El Break de Mamá: De la cochera al éxito: La historia de La Güera Shoes

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, en el momento donde nos vean, nos escuchen o las dos cosas, ¿no? El día de hoy tenemos un programa muy, muy, muy especial.

Vamos a conocer un poquito de la historia de la güera.

Y nadie te llama por tu nombre, ¿verdad? Me decían, ¿cómo se llama yo? Buena pregunta, vamos a hacerlo porque todo, la güera, la güera, la güera, ¿no? Entonces, ¿y cómo te llamas güera? Hola, buen día, mi nombre es Lidia Jiménez. Lidia Jiménez, muy bien. Pues, muchísimas gracias por acceder este, este tiempecito a la entrevista y agradecemos a nuestro, a nuestro patrocinador también pues, auspiciar este episodio.

Y bueno, pues ahora sí que vamos iniciando ya la carnita del programa, ¿no? Cuéntanos, a ver güera, cuéntanos, toda historia tiene un inicio, ¿no? Claro. El inicio de, de, de la güera, ¿cómo fue? O sea, ¿cómo se te ocurrió el, el comercializar calzado? ¿Cómo iniciaste este emprendimiento? Este, nos gustaría saber un poquito más de ti, ¿cómo lo iniciaste? Ay, pues, muchas gracias. Antes que empezar, muchas gracias por la invitación.

Es mi primer podcast.

No sé cómo voy a estar, pero espero que muy bien. Bueno, mira, mis inicios fueron la decisión de abrir mi negocio fue a raíz de un embarazo.

Ay, mira. Este, el embarazo no era como para hacer un embarazo natural, era un embarazo algo complicado y me sugirieron que me tenía que hacer cesárea.

Antes yo salía afueras a vender y no tenía un negocio establecido.

Entonces, este, teníamos la, la, la deuda de la casa, de mi esposo y yo, y nos quedamos temblando porque él, él era en esas fechas era enfermero y trabajaba en el Seguro Social, entonces él se encargaba de todos los gastos.

Fijos. De los fijos y la comida.

Y yo me encargaba de dar el abono para, para la casa.

Era lo único que yo tenía que pagar y resulta de que ya no iba a poder cómo sacar dinero de donde iba a obtener ese, ese, ese dinero.

Entonces, estaba muy preocupada, o sea, estaba muy preocupada porque era nuestra, pues obviamente nuestra primer casa y, y pues todo con ilusión y que te la quitaran o que no la pudieras pagar era como para mí era como algo terrible.

Entonces, la idea realmente fue de mi mamá que me ofreció la cochera de su casa, que ahí iniciara, que ahí empezara a vender.

Originalmente nosotros vendíamos de menudeo, de pares, así menudeando al cliente final, fueras, pero ahí era igual, o sea, como que esa era la idea, seguir vendiendo así como pares únicos de las clientas, de la gente que iba pasando.

Pues, se llegó el gran día, yo tenía muchísima emoción porque a mí siempre, siempre soñé con tener una tienda, entonces aunque fuera la cochera de mi mamá era una tienda, entonces para mí era, wow, la oportunidad de oro de mi vida.

Y pues en esa...

¿Por ahí mismo, por el Cuecillo? Por ahí mismo, por el Cuecillo, en su casa y se llegó el día de abrir, yo estaba creo que un poquito, unos, unos cuantas semanas menos que tú y abro yo en un agosto, no tengo exactamente el día, pero abro en el mes de agosto y ahí inicia mi aventura, inicia mi aventura porque pues yo andaba feliz, gordita, con mi panza y como típico, ¿no? que vas, abres tu tiendita y andas barriendo tu calle y todo muy bonito, entonces yo estaba barriendo mi calle, ya tenía todo acomodado, mis zapatos bien padre y en eso pasa una camioneta de camper y se estaciona enfrente de mi tienda, o sea de mi cochera, pero bueno, era mi tienda, el primer día y entonces se baja el señor ¿Qué dijiste? Ya me tapó.

Se cruza y yo le veo los pies, entonces digo, es como un 26, entonces le digo Pásele bienvenido, tengo unos zapatos increíbles para usted, mire este es de pura piel y que no sé qué, entonces yo saqué todo mi inventario a la cochera de mi mamá para que se viera que era, uff, infinidad de zapatos y cajas solas, o sea que se viera muchísimo y este, y llega y me dice, ah, hola,