C10 SdKfz 251 y el Nacimiento de la Infantería Mecanizada

Esto es Carros 10, una serie antológica de Casusbelli, donde hablamos de tanques y todo tipo de vehículos artillados y acorazados.

Hola, qué tal, daros la bienvenida a otro programa de Casusbelli, normalmente nos dedicamos a destripar pues algún vehículo en la sección de Carros 10, normalmente también hemos abierto una saga tremenda y pavorosa sobre las increíbles tácticas Panzer y cómo fueron evolucionando a lo largo de los años durante toda la guerra y esta vez pues hemos querido combinarlo todo porque hubo un vehículo que realmente sirvió para este fin tremendo y pavoroso que tenían en mente, eso que luego la gente ha llamado, no, no, se llamaba Blitzkrieg y lo inventaron los alemanes y los alemanes diciendo, ah, sí, claro, tienes razón, pues ese vehículo que realmente no es ese carro de combate Tiger que todo el mundo dice, ni esos ubicuos vehículos de exploración, ni todos esos carros medios como el Panzer 4 y demás, no, realmente el vehículo que sirve para lo que es la batalla en profundidad, estos combates que van a hacer interarmas que dan pie a esos enormes avances en las estepas rusas o en los combates que se van a dar en Norte de África o incluso pues ya en los últimos momentos cuando los alemanes mantienen esas violentas contraofensivas tanto en un frente como en otro, la clave posiblemente uno de los vehículos más fabricados dentro de la gama de los vehículos acorazados por Alemania durante toda la guerra pues es un semioruga, es un vehículo semioruga que es el que permitía que todas estas tácticas Panzer que se habían ido desarrollando para combinar infantería y carros de combate se pudieran llevar a cabo, que permitía que la infantería fuese medianamente protegida al paso de los vehículos blindados y pudiendo llevar armamento pesado.

Este vehículo maravilloso y mágico, que es posiblemente la clave de mucho de lo que ha venido después, de lo que después llamaremos un transporte acorazado de personal y demás, pues es este Sdkfz que, dios mío, son las siglas, dejémoslo estar, 251, habrá más. No, hay que saber cómo se llama. No, no quiero saberlo. Bueno, tenemos aquí a mi camarada acorazado, al gran Félix, que bueno, como siempre que hacemos una cosa con chapa y orugas pues aparece por aquí, ¿verdad? Hola, ¿cómo que hacemos con chapa y orugas? Por supuesto. O sea, como que no se puede hacer la guerra sin tambor ni hablar de carros de combate sin Félix. Obviamente esto, pues como muy bien has indicado, hay una serie de palabras que la voz humana no fue hecha para pronunciar.

Hay un libro que yace oculto en el fondo de una biblioteca misteriosa en una sinagoga en Toledo, donde si se pronuncia de la manera adecuada sale en los portales entre los mundos y el único individuo al alcance, que no enloquecerá por pronunciar estas palabras malignas en este idioma malsano, es nuestro querido compañero Gustavo, que está aquí también para hacernos no solamente la asesoría lingüística, sino también la asesoría táctica. ¿Cómo estamos? Muy buenas. Encantado de estar aquí para contar un poco más de... un complemento a las historias que se pueden hacer sobre este tipo de cosas. Y bueno, y aparte de que este vehículo en particular lo tengo yo en pequeñito en uno de estos modelos de metal que vendían sólido hace 35 años y siempre fue mi preferido. Bueno, hay que comentar que es la primera vez que el señor Gustavo Flámez se acerca a Carros 10. Bienvenido, bienvenido a la chapa y a los tiros.

Sí, sí, por supuesto. No vamos a ver, el dúo corazado es totalmente... me siento aquí simplemente como asesor para poder leer las cosas en condiciones. Ya he visto que Antonio tiene ciertos problemas para pronunciar algunas palabras. Lo siento. No entiendo, o sea, fluctuistriga se lee como se escribe. ¿Lo que qué? Sí, exactamente. Entonces, vamos al lado del mítodo de schützenpanzerwagen von der kfz 251. No, perdona, perdona, el podcast de insecticidas al lado.

Mi, mi, mi, mi, mi. Es solo envidia que no puedes decirlo. Mira, si te empiezo a hablar yo en panocho lo flipas, o sea, que no empecemos por ahí, que no. Vale. Pero eso no cuenta como lengua oficial, además hay que aprender el alemán que vamos a dominar Europa. Según Patrick O'Brien, el panocho es un insulto. En la segunda novela de Master and Commander el tío nos dejaba como diciendo esa especie de dialecto borisco que es como escupir o no sé qué le llamaba. Digo yo, mira,