Borja Jiménez: Victorino In Memoriam 🐂 Morante Salamanca 🐂 Indultos Marbella

A las muy buenas, domingueros, bienvenidos al toro por los cuernos.

Pues hoy voy a hablar del esperpento de los indultos de Marbella, de la tarde inolvidable de Morante de la Puebla en Salavanca, y de los victorinos de Madrid con salida a hombros de Borja Jiménez.

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A las muy buenas, domingueros, bienvenidos al toro por los cuernos.

Este segundo fin de semana de junio ha sido muy intenso, ha pasado de todo, cosas muy buenas y también cosas muy malas, y voy a empezar por lo malo.

En Marbella se han indultado tres novillotes en un mismo festejo, en un espectáculo absolutamente bochornoso y lamentable.

Lo advertí hace mucho tiempo, cuidado con los indultos que es la puerta abierta a la corrida sin muerte, y en ello estamos, poquito a poco.

Y luego, además, también los indultos son otro camino más para ir al descastamiento de las ganaderías, porque hay que tener en cuenta que los toros bravos, los toros fieros, los toros encastados, nunca se indultan, porque con esos toros, generalmente, el torero lo pasa mal, y generalmente el torero está mal.

Se suele indultar ese toro colaborador, ese toro facilón, ese toro tontorrón, que es con el que el torero suele estar bien, y ese toro facilón y tontorrón, luego va a ser padre de toros descastados.

Por lo tanto, es evidente que se ha falseado, completamente, el espíritu del indulto.

Cuando se propuso que los toros fueran indultados, el argumento que se dio es que era la forma de regenerar la cabaña brava, eligiendo sementales contrastados, contrastados por el buen juego de la lidia.

La realidad es muy distinta, la realidad es que esos toros que podrían ser buenos sementales, son muertos en el ruedo, y lo que se aprueba es un montón de toros descastados, que, en realidad, lo que hacen es aguar de bobería a las ganaderías.

Y luego, además, otra cosa, hace tiempo que el indulto se ha convertido en un auténtico desmadre, que lo que hace es premiar al torero sin tener que entrar a matar.

Entonces, ya el culmen del despiporre tuvo lugar el sábado en Marbella.

Lo cierto es que me he negado a ver la corrida, y está a la disposición de todos los aficionados en Canal Sur, pero me he negado porque yo lo paso muy mal y sufro mucho viendo esos esperpentos.

Por lo tanto, no he querido verlo, pero, claro, muchísima gente me lo ha contado, y, por ejemplo, me han contado que los dos primeros indultos, de los tres que se concedieron, los dos primeros no los pidió el público, los dio el presidente porque quiso.

Me han contado que a los toros se los dio un picotazo, y me han contado que aquello fue una auténtica vergüenza.

En primer lugar, yo creo que, con respecto a las presidencias, digamos que hay que dictar un artículo donde se establezcan una serie de incompatibilidades.

Por supuesto, no pueden presidir ni políticos ni concejales, ¿por qué?, porque los políticos y concejales nunca van a ser objetivos, lo que quieren es no indisponerse con sus futuros votantes.

Por lo tanto, evidentemente, los políticos no pueden presidir.

Pero creo que tampoco pueden presidir quienes han sido toreros.

¿Por qué?, porque tienen una forma de ver el toreo muy poco objetiva, y siempre arrimándolas con su sardina.

De la misma manera, tampoco deben presidir ganaderos ni empresarios, aunque estén ya retirados, es decir, el haber sido profesional del toreo, tanto como torero, como ganadero, como empresario o como apoderado, debe invalidar a la hora de presidir un festejo, es decir, no deben presidir ni políticos ni profesionales, ¿por qué?, porque tienen un montón de intereses que les impide ver las cosas con objetividad.

Por lo tanto, habría que dictar un artículo donde se diga que es incompatible con ser presidente, pues todo lo que he dicho, políticos y profesionales, y que solo deben presidir aficionados con la debida competencia y formación.

Eso por un lado.

Por supuesto, es un auténtico escarnio que se induzca en todos los que lo busquen.