¿Qué ocurre cuando ayunamos o cuando utilizamos la quema de grasas como fuente de energía, por ejemplo en una alimentación #ketosincarnenilacteos?
Este proceso produce cuerpos cetónicos y es a través del uso de los cuerpos cetónicos como fuente de energía, que se producen muchos beneficios.
Uno de ellos es el evidente adelgazamiento, se baja de peso aumentando la definición muscular, sin hacer ejercicio, sin pasar hambre y sin estar a dieta. La #ketosincarnenilacteos, en este sentido, no es una dieta milagrosa sino un estilo de alimentación que busca un cambio metabólico que produce estos efectos.
Gracias a la cetosis, el organismo comienza a realizar la autofagia, un proceso de regeneración interna por el cual “se come a sí mismo“. Pero, ¿qué es lo que come? Células senescentes, proteínas de escoria… en definitiva, material de deshecho que reutilizará para renovarse, produciendo células y proteínas nuevas.
Esta renovación del organismo se nota, sobre todo, a nivel cerebral. ¿Por qué? Porque la cetosis aumenta el número de mitocondrias, que son las centrales energéticas de las células. Esta mayor eficiencia energética mejora la memoria, y los síntomas de la enfermedad de Alzheimer y el Parkinson. También se han observado mejoras en la enfermedad ELA, Esclerosis Lateral Amiotrófica. Y además, aumenta el bienestar, la alegría, la creatividad, el enfoque, propicia un estado de ánimo sereno y calmado.
Y a nivel corporal, el aumento de la energía física y el rendimiento deportivo, es notable. De hecho es un tipo de alimentación que se utiliza en el deporte: No sólo mejora el rendimiento deportivo, sino que ayuda a aumentar la masa muscular, la resistencia y la fuerza. Los músculos quedan mejor definidos sin realizar un gran esfuerzo deportivo.
¿El motivo? Pues que la persona no padece el decaimiento normal cuando se gastan los hidratos de carbono que eran su fuente de energía. Ahora, al ser las grasas la fuente de energía, se normaliza la glucosa en sangre y no existen picos de glucemia.
Más cosas que se derivan de lo anterior…
Al no haber picos de glucemia en sangre, la alimentación cetogénica erradica la ansiedad por comer hidratos de carbono, porque al encontrarse el organismo en un estado metabólico de supercombustión de grasas y no de hidratos de carbono, el cuerpo ya no demanda azúcar sino grasas, dejando de apetecer el consumo de azúcar.
Lógicamente se adelgaza, especialmente de la zona abdominal, pues lo que nos engorda, no son las grasas sanas, sino los hidratos de carbono.
Además, el paladar va cambiando y se redescubre el sabor naturalmente dulce de los alimentos, sin necesidad de añadirles ningún edulcorante.
Otro beneficio extraordinariamente importante es que la combinación de alimentación cetogénica con ayuno intermitente aumenta nuestra esperanza de vida y la calidad de la misma.
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