e iterándolo.

Cuanto más alimentes con feedback, mejores será la respuesta.

Si yo lo he hecho, ¿qué he hecho?