Los Bender, la primera familia asesina en serie de EEUU

Crímenes y criminales, con Luis Martín Edvalles.

En este ámbito del True Crime, la crónica negra, en Crímenes y Criminales, de hecho, cuantas veces han surgido conceptos llamativos como el hecho de que nos encontramos hoy ante lo que se denomina la primera familia asesina en serie de la historia de Estados Unidos.

Es la historia de los Bender.

Es la historia sangrienta de los Bender.

Nos tenemos que ir a la década de 1870, con las fronteras siendo salvajes, hostiles, muy cerca del territorio indio que luego se convertiría en el estado de Oklahoma en 1907, zona donde los delincuentes iban y venían a sus anchas y las fuerzas del orden que había en ese momento no podían plantar cara y no llegaban a todos los sitios.

¿Qué pasa? Pues que en aquella zona, en el extremo sureste de Kansas, cerca de Oxite Township, pues si alguien desaparecía, tampoco llamaba en exceso la atención en ese momento.

Eran momentos duros, eran situaciones extremas y la gente a veces desaparecía.

Pero fue en 1873, cuando un hombre, un médico llamado William York, desaparece mientras iba de regreso a su casa a través de esa parte de Kansas.

Esta desaparición fue un antes y un después, pues este hombre tenía un hermano llamado Alexander, que era un político de la zona y él no se iba a quedar tranquilo con el hecho de que su hermano hubiese desaparecido sin más.

Decidió seguir sus pasos, decidió seguir su rastro, el rastro de William por Kansas hasta que llega a una cabaña.

Una cabaña no muy grande, una cabaña de una sola habitación.

Es propiedad de la familia Bender, una familia de inmigrantes alemanes.

Se dice que con unos cuantos amigos y otros a los que había pagado un equipo de búsqueda en definitiva, Alexander visita a esta familia, la familia Bender, allí están en su propiedad.

Alexander les pregunta sobre si han visto a su hermano y demás.

Sus padres Bender y sus hijos, son cuatro.

Realmente es llamativo, porque el matrimonio Bender ya es un matrimonio que tiene una edad, tienen más de 60 años y los hijos son mayorcitos, son adultos.

Y todos, según recuerda Alexander, se callan ante algunas preguntas, demasiado callados, demasiado reacios a responder.

Pero hubo una cosa, una cuestión clara, William había estado allí y había comido con ellos.

Esto es lo que ellos mismos aseguraban.

Alexander se fue, pero con esas ideas que revolotean en la cabeza, que no acaban de convencerle del todo y que sabe que algo extraño pasa, algo que no acaba de encajarle bien.

Decide ir esa misma noche, quizá de madrugada, otra vez a la cabaña, otra vez a hablar con ellos. De hecho, piensa registrar toda la zona, algo no le encaja.

¿Qué pasa? Que esa noche, como sabiendo a lo mejor que les habían pillado, los Bender estaban recogiendo todas sus pertenencias y preparándose para irse.

Y de hecho, cuando Alexander apareció de madrugada en la cabaña con su grupo de hombres, seguramente dispuestos a forzar a los Bender a que les dejasen registrar su propiedad, se encontraron con la cabaña sin nadie, con muchísimas cosas tiradas como ropa y demás por el suelo y algunas otras pertenencias tiradas. Estaba claro que se habían marchado.

Buscaron, no era un sitio muy grande, entonces se fue recogiendo.