Átomos y Bits | Planetas limpiadores y agujeros negros explosivos

Toda la semana esperando, pues no desmayéis que ya estamos aquí, Atomos y Bits, cada siete días nos acercamos para contaros cosas interesantes de la ciencia y de la tecnología. Sí señor, sí señor, fieles a nuestra cita porque no sabéis la cantidad de informaciones que hay cada semana relacionadas con estos temas que son verdaderamente fascinantes, pero claro, el programa dura lo que dura y hay que escoger para ayudar a escoger y para contarnos punto por punto lo mejor de cada uno de los temas contaremos con José Manuel Nieves, como siempre, en la realización técnica con Esteban Noillo y en el micrófono el saludo de Pedro Pablo May.

Don José Manuel, ¿cómo está usted? Hola Pedro Pablo, ¿qué tal? Hoy nos hemos enfundado una vez más la bata de astrónomos, nos hemos metido en nuestro observatorio cósmico particular porque tenemos cierto tenemos algún asunto muy interesante como por ejemplo el que yo le llamo el planeta basurero porque va barriendo, barriendo y va limpiando su órbita, parece que por primera vez hemos detectado la imagen de un planeta de este tipo, esto sí que es novedoso.

Efectivamente, es la primera vez que se hace, nadie hasta ahora había visto nada similar, es un planeta en pleno crecimiento mientras se abre paso a través del hueco que él mismo está dejando en el disco de polvo y gas que rodea a las estrellas, a una estrella, a su estrella madre que acaba de nacer.

Nadie había visto esto porque hasta ahora los astrónomos ya habían visto muchos discos protoplanetarios que sabes que son esos anillos de gas y polvo que son el material sobrante de la formación de la propia estrella y que cuando la estrella empieza a brillar todo ese material sobrante por la propia gravedad de la estrella formó un disco en rotación a su alrededor y ese material que es polvo y gas pues va juntándose en piedras primero pequeñitas luego cada vez más grandes más grandes y como está en rotación pues una piedra grande va limpiando ese polvo incorporándolo a su propio cuerpo, digámoslo así, a medida que va girando y a medida que es más grande pues hasta que se convierte en un planeta y limpia ese trozo de órbita, ese anillo de órbita.

Entonces esos discos siempre se ven como una especie de anillos donde en uno hay materia, otro aparece vacío, otro hay materia y se supone que esos surcos, la teoría más externa era que esos surcos eran precisamente eso, el rastro de planetas en crecimiento que estaban barriendo como tú dices la materia a su paso y dejaban pues algo que podríamos comparar a los carriles de una autopista cuando pasa un quitanieves, que va quitando y lo deja libre.

Pero claro, ya te digo, nadie ha observado eso, es muy difícil observar eso. Se han observado discos protoplanetarios pero protoplanetas en crecimiento hasta ahora sólo se han podido observar tres y resulta que los tres están fuera de ese disco, en el espacio que hay entre la parte interna del disco y la propia estrella. Es decir, nadie había visto nunca un mundo formándose, abriendo esos carriles vacíos que apreciamos en el disco.

Siempre aparecen como anillos oscuros y vacíos y mira que los han buscado. ¿Dónde están? ¿Dónde está este descubrimiento? ¿Dónde lo han visto? En un planeta que está a cuatrocientos y pico años luz, en un protodisco planetario que está a unos cuatrocientos y cincuenta años luz. ¿Y está? ¿Han encontrado? Ahora te explicaré porque han tenido que utilizar un sistema novedoso. Es decir, veíamos esos carriles oscuros dentro de este disco protoplanetario simplemente porque no teníamos tecnología suficiente como para distinguir el débil brillo de un planeta que está encima información al lado del brillo gigantesco de la estrella.

Es como si intentas ver una luciérnaga al lado del foco de un estadio a cinco kilómetros de distancia.

Entonces ha hecho falta afinar una serie de instrumentos muy específicamente y los investigadores han tenido que utilizarlo.