Bajo la Luz de la Luna

En mitad de la noche la luz de la luna atravesaba los cristales de la ventana que consumo oportunismo iluminaban la perfecta silueta de una mujer en total silencio el muchacho observaba tal majestuosidad desde la puerta sin hacer el menor movimiento para no romper el instante mágico la bella dama alzó el vaso de leche que se sirvió llevándoselo sus carnosos labios dejó pasar el refrescante líquido haciéndolas sentir un pequeño escalofrío su garganta la noche de verano era calurosa el camisón que llevaba dejaba contemplar más piel de que el muchacho recordaba haber visto su vida era tersa y fina parecida a la porcelana quién osaría decir que los años pasaban por semejante cuerpo la prenda fue usado para dormir apenas le a cubrir la parte superior de los muslos dejando a la vista dos piernas dignas de ser expuestas en un museo más arriba dos finos tirantes rodeaban con dulzura los hombres de la mujer hasta perderse por la espalda por delante llegaban hasta dos abundantes pechos que desque alzaban pacientes esperando a que alguien lo reclamara continuando en el más absoluto silencio sin querer ni siquiera respirar el adolescente fijó sus ojos pacientes en el monumento que tenía pocos metros veía subir su pecho con lentitud a cada respiración y como su mirada se perdía en la visión de la calle nocturna ajena al espía que le observaba otra vez su su mano con el vaso bien aferrado el líquido blanco circula por su sedienta garganta pero esta vez algo la distrajo miró casi por mero reflejo distinguí una sombra que le acechaba desde la puerta se asustó como cualquier mortal al contemplar lo inesperado aunque rabiosa sea no comprobando que la negra silueta no era más que la figura esbelta de un muchacho no gritó sólo se revolvió en su lugar haciendo que el vaso tambalearse unas pequeñas gotas se dispersaron por los alrededores el chico entró en la cocina con paso firme mientras la dama nocturna calmaba su agitado pecho no un extraño que había saltado su hogar o uno de los monstruos las historias de miedo dan vida cuando el sol se esconde ambos eran de sobra conocidos la mujer depositó el vaso en la encimera y se apoyó la ventana quizá para que el frío del cristal refrescas su ardiente piel debido a aquellas noches de verano joven para sus pasos un instante para hacerse con un trozo de papel y anduvo hasta estar a unos pocos centímetros de la mujer bañada por la luz de la luna ella estaba acorralada contra la pared aunque tampoco pensado dormir con aquel papel en la mano el chico se fijó en la figura espectacular que tenía delante era una divinidad con sumo cuidado y delicadeza puso el papel en el cuello de esta tratando de quitar las pocas imperfecciones que surgieron después del susto alguna gota de fría leche recorría la piel de la mujer y este la limpiaba como si fuera de cristal bajo su mano y casi sin tocarla seco la última gota que recorría gustosa el busto derecho de la perfecta dama había terminado su labor y la luna les observaba enfocándolos con su luz blanquecina semejante al foco del teatro dejó caer la servilleta con rastros de leche sin importar que topara con el suelo entre la basura para acto seguido levantar ambas manos en el silencio su brocal que las envolvía posando las justo en cada hombro de aquel cuerpo que le enamoraba sin llegar a tocar ni siquiera supe lo que se mecían libremente hasta su nuca una leve presión bastón casi imperceptible pasos hombros los tirantes se deslizaron por la pierna terciopelo y comenzaron un descenso imparable que se llevó toda la tela que la cubría cayó a los pies de la mujer dejándolo por completa desnuda sin ropa interior delante del joven no quitaba la vista de sus ojos el pulso se aceleró la temperatura se elevó y una sensación electrizante se introdujo entre las piernas el muchacho volvió a hacer la mano estaba acariciando el precioso rostro y notando el ardor que estaba aprisionado en su interior no se detuvo mucho tiempo sus dedos recorrieron el trayecto hasta la barbilla rozando con suavidad la suave piel de la dama preferida por la luna tenía un único objetivo posar dulcemente sus dedos en la barbilla para que ésta le mirase fijamente con sus ojos azules así lo hizo las miradas se cruzan