BKN 12x19 Rivas vuelve a nuestras vidas

El capítulo de hoy, un viquinero a mochará.

Señoras y señores, la canción lo dice todo.

Repetimos canción respecto a la semana pasada, el de Mecenas, el 18, especial Mecenas, porque había una persona esperando a la muerte venir y hemos chocado a las cinco, hemos hecho un relevo, ahora sigues tú y hoy tenemos a Eduardo, que mete miedo.

Estoy abajo, abajo, abajo. ¿Cómo es lo contrario de Prime? Suelo, ¿no? Son valles y picos, pues tú estás en valla ahora mismo.

Ay amigo, las gripes, las cosas.

La vida que hay un tema y es esta gripe que nos está dando a todo el mundo, porque siempre hay alguno de mi familia por ahí, por un lado y tal, alguien que conoces que está así, que de repente te encuentras súper mal, súper mocos, fiebre y ya está, y te quedas así uno o dos días y luego parece que recuperas.

Pero bueno, coincidió así y coincidió así.

Que acabamos de llegar de Pontevedra, pues vine malín.

En Pontevedra lo bueno es que los síntomas empezaron a aparecer justo al acabar la ruta del segundo día.

Hicimos ahí un mini stage, había una idea sobre la mesa, volando sobre nosotros, hablando con los colegas de Pontevedra, que ya sabéis que vamos a ir a la Costa Atlántica y a la Cuatro Picos, luego recordaremos nuestro calendario de eventos y movidas.

Y había una idea sobre qué mola más de las carreras de Pontevedra, las bajadas de las carreras de mountain bike o las subidas, hay una subida tremenda, de la road, de la carrera que tienen de carretera.

Y con esta idea peregrina y absurda completamente, porque evidentemente todo depende del día y depende de la bici que cojas, porque si tú estás feliz, todo mola.

Llegas para casa y dices, lo mejor del mundo es el mountain bike.

Otro día, lo mejor del mundo es el gravel, donde esté una eléctrica que se quite todo.

Y con esa idea fuimos para allá y pasamos dos días con un montón de gente allí, muy buenos.

Sí, a ver, Galicia siempre es bien. Viví ahí unos años, se come, se bebe bien… Como comimos de bien y de barato. Con un pequeño punto, esa sopa… Ah, vale, ese a la vuelta.

Pero vamos, es que relación calidad precio, Galicia es insuperable en toda España.

Es muy heavy. ¿En todo el mundo? No sé, pero es que es muy heavy y luego lo bien que te tratan, donde comimos la carne o la piedra, nos trataron súper bien, el tipo es majísimo.

Hay que decir que cenamos en ese sitio, hay que cuentar por diez.

Acabamos una ruta de mountain bike con las bicis muy sucias y había un lavadero de estos de presión, que no se puede dar con la manguera de presión a las bicis, pero es que no tienes otra manera de lavarla.

Entonces le dimos con cuidado.

Y después de entrar con las bicis así al hotel, nos echaban.

Ya te digo.

Y claro, teníamos un billete de cinco euros nada más, el sistema de tarjeta no funcionaba para pagar lo del lavado, y con esos cinco euros… Bueno, yo me fui primero a un coche, había un coche al lado, en la aspiradora, y le digo «Oye, ¿no tenemos dinero en efectivo? ¿Me das un par de euros y te hago un bízum? Por favor».

Y el tío me miró de arriba abajo e hizo… No.

Un no de sketch chanante.

Me sentí súper mal, que no te voy a robar, que tengo 45 palos casi, que nos ves allí con unas bicis cojonudas, que no tenemos efectivos y más. Oye, qué mal me sentó.

Y luego hubo otro momento, también tremendo, que fuimos a tomar una caña a un bareto por ahí cerca del hotel y estaba abriendo el tío. Y le decimos «Oye, ¿estás abriendo y tal?». Y dice «Hombre, ¿te ves cómo está la persiana y tal?».

Y digo «Estábamos dentro nosotros». «Bueno, ¿estás abriendo?». «Oye, un par de cañas y nos salimos para afuera a la terraza, no te molestamos».

Y dice él «Cuanto más hable contigo, más tarde van a abrir».