

Description of Átomos y Bits | La oscura materia oscura
Átomos & Bits investiga si la extraña partícula que impactó en 2023 era de materia oscura, relata la épica migración de los arcosauromorfos y resume los resultados de la conferencia de desarrolladores de Apple.
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Bienvenidos a Átomos Civics. Esta semana estamos aquí para contaros cosas relacionadas con la ciencia, la tecnología y la innovación como todas las semanas anteriores y para aportaros por todas las novedades que tenemos encima de la mesa. Tenemos unas cuantas en el programa, nos caben las que nos caben y de ellas vamos a hablar, además con detalle, porque como todas las semanas hay asuntos especialmente interesantes. Lo primero de todo, recordar que la Realización Técnica corre a cargo de Esteban Novillo, que toda la información nos la trae José Manuel Nieves y que el saludo en el micrófono es de este que os habla, Pedro Pablo May.
Hablemos pues con nuestra fuente de información favorita, don José Manuel, ¿cómo está usted señor? ¿Qué tal? Pedro Pablo, fenomenal, muy bien. Me alegro porque hoy vamos a hablar de partículas imposibles y es imposible que hablemos de estas partículas, si no es que nos lo cuentes tú. Tenemos que hacer referencia a una en concreto que apareció por aquí hace un par de años más o menos y sobre la cual todavía hay bastantes especulaciones sobre su composición.
Pues sí, porque estamos, desde que se descubrieron, estamos como locos intentando capturar neutrinos. Son unas partículas, las llamaban las partículas fantasma, porque son tan ligeras, tan ligeras, apenas tienen masa y atraviesan la materia como si no existiera. El planeta de parte a parte lo atraviesan sin chocar con nada y resulta que se han construido varios detectores con unas aguas muy pesadas en las que estadísticamente uno de cada miles de millones de neutrinos pues choca con algo y entonces estos detectores de vez en cuando capturan uno.
Y bueno, ahora te explicaré para qué nos sirven estos neutrinos, pero el caso es que en febrero del año 23 uno de estos detectores que lo están acabando de construir, el KM3Net, que está a 800 metros bajo las aguas del Mediterráneo, frente a Italia, pues captó una señal, uno de estos supuestos neutrinos, pero que era absolutamente extraña.
Resulta que tenía una energía nunca vista, increíble, 220 petaelectronvoltios. ¿Eso cuánto es? Pues 35 veces más que la de cualquier neutrino detectado con anterioridad y miles de veces más que cualquier partícula que seamos capaces de producir en la Tierra, incluso con los más potentes aceleradores. O sea, fue un evento absolutamente extremo.
Según recuerdan los físicos, cuando recibieron los datos, el programa informático al intentar analizarlos se colapsó. No pudieron ni analizar ni saber exactamente cuánta potencia tenía eso. Bueno, fíjate, este detector, el KM3Net, todavía hoy está funcionando de forma parcial porque no está del todo construido.
Estará operativo del todo en el año 29, pero ya tiene una serie de, imagínate, como una especie de cuerdas que salen del fondo y van verticalmente hacia arriba. En esas cuerdas, cada X metros hay una esfera que es un detector. Entonces, en 2023 tenía desplegados una décima parte de los detectores cuando captaron este suceso inusual.
Y eso, claro, plantea una duda de cómo es posible que este detector, que en aquel momento era tan pequeño, recién encendido, pudiera ver el neutrino con mayor energía registrado en toda la historia, cuando otros detectores que son mucho más veteranos, como el IceCube, que está en el Polo Sur, a un kilómetro bajo el hielo. Ese detector está instalado bajo los hielos de la Antártida. Mucho más grande, con años de experiencia, pues nunca había detectado nada parecido. ¿Cómo es posible? Es que esta energía de 220 petaelectronvoltios, en el fondo equivale a la energía de un grano de arena que cae en el desierto.
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