Átomos y Bits | Los extraños detalles de 3I/ATLAS

Saludos, bienvenidos a Tomos y Bits. Aquí estamos inaugurando esta nueva temporada después del veranito en este mes de septiembre que ha entrado con fresquete y bien que se agradece después de los rigores estivales y dispuestos pues como hemos estado todo este verano a seguiros ilustrando, a seguiros contando, a seguiros asombrando y nosotros con vosotros de las últimas novedades informativas en relación con la ciencia y la tecnología. El programa de hoy, como todos, con asuntos muy interesantes que enseguida vamos a destripar. Esteman Novillo es encargado de la realización técnica, José Manuel Nieves nos los va a contar en breve y desde el micrófono saluda Pedro Pablo May.

Don José Manuel, ¿cómo estás? ¿Has guardado ya el bañador? Bueno, he guardado el bañador los pocos días que hemos podido estar porque aquí hemos estado todo el mes de agosto con el pico al techo. Por eso digo, pero vamos, no vamos a engañar... Los pocos baños que me has dejado darme me los he dado. No vamos a engañar a nuestra audiencia que estábamos grabando desde el chiringuito. Ay, ay, ay, que ya me has hecho quedar como un mentiroso. No, no, no, es una precisión. O sea, yo estaba en el chiringuito, tú estabas ahí currando como un campeón y yo estaba en el chiringuito con él.

Y con los cascos escuchándome. Ahí está. Entonces, como ya hemos vuelto a nuestro ser, pues vamos a volver a investigar un poquito sobre el punto científico y ya sabemos, y si no lo sabéis, pues ya es hora de que se enteréis de que aquí nos interesa mucho todo lo que tiene que ver con el espacio y especialmente en los últimos tiempos con los objetos interestelares que llegan pasan por aquí, nos dejan preguntas, misterios, informaciones que nos interesa conocer un poquito más a fondo.

Hoy vamos a hablar de uno de los objetos, de uno de esos objetos en los que, como no, nuestro telescopio favorito, el James Webb, ha descubierto algo inusual. ¿Qué ha descubierto en ese objeto interestelar? ¿Ha descubierto acaso un campo de golf de los marcianos? No. Ahora te cuento, primero un poquitito de historia. Este objeto es el 3i Atlas. Este objeto fue descubierto a principios de julio y lo descubrió el sistema Atlas, que es el sistema de alerta temprana de objetos que tienen alguna posibilidad de chocar con la Tierra. ¿Qué pasa? Pues que en aquel momento ya salió en los medios, a principios de julio, porque a medida que se iba acercando, pues iban aumentando las posibilidades de un impacto posible con la Tierra para el año 2028.

Un 1, un 2% llegó a estar, pero luego eso se deshinchó. Pero eso no quita que este sea el tercer objeto interestelar, de ahí el nombre 3i, tercer objeto interestelar Atlas, por el sistema que lo descubrió. Pues es que en toda la historia de la astronomía solamente hemos sido capaces de descubrir tres objetos que vienen de fuera de nuestro sistema solar.

Es decir, que se formaron al calor y al abrigo de otra estrella ajena al sol. No sabemos cómo de lejos. Y los tres en los últimos tiempos además. Bueno, pero eso lo que significa es que empezamos a tener tecnología para verlos. Seguro que siguen pasando y hay muchísimos más que no hemos detectado y desde hace un montón de tiempo. Lo que pasa es que no es fácil.

Son objetos que viajan muy rápido. Este 3i Atlas va a más de 200.000 kilómetros por hora, que se dice pronto. Atraviesan el sistema solar de una punta a otra y hay muy poco tiempo de reacción. Para enfocar en los telescopios, míralos durante el tiempo suficiente, darle todas las pruebas. Cuando quieres hacer todas las pruebas ya se te ha escapado.

Entonces, ¿qué pasa? Que dejan muy mal sabor de boca. Muy mal sabor de boca porque no los puedes estudiar con el detalle y la profundidad que nos gustaría. Es decir, no les puedes arrancar todos los detalles que nos gustaría para determinar exactamente de dónde vienen, exactamente de qué están hechos, si son diferentes o no de otros objetos.