BTR#38: Suso33,la moto del concurso, la Ilegal, Los Reyes del Mambo y otros temazos de graffiti

Como siempre empiezo con la gente, me gusta saber cómo era la ciudad donde crecís antes de ver el graffiti.

¿Cómo cambió para ti la ciudad una vez empezaste a pintar? Pues la ciudad era más pequeña, accesible, barrio, y cuando empecé a pintar, la ciudad se expandió y se hizo gigante.

Vivía en barrio de casas bajas y low, también se cambió a otro barrio ya de edificios, de bloques, y veías la ciudad de otro color, o con otra iluminación, con proyección, con lugares para el juego, como si todos los rincones fueran lugares para explorar.

¿Te acuerdas de la primera vez que vistes algo que estaba relacionado con el graffiti? No, no, no me acuerdo.

Imagino que eran las películas de Breaking, no lo sé, no me acuerdo.

Firmas en Madrid, era muy niño, no lo sé.

¿Cuál es tu primer recuerdo? Pues no sé, en las carreras...

Imagino que eran las pelis de Breaking, o antes, o las firmas, había firmas.

Vino todo un poco así.

Es que mucha gente bailaba Breaking en todos los barrios, después con las películas.

¿Y tú empezaste a bailar ahí? Sí, yo lo hacía todo, quería hacerlo todo, todo el mundo.

¿Se te daba bien bailar? Bueno, lo intentaba. Ganar un concurso, una moto en un concurso.

¿Ganaste una moto en un concurso? Sí, a su muerte.

Tenemos aquí con nosotros a dos personas dentro de lo que podría llamarse público, porque estamos en una cocina de un albergue.

Uno es Z y otro es Mover.

Hola, chicos.

Buenos días.

Y pues ya, cuéntanos la historia de la moto.

De otro perrito piloto.

Venga, voy a venderle la moto.

Véndenos la moto.

Pues nada, un concurso de baile en los Bajo Llorence, en las discotecas que había.

Donde la gente iba a bailar ayer los fines de semana, los domingos.

Y nada, hicieron un concurso.

Y fue justo en el momento en que dejó de bailar mucha gente y por eso lo ganamos.

Sí, lo ganamos mi primo y yo.

Muy bien.

Tú has estado muy unido a tu primo en la historia del graffiti.

Sí.

Sí.

Cuéntanos.

Sí, fue con quien empecé a bailar.

Cuéntanos.

Sí, fue con quien empecé a pintar, claro, de chavales.

Pues con Sice, Dije, Sok.

Y fue con quien tuve las primeras experiencias de pintar en la calle, con tizas, con ceras, con...

Pues muy críos, Sice.

¿Cuántos años tenías? Niños, eso.

Llevamos al colegio.

Pues al final del cole.

11 años, 12 años, pero firmas, ya está.

Y con él, pues monté el primer...

Hicimos el primer grupo, que nos llamamos SS, como te comentaba, pero nos dimos cuenta, tiempo después, que no te podías llamar SS, porque tiene otras connotaciones.

Claro, podía ser peligroso, vamos.

Bueno, es un frío y estás ahí.

Y bien, con él también montamos...

Tuvimos un puesto pirata en el rastro.

Y pide...

Pero esto más adelante.

Sí, bueno, pues sí, pero un poquito más.

Sí.

Con niños, un puesto pirata de videojuegos, con casetes.

Comprábamos las kamikaze o las otras cintas verdes que había en el metro, las copiábamos y vendíamos videojuegos.

Yo hacía los dibujos para hacer reclamo y llevábamos una maleta que se abría, se daban unas patas extensibles, poníamos en mitad del rastro para ir a vender los videojuegos.

Increíble.

Luego él se profesionalizó y ya montó un puesto en condiciones, también, ilegal y sin permiso.

Pero bueno, venía la policía y le encargaba de los videojuegos y hacían un truque, dábamos los videojuegos y lo dejamos así.

Como éramos muy chavales, se hacía gracia, yo creo, a la policía.

Muy bien.

Y después de eso, pues más cosas.

Me habías comentado que tu familia siempre se ha dedicado al teatro.

Sí, aparte técnica, montar, desmontar, pues eso.

Y de ahí te vine.

Maquinistas, tramoyistas.

Y de ahí te vine yo.

No a la parte artística de...

No actores ni...

No, no, no.

Enseguida que hablas de teatro, pues siempre se piensa en la manzana y en Shakespeare.

Sí.