BIENVENIDOS AL NORTE ASTURIAS (88.70) - ENTREVISTA LUISMI - ASSIA

Si les decimos que tenemos con nosotros a Luis Miguel Fernández Díaz,
un hombre de 53 años que nació en Gijón, pero que vive en Candás,
pues igual no se centran, pero si les decimos que nació en la calzada,
ya le vamos dando alguna pista más.
Si le decimos, porque además se considera desde la calzada al cielo, decía él,
pero si les decimos que lleva media vida o más de media vida subido a un escenario,
conquistando a público de todas las edades, de varias comunidades,
con un éxito increíble, que cada vez que se sube al escenario con el resto de compañeros
ha creado oleadas, tsunamis de aplausos, que además es un hombre que canta de todo.
Infinidad de registros.
Infinidad de registros. Sorprende, porque uno le ve en el escenario
y realmente la capacidad de sorpresa no tiene límites.
Y encima lo hace bien, Claudio, y encima lo hace muy bien.
Y si les decimos que es Luismi, la voz que todo el mundo identifica con la orquesta asia,
pues ahora sí que seguro que todo el mundo tiene claro con quién estamos hablando.
Luismi, muchísimas gracias por venir, por acompañarnos.
Es un privilegio tenerte con nosotros en directo.
Muchas gracias.
Eres un hombre muy popular, muy popular.
Y solo hay que ver los comentarios que hay en redes sociales sobre sus actuaciones,
que a mí me han fascinado.
Yo estuve leyendo un montón de comentarios en redes sociales,
después de actuaciones de Asia, y todos...
Vamos, yo no he encontrado ninguno malo, la verdad.
Lo habrá, pero yo no lo he encontrado.
Lo peor para ellos.
Sobre todo hay una cosa que me llama mucho la atención en los comentarios, Luismi,
que la gente te da las gracias porque transmites una energía positiva increíble.
O sea, no es solo música.
Es que les has hecho felices durante un rato y esa gente te lo agradece emocionalmente.
No ya porque haya estado en unas fiestas, sino que te lo agradece emocionalmente.
Lo primero, buenos días, y gracias a vosotros.
Es muy importante esto.
Aquí la energía es importante en todos los niveles, en todos los trabajos.
Ahora mismo aquí tenemos una energía brutal en el estudio.
Y la verdad es que la música es una experiencia.
Yo comparo mucho la música a la comida.
Cada día la comparo más.
Sí, sí, tiene muchísimo que ver la música y la comida.
Y la música compartida, como la comida, hay mucho mejor.
La música impersonal, como eso que metes en la freidora,
que te ha congelado y sabe todo igual.
Una buena música y ella queda en el ensayo,
pues sí, con una buena cocina, con el chup-chup por la mañana,
con los potes.
La gente y ella que te da la energía.
Nosotros somos unos privilegiados.
En Asia tenemos muchísima suerte.
Este año cumplimos el 30 aniversario.
Y, claro, esto llega global.
No llega de las fiestas de Brown ni nada.
La música cambió tanto.
Antes valorabase tanto el trabajo de músico,
ahora ha perdidose un poquitín eso.
Entonces nosotros seguimos haciéndolo,
intentando eso, poner los potes por la mañana, el chup-chup,
y seguimos trabajando la música como se hizo toda la vida.
No inventamos nada realmente.
Pero sí es verdad que cuando dicen
que son los mejores, los mejores no existen.
Yo creo que somos de los pocos que quedan.
Es que vosotros seríais el equivalente,
siguiendo tu símil,
seríais guisanderos.
Eso intentamos, exactamente.
Guisanderos musicales.
Guisanderos musicales, mira, me gusta mucho eso.
Yo me lo guiso, yo me lo canto.
Seríais guisanderos musicales.
Pero sí es verdad que la música,
como todo en esta vida,
globalizóse tanto todo que al final,
ahora desde casa cualquiera con un ordenador puede hacer un éxito.
Se supone.
Y sin ordenador.
Y sin ordenador.
El escenario...
Pero vamos, quisiste que al final
reduces a eso.
Cuando la gente te agradece de esa manera, como me comentabas,
yo creo que ya porque en un espectáculo de Asia,
sobre todo la peña que ya somos vintage,
no somos viejos, somos vintage.
Cuidado.
Cuidadín.
Estamos tirando mucho de música ochentera,
setenta, sesenta, clásicos.
El 90% de nuestro repertorio,
es más, música actualidad no hacemos nada.
Y dámonos cuenta de que
hay gente que revive tiempos,
que la música te traslada a sitios.
Y eso es lo más guapo que te puede pasar.
Ya no por los comentarios positivos,
sino porque ves que la peña sigue verdad,
que se emociona.
Y eso es lo más guapo que nos puede pasar.
Para dónde mires cuando estás cantando?
Para el fondo, para arriba.
No lo sé.
Yo creo que hay otro reflejo que tenemos.
Porque te puede distraer, eh.
Sí, claro que sí. Pero bueno, al final yo qué sé.
Yo acuérdome antes cuando había los cañones
de seguimiento, aquellos que se ponían.