El ataque otomano a Otranto (II)

8 de agosto del año 1480, los últimos resistentes cristianos de la ciudad italiana de Otranto se rindieron ante el invasor otomano. Mientras empezaban los saqueos, violaciones y asesinatos, el número de bajas de los habitantes ya alcanzaba la cifra de 6000 personas.

Solo una minoría testimonial logró escapar de la tragedia.

En días sucesivos el atacante turco desplazó a mujeres y niños hacia Albania con el objetivo de venderlos como esclavos, arrasó las iglesias de la ciudad de convertirlas en mezquitas y instaló una guarnición con objeto de prevenir una respuesta cristiana.

Los elementos políticos y también el vaivet de los acontecimientos fracasaron con la intentona turca de arrasar y de conquistar Italia, pero hoy en Almas del Medievo seguiremos detallando y hablando del ataque otomano de Otranto del año 1480, uno de los peores actos de guerra del siglo XV. Y para todo ello contaremos como ya es habitual con la inestimable presencia del historiador de Almas del Medievo, Héctor Martín, licenciado en Humanidades y licenciado también en Periodismo, y con el que hoy vamos a continuar hablando de un tema tan interesante como este, ¿verdad Héctor? Como has dicho, era de cajón que continuáramos con este tema porque nos consta que ha tenido bastante buena audiencia y hoy vamos a dar el punto final a esta desgraciada lucha de Otranto, esta intentona turca que terminó mal, porque ya hemos visto y si no recuerdo mal la pasada semana lo estábamos explicando que a Otranto no llega ayuda, que la población es una población minoritaria, que los artilleros turcos habían trasladado piezas de artillería que terminaron como no batiendo las murallas, que se quedaron también los cristianos con falta de líderes por muerte del gobernador, vimos que hay una serie de decisiones erróneas del arzobispo de la ciudad, que al final es el que queda como única autoridad más o menos legítima pero sin conocimientos militares, y esto todo conllevará y conducirá a una verdadera masacre, a un asesinato en masa que tiene tintes muy sádicos y que forma parte de una de las grandes carnicerías del siglo XV, carnicerías en este caso de musulmanes contra cristianos.

Vamos por iniciado este programa que hoy dedicamos a la segunda parte del asedio y conquista de Otranto por parte de los turcos, nos habíamos quedado en ese mes de agosto del año 1480 y más concretamente con una última resistencia desesperada de los últimos defensores cristianos de la ciudad de Otranto.

Nos situamos Héctor ya el día 8 de agosto, el día en que la ciudad por fin colapsa de forma absoluta.

Sí, ese es el día en que terminó casi todo o parte de lo que había empezado hacía ya unas dos o tres semanas y es que finalmente los otomanos entraron completamente en la ciudad.

El arzobispo Pendinelli, del que habíamos hablado la semana pasada, decide resistir dentro de lo que cabe con unos cuantos feligreses en la catedral, de hecho la catedral también será rodeada e invadida, y ahí encontrarán al arzobispo haciendo una celebración que a nosotros nos puede parecer algo fuera de lugar teniendo en cuenta la situación, pero Pendinelli como ya no sabe qué hacer decide realizar una misa con cientos de fieles y los turcos, que no están para tonterías, entran y directamente lo agarran y lo decapitan en el altar junto con otros religiosos.

Mujeres, niños fueron en ese momento capturados, era lo que había mayoritariamente en el interior del templo, y empezó una verdadera orgía de asesinatos, violaciones, saqueos, todo lo peor que puede producir el ser humano en una situación de guerra, básicamente también con un interés económico, porque muchos habitantes fueron tratados ya como simples esclavos para ser vendidos en cualquier parte del Imperio Otomano.

De hecho se calcula que los que no son hechos esclavos mueren más o menos unos 6.000 habitantes entre el asalto, las represalias iniciales, lo que son después los días tras esta caída, y los cañones digamos que fueron destruidos.