Átomos y Bits | Exploramos los sentidos

Saludos, bienvenidos. Comienza aquí Átomos y Bits. Esta semana, como todas las semanas, venimos por aquí para contaros cosas interesantes de la ciencia y de la técnica. Además, en el programa de hoy vamos a hacer un repaso a cuestiones científicas que afectan especialmente al ser humano y enseguida veréis cómo, de qué manera y de qué cosas vamos a hablar. Lo primero de todo, recordaros que contamos hoy con la realización técnica de Pilar Lloret, que enseguida José Manuel Nieves nos habla de lo bueno que hay en temas científicos y tecnológicos y que aquí en el micrófono el saludo es de Pedro Palomay.

Bueno, José Manuel, que ha estado estos últimos días en Groenlandia en misión secreta. No podemos explicaros mucho sobre el asunto, pero ha estado soportando temperaturas inferiores a los 53 grados bajo cero y ello ha derivado en este saludo. ¿Cómo te encuentras, José Manuel? Pues la próxima vez me llevo un jersey. Claro, ya te dije yo que irte con una camiseta de estas de tirantes no iba a ser bueno para el tiempo de Groenlandia, pero en fin.

Cuando era más joven sí que lo podía hacer. Bueno, vamos a salir adelante precisamente ya que andamos así tocadillos de la voz. Te advierto que yo también estoy aquí. Es que esta es una época muy mala con el tema de los resfriadillos que esperan ahí agazapados a la vuelta de la esquina. Vamos a hablar hoy precisamente del habla, de la voz y de cómo se puede analizar.

Claro, a ver, tú eres de los que si te vas un mes a Argentina vuelves con acento. Viste, lo belisco. O si te vas a Cataluña, vuelves con acento. O si te vas a Andalucía, vuelves con acento. O a Galicia. ¿Qué me dices, neneño? Yo tengo acento de todo el mundo.

Bueno, pues es decir, la forma de hablar, los patrones del habla cambian porque también están influenciados por el entorno. Así es. Y entonces dos investigadores norteamericanos de la Universidad de Minnesota, ni más ni menos, han encontrado una forma, pues la verdad es que muy inusual, porque este tema del que vamos a hablar hoy no es de los que solemos hablar aquí en Atomos y Bits, pero bueno, un sistema inusual para analizar cómo evolucionan las formas de hablar, los dialectos de las personas, a lo largo de los años.

Claro, ¿qué te hace falta para saber eso? Pues tienes que tener un registro de grabaciones de las personas que quieres analizar, o por lo menos de personas concretas, que te permitan comparar sus expresiones a lo largo del tiempo y ver cómo ha evolucionado el lenguaje. Y eso son muchas grabaciones a lo largo de muchos años, porque ¿quién tiene grabaciones de sí mismo suficientes como para llevar a cabo un estudio así? ¿De dónde sacan los investigadores eso? ¿De dónde sacan? Bueno, tú sí, porque todavía trabajas en la radio. Es posible encontrar, pero ¿de una persona normal? Bueno, pues estos investigadores...

Me estás sumando poco normal. No, estoy diciendo que si un investigador quisiera utilizar patrones de tu voz a lo largo de años, pues tendría muestras grabadas, pero de cualquier persona para hacer un estudio de cómo evoluciona la voz, pues no es tan fácil. Y entonces, ¿qué es lo que se les ha ocurrido a estos investigadores? Pues recurrir a una de las cantantes más famosas de la historia, una que, desde que era un adolescente, ha grabado cientos, probablemente miles de entrevistas para radios, televisiones, en todo el mundo, a lo largo de un montón de años. ¿Y de quién estamos hablando? Ni más ni menos que de Taylor Swift. ¡Toma! Ahí la tienes, ¿no? Claro, ¿cuántas entrevistas habrá de Taylor Swift grabadas en televisiones, en radios, en mil sitios? Infinitas.

De un montón de años. O sea, es prácticamente imposible saber cuántas hay, pero desde luego, material más que suficiente para hacer un estudio como este. Entonces, los investigadores cogieron grabaciones, ahora te contaré porque tiene miga la cosa, cogieron grabaciones de distintas épocas y, sobre todo, de distintas localizaciones geográficas, porque Taylor Swift se fue cambiando varias veces de dirección, no solo de dirección, sino de