--- Cable 31 - Mi relación con el dinero ---

Cable número treinta y uno mi relación con el dinero a cuando era pequeño era bastante honrado guardado el dinero que me doy mis abuelos una vez al año en una cuenta de banco y me pensaba bastante qué hacer con los veinticinco pesetas que me daba mis padres cada día cuando estaba de vacaciones en un pueblo cerca de madrid pensabas echar una partida una maquinita comprar chuches o guardarlo para otro día y hacer un distensión mayor entre eso y revender trineos de mortal del y filemón repetidos que tenían repetidos porque a veces compraba packs de de varios que salían mucho más baratos pero que al ser un pack no podías escoger los bueno como decía entre sí revender estos te veo repetidos pues paso mi infancia y primera adolescencia a nivel monetario siendo su punto más bajo cuando llegue a meter mis pequeños ahorros de cerdito capitalista en acciones de endesa una cosa que me parece ahora lo quisimos pero que fue una recomendación de un tío abuelo que me dijo que era algo muy estable y que ganaría mucho pero que seguro tampoco lo perdería el dinero ahora pues claro entiendo el por qué a qué se refería hay lo estuve uno o dos años hasta que descubrió horrorizado las implicaciones ecológicas que tenía y lo que me quedaba por descubrir en la adolescencia empezó a complicarse mi relación con el dinero mis padres me daban una paga semanal de una cuantía que no recuerdo pero que yo debía entender como justa porque no recuerdo discutirla nunca a partir de ese momento empezaría a vivir la ficción de mi propio dinero nunca trabaje por él pero yo percibía claramente que ese dinero y el que me daba semanalmente también mi tía abuela era distinto del suyo y me revolvía cuando mis padres me querían dar más no yo quería ser independiente y gestionar mi economía ahorrar aquí y allá para poder pagarme los trofeos y primeros discos con este juego pase muchos años modificando un poco las reglas auto impuestas los objetos de deseo en los que gastar mi dinero y la propia fuente de ingresos no te entre brillado pero en esencia siendo todavía la misma ficción de independencia el momento álgido de todo esto fueron unas vacaciones con amigos y amigas en las que yo llevaba bastante menos dinero que el resto y que además como era habitual en mí entonces ahorraba en comida para poder comprar más discos un amigo en el único encontronazo serio que he tenido con el los treinta y ocho años que nos conocemos harto de como eso condicionado al grupo y de un episodio en un restaurante en la playa en el que el cocinero me dio gratis de comer porque le revolvía verme comer de una lata en esa situación digo mi amigo me echó en cara a mi gestión del dinero y puso en negro sobre blanco que mi dinero era el de mis padres y que dejara de hacerme el pobre sus palabras me defendieron profundamente porque yo no estaba siendo hipócrita o no conscientemente yo verdaderamente sentía esa diferencia además ya por esos años habían empezado a surgir quizás todavía no de forma muy concreta los dos últimos elementos que definiría mi relación con el dinero la conciencia de mis orígenes agrarios y el sentimiento de culpa por el privilegio de haber tenido siempre todo lo necesario esta mezcla me llevaba un austeridad muy sui generis que desde el exterior era simplemente entendida como cañerías y que aunque indudablemente tenía esa parte de también tenían cierta lógica interna una lógica que se mantiene hasta el día de hoy no gastar dinero en cosas que no quiere apoyar por eso rara vez con un taxi o desde luego un uber pido comida a domicilio llamó por teléfono o saco de un dinero o saco dinero de un banco en el que me cobran comisión