Buenos Dias Albolote - Javier Milena - 10-04-2025

¿Qué tal? Buenos días, compañeros, ¿cómo estáis? Enhorabuena, Javier. Cuéntanos cómo viviste, porque ya tuvimos la oportunidad de hablar contigo, de que nos contaras un poco cómo había sido el hecho de realizar ese pregón, tenerlo todo a punto. Nos diste algunos detalles, pero ahora vamos ya a esa impresión, cómo lo viviste y, sobre todo, qué te pareció. Bueno, pues la verdad que está feo que hable yo de cómo fue mi pregón.

No, sobre todo, cómo lo viviste tú, ¿no? Cómo viviste ese momento, porque creo que es un momento diferente al entorno y, sobre todo, a lo que nosotros estamos acostumbrados a hacer, ¿no?, como en los medios, pero el pregón de Semana Santa es una responsabilidad, creo que, muy grande, ¿no? Exactamente, sí, es una responsabilidad importante. Estamos acostumbrados a subirnos al atril de un escenario como, en este caso, el Templo de la Encarnación y, bueno, pues sí, es una sensación distinta, diferente.

Un reto, la verdad que cuando me lo propuso la Hermandad, para mí era un reto, algo a lo que no me esperaba, pero, bueno, poco a poco lo he ido asimilando y, bueno, te puedo decir sinceramente que lo he disfrutado, ¿no?, que me he sentido cómodo ahí arriba porque yo tenía claro que mi pregón iba a ser algo sencillo, algo que salía del corazón, algo que, bueno, tenía que ver con una mezcla de emociones, de vivencias, de experiencias personales, de recorrer un poco cómo ha sido esa Semana Santa de albolote contada a través de algunos de los pregoneros locales que me han precedido y, sobre todo, tenía muy claro que me gustaría ensamblarlo con la música y la actuación de la banda municipal, que no fuese sólo una persona que se sube a hacer una alocución, Semana Santera, en este marco de la Encarnación, sino que fuera todo un conjunto, que fuese todo un acto cultural y, sobre todo, que tuviese la medida justa para no ser cansino, para, bueno, porque la gente que acudió a verlo pues se quedara con esa grata impresión de que ha sido un acto que tenía su medida justa, ¿no?, y aproximadamente una hora y cinco minutos en su conjunto duró este acto y yo creo que, bueno, quedó un acto bonito, un acto hermoso y, bueno, pistoletazo de salida para la Semana Santa, es lo que te puedo decir.

Es verdad que luego hubo mucha gente que me felicitó, gente que se emocionó, gente que, bueno, pues me abrazó al final del acto y eso, bueno, pues quizá lo que tampoco estamos muy acostumbrados, los que trabajamos en los medios, que sintamos en primera persona esa gratificación o esa expresión de afecto que nos traslada la gente y, bueno, pues yo tomo esos abrazos, esos saludos como algo bonito, como algo sincero y me quedo con eso también.

Javier, ¿quién fue la primera persona que te felicitó? Bueno, la primera persona que me felicitó fue, en este caso, pues por protocolo, el hermano mayor, porque me dio un pequeño obsequio, ¿no?, que da fe de mi presencia como pregunero este año, el hermano mayor César Ramírez y el vicehermano mayor Pepe Ruiz, que me puso el pin de oro de la hermandad, como hacen con todos los preguneros, y digamos que esas son las primeras personas que me felicitaron.

Luego, detrás de ellos, cuando ya acabó el acto en sí, hubo un reguero importante de gente que no sabría decirte un orden exacto, ¿no? Bueno, desde gente del pueblo, desde autoridades locales, familiares, amigos, el propio director de la banda, en fin, ha sido una larga lista de personas y exactamente de personas, de conocidos, que me felicitaron, ¿no? Oye, Javier, no sé si te lo pregunté en la anterior vez que tuvimos la oportunidad de hablar. ¿Encontraste algunas dificultades a la hora de ponerte a escribir un pregón? Porque, vuelvo a lo mismo, ¿es algo a lo que no estás acostumbrado a escribir, no? ¿Te resultó difícil a la hora de ponerte? Sí, la verdad que he de decir que, lo digo en una crónica que he escrito posteriormente, hablando de la cronología de las personas que han pasado antes, que me han precedido en este difícil arte de pregonar, y sí es de reconocer que no es fácil, no es fácil. Es algo, bueno, que te tienes que presentar, que tienes que poner, que tienes que pensar, que miras, que ves por aquí, ves por allí, como pudo. Y luego, bueno, pues después de esos, de esas primeras...