BIENVENIDOS AL NORTE ASTURIAS (88.70) 09-05-25

A medida que profundizamos en la amnea de las aguas políticas de este país y sobre todo después de los acontecimientos vividos en el último mes, me persigue constantemente una frase que decía Sir Winston Churchill.

La principal diferencia entre los humanos y los animales consiste en que los animales nunca permitirían que los lidere el más torpe de la manada.

Señoras y señores, les habla Álvaro Entrialgo, que tiene el privilegio de darles la más calurosa bienvenida al norte.

Y así las cosas, estamos en las 15 minutos de la mañana en nuestra tertulia de actualidad con nuestros tres invitados de lujo.

Eva Suárez, buenos días.

Buenos días a todos.

Nicanor, ¿cómo está usted? Buenos días, señor Álvaro, muy bien.

Yo le hacía volando ya...

Estoy en vísperas de volar hacia Rumania.

Por los cárpatos.

Estaba yo diciendo, hoy vamos a hacer una entrevista en directo con el conde Drácula y Nicanor.

En exclusiva.

La semana que viene.

La semana que viene en directo.

Desde Budapest.

Vamos a...

Desde Bucarés.

Desde Bucarés, perdón.

Pero luego te irás a Transilvania, por supuesto.

Por supuesto.

Esa entrevista de rabiosa actualidad.

Exactamente.

Y Javier Gamez, buenos días.

Buenos días.

Curioso, curioso que todo el mundo cuando viaja por primera vez fuera de España, pues lo normal es ir a Portugal, a Italia y tal.

Mi primer viaje fuera de España fue la ruta del conde Drácula en Rumania.

¡Guau! ¡Qué interesante! Ese fue mi primer viaje.

Fuiste pionero.

¿En la época de Ceaucescu? Estaba Ceaucescu y recuerdo en Bistrita visitar el castillo de Vlad el Empalador, donde se inspira la famosa novela de Bragg Stock.

Sí.

Entonces sí, sí, es un recuerdo bonito de un país que en aquel momento pues era totalmente distinto a ahora.

Ahora es un país miembro de la Unión Europea, pero en aquel momento todavía gobernaba Ceaucescu y su señora.

Yo es que de los pocos países de Europa que no conozco, es un viaje muy guapo porque llegamos a Bucarés y alquilamos una furgoneta, somos ocho personas y vamos a recorrer un poco el país, ¿no? Durante ocho días, con lo cual… Es un país muy bonito, muy bonito.

Espero que sea muy placentero.

Los monasterios de Bucovina, todos son sitios preciosos.

Preciosos, sí, señor.

Y se come bien, además.

Y barato.

Muy barato, muy barato.

Yo tengo un recuerdo muy simpático de los años ochenta, viaje a esquiar a Rumanía, a Poyana-Brasov.

A Poyana-Brasov, sí.

Lo primero, lo simpático en el avión, que se caían los respaldos hacia atrás.

Madre.

Era un Tupolev de Tarom.

La compañía Tarom, sí.

Pulsas el botón para que venga la azafata.

¿Necesita algo? Sí, una caja de destornilladores, por favor.

Bueno, cambiese de asiento.

Y el otro asiento, pum, también.

Madre.

Era muy curioso.

Y en aquella época la estación de esquí nevó mucho, una noche, y la única máquina pisapistas que había no funcionaba, con lo cual la estación se convirtió en un pequeño caos.

Pero bueno, había buenas viandas, había buena bebida, éramos jóvenes, y había chimenea.

Eso nos consuela, porque lo pasas solo en pajares.

No.

Todo el caos.

Bueno, la aventura estuvo muy bonita.

Bueno, toda una experiencia, ¿no? Sinceramente.

Pero es un gran país, ¿eh? Sí.

Es un país precioso.

Tengo mucha curiosidad.

Y acabo de salir de unas elecciones en las que ganó un candidato prorruso, con lo cual a ver qué pasa con Rusia.

Es un país que recomiendo, sí, sí.

Igual que Polonia.

Sí.

Sí, Polonia la conozco y a mí me encantó.

Un país maravilloso.

Y gente extraordinaria.

Un país increíble.

La gente polaca.

Nunca vi personas tan amables.

Y camareros y camareras tan guapas, rubias, guapas, increíblemente amables como en Polonia.

Es alucinante.

Javier, el siguiente viaje a Polonia.

Ya he ido a Polonia.

No, hay que ir otra vez.

Ya estuve en Polonia y visité sobre todo, estuve más que nada en Cracovia, y recuerdo por ejemplo el Mercado de los Paños, un sitio precioso.

Y luego lo que decís, la gente extraordinaria.

En fin, yo como os digo...