Batman: Hush-Jim Lee y Jeph Loeb, participantes en la Comic Con de San Diego en Málaga junto a Schwarzenegger, se lucen

Me llamo Alfred Pennyworth. No he contado esta historia.

Huérfano y solo, de pronto, un escalofriante suceso tuvo lugar.

Ahora lo llaman Batman, y sólo puedo ofrecerle algo de lo que tiene gran carencia.

Amor. ¿Quién después de este arranque y reflexión de Alfred no se animaría a leer Batman Hush, editado por Panini? Fundación Edelvives patrocina este espacio cultural.

No te olvides del regalo ideal para esta primavera.

La fe, la ética y los valores de los superhéroes. Un libro perfecto para dar la batalla cultural con una sonrisa.

Sus autores son Jeff Love y nada más y nada menos que Jill Lee, que tiene su particular marca del zorro, los arañazos que tienen como arrugas de expresión sus personajes.

Al guionista lo recordamos por sus emotivos trabajos tanto en la saga de los colores de Marvel como en la emocionante y lacrimógena Superman las cuatro estaciones. Y aquí Jeff Love puso su talento intelectual a disposición del dibujante Jill Lee, que ofrece páginas memorables como aquella en la que un villano parece que va a caer por un precipicio desde el que se ve la catedral de fondo en un héroe culturalmente católico por la educación de sus padres.

De hecho nos encontramos en esta historia el Pozo de Lázaro, donde los personajes que caen en él pueden resucitar, lo que pasa que pueden salir de allí completamente locos. También la disposición en la que Batman acoge a sus amigos caídos es culturalmente católica, pues nos recuerda a todos a la piedad de Miguel Ángel. Por otra parte podemos ver que su madre le transmitió su amor al cine y a la literatura.

De hecho hay un guiño literario explícito a una obra importante. También vemos que su padre de manera premonitoria transmitió su afición a la ópera por su dramatismo, pues disfrutaba de Puccini, Verdi y León Cavallo.

Donde Selina la gata está guapa no, lo siguiente, guapísima. Sus padres estuvieron muy preocupados por él y esta frase lo define perfectamente, sobre todo cuando hace referencia a su amigo de la infancia Tommy Elliot. Salvo algún desastre imprevisto creo que nuestro hijo por fin ha encontrado un buen amigo de los que conservas toda la vida.

La trama amorosa tiene un juego curioso de gato y ratón, o de murciélago y gata, donde ella lleva la iniciativa con un maullido que suena del siguiente modo, que haya dejado que me beses no significa que ahora sea tu juguete maravilla. Y es que las mujeres tienen protagonismo en esta historia como Batgirl convertida en oráculo. Bárbara Gordon, la más fiel escudera de la Bat familia, con una clara vocación de heroína y es que de casta le viene al galgo, pues el teniente Gordon es un referente ético para Batman, ya que no permite que Batman cometa una locura y la aconseja.

Hemos visto demasiadas tragedias, pero hay una línea.

A un lado creemos en la ley. A veces la ley falla, quizá por eso te haya permitido ayudar a proteger esta ciudad.

Pero Batman, si cruzas la ley de matar, lideraré una cacería para llevarte ante la justicia. A Batman también le gusta la chavalería, pero sin muchas palabras, a diferencia del Capitán América de Marvel, que conecta de manera más simpática. Batman es más eco, pero efectivo. Cuando mira a un niño o cuando hace el honor del valor de la acogida adoptando a Robin. Por lo visto, Dick es el único que le hablaba sin miedo, por ejemplo, de su relación con la gata.

Por otra parte, Batman se ve como un héroe con maldad frente a Superman, que es el prototipo de Hombre Bondadoso, donde te puedes tropezar también con el primer linterna verde creado por Alan Scott, que fue miembro de la primera sociedad de la justicia de América. Tenemos en la señora Leslie Tonkin el único y tierno referente femenino de Bruce durante la infancia y la adolescencia.

El trabajo del dibujante Gilley es impecable.

Transmitiendo un dinamismo insuperable en el que se hace un recorrido por la historia del héroe, ideal para conocer la trayectoria del caballero oscuro, con un reparto coral.

Quizá este exceso de personajes sea el único punto débil de esta novela gráfica. Por cierto, los flashbacks en blanco y negro son de cinco estrellas.

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