BIENVENIDOS AL NORTE ASTURIAS (88.70) - INMACULADA GONZÁLEZ-CARBAJAL GARCÍA (PÁJARO AZUL) 29-04-25

Vamos a poner los pies en la tierra, Javier, porque tenemos a Inmaculada González Carvajal con la que tuvimos oportunidad de hablar en directo desde Benín, que me pareció una experiencia maravillosa, Inmaculada, y ahora estás de vuelta.

Y fíjate que teníamos programada esta entrevista y viene la entrevista justo el día después de un apagón que antes de entrar fuera de micrófono nos reíamos un poco, porque en Benín hay apagón constante, ¿no? Buenos días, Inmaculada.

Buenos días. En Benín, en Cotonú, hay menos apagones que en Kinshasa. En Kinshasa son habituales.

Bueno, era una metáfora, ¿no?, pero que es habitual.

Pero en muchos lugares de África la gente vive en apagón constante, ¿no? A mí lo que me llama la atención es lo que pasó ayer es muy grave. Es grave en sí mismo y es grave en lo que estabais diciendo antes, en la respuesta desde las instituciones.

Es decir, es como que tenemos un mundo donde parece que todo funciona de manera perfecta y al final te das cuenta que es un castillo de naipes, que un naipe falla y falla todo.

Y entonces dices tú, bueno, ¿cómo es posible que en esta estructura en la que parece que todo está perfectamente armado se puedan dar situaciones como la que dijiste antes? Que es que no hay medios de sacar a las personas de un tren antes de once horas.

Es lo que resulta chocante, sobre todo porque cuando ves que en otros lugares que viven en apagones habituales y constantes de horas y horas, la gente termina organizándose y organizándose bien, como incluso pasó ayer aquí.

La gente de a pie, yo creo que nos organizamos mucho mejor que la respuesta que dan los responsables políticos y otras instituciones.

Y bueno, es verdad que, claro, ayer me decía una persona, me mandó un WhatsApp por la noche y me decía que había leído recientemente el libro mío de El mundo a través de una mosquitera y que eso le había ayudado a llevar con calma lo del apagón.

Porque nos sentimos de repente muy vulnerables y de repente nos damos cuenta la fragilidad del sistema que te puede poner todo en jaque de un momento para otro.

Y sí, en África la gente vive con alegría en medio de todo esto.

Yo recuerdo una vez que llevaba como quince días que los cortes de luz eran habituales y durante muchas horas.

Y yo misma estaba allí protestando y estaba en un momento determinado con unas personas congoleñas y decía, ¿cómo se puede estudiar en este país cuando no hay luz? Y una de ellas, que es economista, decía, pues te lo cuento yo.

Dice, mira, yo me levantaba muy temprano en cuanto empezó a amanecer, procuraba ir temprano para la universidad, aprovechaba estudiar en la universidad antes de que anochezca, porque allí a las cinco de la noche regresaba a casa, cenaba y me metía en la cama a las siete.

Dejaba la luz prendida sin luz, o sea, la bombilla, porque así si venía la luz, que la ponían por la noche, a veces a las once de la noche, entonces yo me levantaba y estudiaba las dos o tres horas que tenía luz, volvía a la cama y así me saqué la carrera de económicas.

Es decir, que la gente después en aquellos medios tiene que adaptarse a vivir, pues eso, sin la luz.

Y yo creo que esto que pasó ayer también va en la línea de lo que yo digo siempre, que somos privilegiados porque podemos dar un interruptor y tenemos luz.

Y sin luz no hay progreso ni hay desarrollo.

Claro, Javier, es la antítesis de todo lo que está pasando.

Y fíjate que os va a sonar la risa.

Yo ayer, cuando llegué a mi casa, hubo un momento en que dije, bueno, qué maravilla que voy a poder estar un rato leyendo.

Si no viene la luz, pues hasta que se acabe la luz, pero puedo estar leyendo.

¿No te molesta el teléfono? Sí, sí.

Es una sensación de paz absolutamente increíble.

Sí, sí.

Que evidentemente en mi cabeza estaba sobre todo la gente mayor, los enfermos, las situaciones complicadas, gente conectada a respiradores.

Personas, por ejemplo, esta mañana he hablado con una persona que la hija hace diálisis en casa y yo me acordé de ella.

Dije yo, a ver si ya había hecho la diálisis o si está enchufada la diálisis.

La verdad que le dio, tuvo buena suerte porque estaba en el hospital.

Pero si llega a estar en casa y eso se corta, el problema es serio.

Claro, claro, por eso te digo que… Yo pensaba en muchísimas situaciones.