Booktag swiftie: The life of a showgirl 🧡 -EP 6x05

Bienvenidos a The Book Nook, un podcast para amantes de los libros.

Ya estés de camino al trabajo, a la universidad, en el coche, por la calle o en casa, te invitamos a que nos acompañes y compartas con nosotras nuestro rincón de lectura.

¡Allá vamos! Hello, hello, chicas.

Good morning, good night, good afternoon, good lo que sea.

Os grabamos, os hablamos desde Mallorca, día domingo.

Estamos grabando el mismo día que se debería subir el episodio, ¿vale? Bueno, ahora son domingos, lunes.

Ya, es verdad, ahora son domingos, lunes.

A ver si Juan Pablo puede tener el episodio para mañana a primera hora tenerlo vosotras listo para escuchar.

Así que cuanto antes, mejor, porque la temática de este episodio nos hace mucha ilusión, pero no vamos a adelantarnos.

La cosa es que estamos en Mallorca, grabando juntas, shoulder to shoulder, hand to hand, viendo por la ventana cómo el día se va torciendo cada vez más y tenemos que coger un avión esta tarde.

¡Ay, no, Carla! No, literalmente lo primero que pensaba, ya se lo he dicho a Patricia, he abierto los ojos porque me ha despertado el viento y las cortinas iban boom, boom, boom, porque habíamos dormido con las puertas abiertas, un lujazo porque estamos literalmente casi enfrente del mar, o sea, vemos el mar desde la habitación y nos entra la brisa marina.

Y lo primero que mi mente ha conectado es, Dios mío, para el despegue con el avión.

Y además no vamos juntas porque a la ida tuvimos un susto y suerte que íbamos juntas.

Bueno, pues estamos en el avión tan tranquilas, haciendo lectura conjunta de un libro del que ahora os hablaremos.

Estábamos ahí, cada una con su música y de repente, o sea, nos dicen ya que vamos a aterrizar, que Carla flipó con lo rápido que es el vuelo, Barcelona-Mallorca, es que son 20 minutos en el aire.

Sí, se me pasó súper rápido porque, a ver, Valencia-Mallorca también es rapidísimo, son 35 minutos o así, pero es que se me pasó más rápido todavía porque como estábamos leyendo este libro perturbado del que ahora os vamos a hablar, como que de repente ya estábamos en Mallorca, en plan, ya estamos, o sea, guau.

Sí, íbamos a aterrizar, empezamos a aterrizar, ya estaba el avión acercándose cada vez más a tierra y de repente sentimos que hace...

Y empieza a subir otra vez.

Para abajo, de repente, para arriba.

Y subió para arriba otra vez.

Pero que veíamos el suelo, lo podíamos tocar.

Y claro que sí, sacábamos la mano y tocábamos el suelo.

Sí, cien por cien, te lo juro.

Y volvemos a subir y...

Ay, Patri, guau.

Yo lo pasé mal y no era la primera vez que me pasaba en el avión eso ya.

Yo era la primera vez que veía algo así y también me quedé impactada y encima, pero enseguida mi cerebro fue como, vale, estas cosas pasan, o sea, no es que haya pasado nada raro, pero sí que es verdad que me acojoné también.

Lo que pasa es que Patri estaba...

Yo estaba acojonada.

Acojonadísima por tres.

Y entonces cuando estuvimos estabilizados otra vez en el aire, dimos la vuelta a la bahía de donde está el aeropuerto y tal, el piloto habló en plan, hola, aquí el piloto, no sé cuántos comandantes de vuelo.

Dijo, como que hemos tenido un problema porque había un tráfico en la pista.

Sí, en la pista todavía.

Y era como, ¿y los putos controladores aéreos no te pueden avisar de que hay tráfico en la pista antes de que estés bajando? O sea, yo no sé.

Pero nada, ya luego dio la vuelta a la bahía y ya bajamos, aterrizamos, todo normal, todo genial.

Y llegamos a Mallorca, donde pensábamos que iba a hacer un tiempo regulinchi como el que hace hoy.

Y ayer hubo un día espectacular.

El viernes, tía, dos días de solazo, de buena temperatura.

De hecho, ayer nos pudimos bañar hasta en la piscina, un 4 de octubre, bañándonos en la piscina del hotel, el agua estaba fresca.

Pero estaba buena, ¿eh? Estaba buena y un solazo que, oye, volví a recuperar un poco de mi marca de bikini.

Yo también.

Sí, sí.

Estuvimos ahí en la piscina.

¿Qué hicimos por la mañana? Grabar.

Sí, nada, nos levantamos a nuestro aire, porque claro, era sábado.

Bajamos a desayunar, estuvimos ahí en el desayuno.

Luego nos pedimos un Starbucks, fuimos al Mango.

Fuimos al Mango.

Fuimos al Mango, pecamos las dos.

Compramos ropa que no sabemos cómo vamos a meter en la maleta.

Nadie lo entiende.

Y de ahí ya subimos, grabamos TikToks y ya dijimos, va a la piscina.

Y nada, a la piscina donde estábamos, entre unas cosas pitos y flautas, grabamos un poco de contenido, nos bañamos, tomamos el sol.

De repente ya eran las 2 y 20 y teníamos que ir a comer.

Entonces bajamos, nos cambiamos y fuimos a comer.

Fuimos a comer y ya por la tarde yo tuve un par de entrevistas, tuve la firma, que gracias a todo el mundo de Palma de Mallorca que vino, qué ilusión nos hizo.

Además, también trajisteis estrellas de ciudad.

Sí, qué monas.

Y le pedisteis a Carla también que os firmara, en plan, si no, estrellas de ciudad, en plan, una servilletita desde aquí, un beso muy grande.

También a Paula.

¿Y a Paula?