

Description of Buenas Vecinas
Cintia y ... ¿Florencia o Fernanda?. Dos de mis vecinas a las que me gusta espiar. Comparti el ascensor con ellas... una le dijo a la otra ..." de una chup_d_ yo puedo hacer que _c_be "...
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Mis dos vecinas eran muy atractivas.
Una se llamaba Cintia y la otra Florencia, cuando las encontraba en el edificio.
Se miraban y se reían entre las dos.
Yo sentía mucha vergüenza de esa situación.
¡Ay, tonta! Hasta que un día tomamos los tres juntos el mismo ascensor.
Yo intentaba mirar para otro lado, pero no podía dejar de mirarle las tetas a Cintia.
Ella me miraba fijo, mientras que Fernanda le hablaba al oído.
Yo estaba muy excitado.
No podía ocultar mi calentura.
¡Mirá qué lindo bulto tiene nuestro vecino! Te ha puesto lo que quieras, pero de una chupada yo puedo hacer que acabe.
¿Pero qué me estás diciendo, Cintia? Lo que escuchaste.
Ni bien me la meta en la boca, él va a acabarme toda su lechita.
En ese momento Fernanda detiene el ascensor.
Cintia me manoseaba la verga por encima del pantalón.
Yo estaba muy mojado.
Sin perder el tiempo, ella me desabrochó el pantalón y me bajó el calzoncillo.
Mi verga estaba muy colorada, a punto de explotar.
Ahora voy a meterme toda tu verga en la boca para saborear tu lechita.
Ella jugaba y le pasaba la lengüita.
Ella me acariciaba los huevos y cuando se lo metió en la boca yo no podía dejar de bombear.
Después de eso, Cintia se levantó.
Mientras yo me acomodaba los pantalones, Fernanda hacía continuar el ascensor.
¿Qué te dije? Ningún hombre puede resistirse a mi boca.
Cuando bajaron del ascensor, fueron a su departamento.
Yo estaba muy caliente y no podía dejar de espiarlas a través de un agujero que había en mi pared.
Yo podía ver lo que ellas hacían en el living.
Fernanda se sentó en el sillón y comenzaba a tocarse entre las piernas.
Cintia se sentó a su lado y le hablaba al oído mientras le ayudaba a acariciarse.
¿Cómo te calentás cuando se las chupo a los hombres? ¿Ahora vos también querés que te la chupen? Sí, dale, chúpamela como vos sabés.
Me voy a tragar todo tu juguito hasta dejarte seca.
Dale, métetela toda en la boca.
Qué rico.
Qué salada.
Sí.
Fernanda le agarraba la cabeza con sus hombros y no dejaba salir de entre sus piernas.
Cintia hacía lo que mejor sabía hacer.
Chupar.
Chupar.
Cintia se había excitado cuando comenzó a chupar.
Comments of Buenas Vecinas